Soy profesora de historia,  dicen que soy buenamoza la verdad es que tengo buen cuerpo, gruesas tetas, buen culo, me visto de maneras calientes, pantalones apretados, blusas con escotes, etc. Me siento bien mujer y desde hace un par de meses, desde que mi esposo tiene una rara enfermedad a los huesos, que no podemos tener sexo. Me he masturbado en secreto por las mañanas pero ya me canse ahora necesito un pene. Se lo chupo, lo entusiasmo pero José no puede, el dolor a sus huesos es mas grande que su calentura y ya me ha dejado muchas veces a punto sin poder acabar.

Jose me dijo hace como un mes atrás que no quiere hacerme sufrir que por favor busque sexo por otro lado. Asi comencé a mirar a otros hombres, sin embargo también noté que la enfermedad de José nos habia dejado algo arruinados. Pensé en prostituirme entonces, pero me resistí.

Conocí a un jovencito de 22 años (yo tengo 40) y lo pase maravillosamente, aunque inexperrto el chico tenia una verga buenisima . Estuvimos como dos semanas culiando y confieso que fui feliz, Luego conoci a otro hombre, Eugenio de 58 años, delicioso, buenmozo varonil y experto en sexo… una tremenda verga, muy activo en la cama. Esto ha resultado fantastico, pues además me da dinero, me hace feliz, puedo tener orgasmos y soy casi su puta exclusiva.  Ahora me invita a cenas de su empresa y me presenta a sus amigos, me ha comprado ropa excelente y perfumes caros. Soy su nena. Estoy a punto de contarle a mi marido, ya habrá tiempo para eso.

 Sin embargo las cosas tienen su precio,  tiene un hijo de 30 años (Tomás) con un problema mental severo, es un hombre obsecionado por el sexo, siempre insiste en tocarme. Tiene muy exacerbada su sexualidad y obviamente su padre lo tiene internado en una clinica para enfermos mentales. Los fines de semana duerme en casa de Eugenio y ahi me lo topo a veces, aunque trato de evitarlo. Eugenio me ha pedido que lo complazca sexualmente ya que nunca ha estado con una mujer… el pobrecito de Tomás es tierno, buenmozo pero con un retraso severo.  A mi me da pena y tiendo a sentir rechazo por el ya que es muy inadecuado socialmente. Una noche de sexo, mientras Eugenio me penetraba me ofreció dinero para que yo acepte complacer a  su hijo; obviamente dije que no, pero fue subiendo la cuota…y llegó a 500 dolares, es decir cerca de 250.000 pesos chilenos por una sesión y entonces lo pensé y dije que si….dada la situación económica en casa no podía rechazar esa cantidad de plata, por un par de horas de sacrificio.

 Le pedi que estuviera presente, me daba susto. Le aclaré a Eugenio que se trataba solo de una noche de sexo y que si veia que yo estaba en peligro el debía ayudarme. Lo hicimos en casa de Eugenio, llegue a la pieza  y el joven muy tiernamente me toma la cara, me besa y se va de cabeza a tocarme los senos. Me tengo que dejar, es brusco, me chupa entera me los morisquea y me mete las manos por las piernas agarrándome el trasero. Poco a poco el miedo se me va pero no me podia calentar.  Estar con un enfermo mental es raro, pero su miembro es descomunal, unos 30 centimetros de pene, un ancho como de 7 cms de diametro  un glande fenomenal casi como de un caballo y dos preciosas bolas gigantescas, un verdadero macho. Me pidió que lo chupara y fui feliz, nunca me había metido un pedazo de hombre de ese tamaño a la boca. Eugenio miraba sorprendido y se reía. «Vaya, y eso que no querias, amor» me dijo. Cundo llego la hora de que el muchacho me penetrara le pedi a Eugenio que vigilara, me daba pánico. Eugenio ayudó abriendo mi vagina y poniendo gel lubricante, no usamos condon;  cuando Tomás comenzó a entrar en mi cuerpo me sentí poseida por un verdadero monstruo de carne, que se deslizaba por mi vagina, entrando y saliendo, Eugenio me afirmaba y yo gritaba de dolor y …placer. Que pene dios mio!!!

Pero eso no fue todo, mi novio se entusiasmó y mientras me ayudaba a la relación con su hijo él me tocaba de manera caliente, me comenzó a masturbar tocandome el clitoris y chupandome los pezones y se exitó al punto que sacó su pene y me quería penetrar, mi vagina estaba  completamente llena del pene de Tomas así es que Eugenio acomoda al grupo completo y me deja instalada justo pàra metermelo por el ano. Quede encima de Tomas, montada a horcajadas y con mi traserito abierto para Eugenio. Fue una monstruosidad, padre e hijo me atravesaban, Eugenio la tiene gigantesca también ( a tal padre, tal hijo pensé) y estuve mucho rato culiada de manera doble hasta que comencé a disfrutar un orgasmo exquisito, ganoso, pues me chupaban las tetas a la vez que se movian como animales; apreté mi conducto anal y padre e hijo acabaron juntos. Quedé llena de leche como jamás en mi vida, chorreaba por todos lados…Fue  una maravillosa experiencia. A mi maridito le conté solamente la mitad de la historia y le dije que desde ahora yo me pondría con dinero para nuestros gastos. Esa noche al acostarme me seguía saliendo semen….

Ya hemos hablado de un segundo encuentro, mi cuenta bancaria está mas relajada y yo también…