Debo reconocer que somos una pareja estable que ha tenido altibajos y que sigo enamorado profundamente de ella.

Es mi musa y mi diosa.

Nuestro rastreo y las ganas de aprender sexo nos llevaron a un taller de caricias.

Había otras parejas y el aprendizaje consistía en prácticas comunes a la vista de todos.

Dependiendo del grado de excitación la cosa se ponía muy a tono o bien si el maestro no veía claro el posible resultado terminaba.

El aprendizaje no era fácil , no era entrar y salir .

Los estímulos recibidos llevaban a un éxtasis que duraba de media hora y media , dos y hasta tres horas.

Requiere constancia ,pasión,

dedicación y mucho tacto.

Se propiciaron encuentros entre los asistentes .

De allí salimos con otra pareja que deseaba sentir algo más.

Concretamos la primera cita en terreno neutral.

Elegimos una casa rural guapa con dos hermosas habitaciones y su piscina.

Lenta pero de forma gradual nos adentramos en vernos actuar .

Nos sentó muy bien .

Llegamos a ser actores de verdad y era como ver porno pero en directo.

Tuvimos experiencias cruzadas y satisfactorias.

Por distintas razones nuestros cruces sólo continuaron una vez más.

La sensación de verle a ella en brazos de otro siendo atravesada,besada y tú a su vez con la contraria en tus brazos no deja de ser algo que a mi personalmente me gustaba.

Pero terminó.

De aquel aprendizaje retomamos contacto con un antiguo amigo de ella.

Seguía soltero , tenía modales y buen porte y mi satisfacción venía de presenciar dichos encuentros en sus inicios y luego después una buena paja , los dejaba a sus anchas.

Se rebelaron allí muchos secretos antiguos y nación de nuevo la confianza.

Lo mejor de todo es verle a ella tan radiante y con tanto glamour siendo enhebrada , sobada y besada una y otra vez por alguien que la respeta , la subyuga y la engrandece.

Tiene dependencia con él , de tal forma que no es posible retenerla tan sólo un mes sin un nuevo encuentro.

La colma de halagos y le consigue regalos eróticos para verla feliz y luce muy bien con la lencería regalada.

Nosotros crecemos en confianza y mi ego crece tanto como mi polla al verla tan feliz.