Tenía una vecina que se acababa de mudar a dos casas de la mía, la verdad no era nada especial, muy joven eso sí, tenía 19, una niña recién nacida, muy delgada , pechos pequeños, culo pequeño, nada especial.

Lo que sí me di cuenta es que era súper puta, me tocó darme cuenta en más de una ocasión que hombres deferentes salían de su casa , vecinos, el del gas, etc, pero rápido agarro uno de planta, iba casi a diario y detecté la manera en la que le avisaba que podía ir a su casa, cuando su esposo salía a trabajar ella sacaba la andadera de la su bebé y a los minutos llegaba el otro a cojerla. Un día que andaba súper caliente decidí unirme al club e ir a ver que tenía de especial esta chica, salió su marido, ella sacó a los minutos la andadera y en cuanto ella hizo eso yo fui a su casa, tomé la andadera y toqué la puerta, ella dijo pásale y abrí la puerta.
La muy puta está lista con un baby solo rojo y al verme se asustó y trató de cubrirse con las manos y me dijo , perdón vecino, creí que era alguien más Le dije que ya sabía que esperaba a alguien más, que tenía tiempo viendo como metía gente a su casa y que por eso fui, que yo también quería meterle la verga y que si no me daba lo que quería le diría a su esposa lo puta que era. Ella me miró muy seria y algo asustada, me le acerqué y le dije que quitara esa cara, que ya sabía que era bien puta , le di un beso y la empecé a manosear, tenía el culito muy firme y unas tetas duras llenas de leche, en cuanto se las apreté les escurrió un poco, eso me puso la verga más dura y la tomé del cuello jalándola hacia abajo , se inco y me miró a los ojos, le dije que quería que me dejara la verga sin nada de leche y se la puse sobre la cara, la perra se la restregó por la cara y empezó a mamar como desesperada, ver su hambrienta reacción me puso súper caliente y rápido le dije que se levantara, la subí a la mesa, le abrí las piernas, le di unas cuantas lamidas a su vagina que estaba súper empapada y se la clavé lo más duro que pudo, entró toda de un golpe sin esfuerzo, ahí me di cuenta que su vagina era súper estrecha , me apretaba delicioso.

Casi me hace terminar de lo excitante que es todo para mí y de lo apretada que estaba , tenía como pera en celo, para no venirme se la saque, le di unas lamidas más y le di la vuelta recargándola sobre la mesa, se abrió las nalgas y me digo que quería que la dejara llena de leche, me puso más caliente aún y se le metí de golpe, no tardo mucho en hacerme venir, fue una de las venidas más ricas de toda mi vida, me vestí, le di un beso y le dije que es una puta muy rica, que ya sabía por qué la buscaban tanto, me acarició el pito y sonriendo me dijo que cuando quisiera la podía usar.

Poco después se fue de ahí pero ojalá algún día la vuelva a encontrar , amaría cojerla de nuevo