DESCUBRIENDO A TITA���..Seudónimo EROTICAT ó MAPMAKER

Arrastré a Memo a la recámara; a duras penas pude llevarlo hasta el lecho donde lo acomodé para que durmiera, estaba en completo estado de embriaguez; procedí a despojarlo de sus ropas; al tratar de quitarle los jeans me percaté que no llevaba ropa interior�.me ruboricé�avergonzado, vacilé�pero continué retirándoselos para ponerle un pantaloncito�entonces vi algo que me dejó asombrado, algo que cambio mi vida.

Un pubis completamente depilado con un miembro gordo, grueso, circuncidado, de unas cinco pulgadas de largo descansaba entre sus piernas� quedé hipnotizado; nunca había visto un pene tan cerca, los que alguna vez pude ver de soslayo eran los de mis compañeros del colegio y cuando lo hacía la turbación y la vergüenza se apoderaban de mí debido a que el mío era diferente; mi miembro en estado flácido se perdía en los pliegues de la piel y cuando estaba erecto medía aproximadamente un centímetro, daba la apariencia de un pezón, esta condición me acomplejaba, me inhibía, me sentía un ser anormal, siempre evite ir a paseos o al baño con mis compañeros�toda mi niñez y parte de mi juventud representó para mí un periodo traumático.

De manera instintiva fui acercando mi mano a aquel pedazo de carne; una sensación enervante se apoderó de mí. Lo tomé con mis manos, sentí sus latidos y el aumento de su tamaño�temeroso lo solté y miré la cara de Memo pero no observé ninguna reacción� sus ronquidos inundaban la habitación. El deseo ardiente de ver ese pene erecto, de poseerlo, de sentirme penetrado por él me invadió por completo; mis tetillas se erizaron, mi ano se contrajo�me sobrevino una erección�.llamé a Memo, lo sacudí, pero no reaccionó; estaba sumido en la inconsciencia de la embriaguez. Tomé una decisión: mi virginidad existiría hasta ese día; metería ese pedazo de carne dentro de mí a como diera lugar.

Mi cuerpo temblaba incontrolablemente mientras me despojaba apresuradamente de mis ropas, rápidamente me dirigí al baño y busqué la ducha que usaba mi madre cuando se quedaba en mi apartamento, nerviosamente la llené de agua con jabón líquido y me introduje la cánula en el ano para llenar mi recto y vaciarlo en el inodoro, repetí esta operación dos veces más para dejar mi intestino completamente limpio; regresé a la habitación; me acerqué al lecho; Memo continuaba con sus ronquidos, acerque mi mano y empecé a acariciarle el miembro; este respondió al estímulo y en poco tiempo dobló su tamaño y grosor mostrando un abultado glande y unas sobresalientes y palpitantes venas.

Mi respiración se hizo entrecortada, sentía la garganta reseca, me incliné acercándome a la acampanada cabeza y sin dudar me la introduje en la boca, empecé a mamarla golosamente mientras acariciaba los gordos testículos; un gusto particular vino a mi paladar al saborear el liquido viscoso que empezó a manar del orificio del pene.

Tomé un tubo de gelatina para el cabello, las manos me temblaban, saqué una cantidad que deposité en la palma de mi mano, lo apliqué al glande para luego continuar lubricando todo el vigoroso pene, el resto de la crema lo apliqué en la entrada de mi ano�introduje un dedo, abriéndolo para que el lubricante penetrara y el orificio se fuera ensanchando.

Mi garganta continuaba seca, en el silencio podía escuchar mi respiración agitada, subí al lecho colocándome sobre el cuerpo de Memo, la adrenalina corría por mis venas, suavemente fui descendiendo sobre su pubis, mi mano aferró el templado pene dirigiéndolo a mi estrecha entrada; presioné mis nalgas sintiendo la gruesa cabeza en el umbral de mi lubricado orificio�suspiré profundo relajándome y dejando ir el peso de mi cuerpo sobre aquel grueso falo�sentí la redonda punta presionando la entrada de mi recto; poco a poco mi esfínter fue dilatándose �respiré profundamente y continué la presión de mi cuerpo hacia abajo�los bordes del culo me ardían�levante mi cuerpo y coloqué un poco más de lubricante en mi palpitante orificio, nuevamente ubiqué aquella gruesa cabeza en posición aumentando más la presión de mis glúteos sobre ella�poco a poco la sentí avanzar venciendo la resistencia de mi apretado esfínter, violentando mi anillo virginal, sentí la acampana punta atravesar el umbral de mi ano y luego el trozo de triunfante carne invadiendo el interior de mi recto�.

Ohhhh, gemí al sentir como llenó mi interior; me invadió una sensación desconocida, me acometieron una serie de espasmos incontrolables, fue como una explosión en mis entrañas, una tensión que se convirtió en relajación, fue una reacción sobre la que no tenía control; a cada espasmo, mi esfínter se contraía alrededor del grueso miembro; la sensación era delirante; una vez pasada esta, empecé a levantarme suavemente sintiendo como el templado miembro iba abandonando su encierro hasta que la dilatada cabeza quedó aprisionada por mi esfínter, noté que estaba acoplado, me atemoricé, temía que Memo despertara y montara en cólera por lo que había hecho; aflojé mi cuerpo, di un tirón �el abultado glande abandonó su encierro produciendo un sonido de succión; continuaba húmedo y cimbreante,� Memo no despertó�limpié las huellas de lo sucedido, le puse los pantaloncillos y todo volvió a la normalidad, como si nada hubiera pasado�.

No pude conciliar el sueño el resto de la noche, observaba el bulto que formaba el miembro de Memo bajo la tela del pantaloncito; mi mente volaba en fantasías sin límites�así dieron las nueve de la mañana; Memo empezó a despertar�su pene estaba completamente empalmado producto de la resaca y su juventud; se puso en pie y tambaleando fue al baño. Me excite al escuchar su poderoso chorro de orina y el agua del baño correr; me lo imaginaba desnudo, enjabonando su cuerpo, salió del baño y aún se le notaba la erección.

Me miró aletargado, preguntándome: �Tito, a que hora llegué ? como llegué, yo me desvestí sólo�..? Baje la mirada�que te pasa ..? me preguntó �tienes una cara�

Mis hombros se estremecieron, empecé a sollozar�.él vino hacia mí -pero que te pasa? sollozando le respondí: -Memo�anoche llegaste completamente ebrio, me dijiste que te enloquecían mis pompis, yo pensé que era broma pero tú me empujaste a la cama me sometiste, me desnudaste y me violaste, Memo, me violaste�..te suplique que no lo hicieras pero me dominaste. Memo me abrazó afligido, arrepentido�-perdóname Tito�perdóname�

Yo te perdono Memo�aunque me dolió, la verdad es que me gusto, sí me gusto, sobre todo cuando me dijiste que era el culito más rico que te habías cogido�no se por qué, si es la primera vez que me hacen esto�..

Memo continuó abrazándome, consolándome; yo me apoyé en su pecho; disimuladamente bajé mi mano hacia su pubis tanteando su miembro através de la tela del pantalón�. apenado por lo sucedido no opuso resistencia; empecé a masajearle el vigoroso órgano, suavemente lo extraje de su encierro y empecé a mamarlo, Memo se reclinó sobre el lecho y cerrando los ojos me permitió continuar, quizás porque se sentía culpable de lo que supuestamente había ocurrido�..suavemente le despojé del pantaloncillo y me desnude�tenía que aprovechar la situación, tenía que hacer que Memo me poseyera voluntariamente, que calmara aquella lujuria que se dominaba mi cuerpo.

Alargué la mano alcanzando el tubo de crema sacando un poco y untándomelo en la entrada del ano�.aún sentía el maltrato de la noche anterior�Memo yacía sobre el lecho con los ojos cerrados, suavemente monté sobre su cuerpo, colocándome de espaldas a él. Agarré su pene y dirigí el grueso miembro a la entrada de mi recto�.restregué la abultada cabeza en mi lubricado ano�sentí que su dureza aumentaba más; cada roce en mi orificio me sacaba gemidos involuntarios, estaba invadido de deseos carnales, nuevamente mi garganta se tornó seca, mis palpitaciones aumentaron, mi respiración se hizo rápida y jadeante, empujé mis glúteos hacia abajo sentí como la presión del hinchado glande iba abriendo los pliegues de mi esfínter traspasando la entrada invadiendo el interior de mi recto hasta ser frenado por el tope de su pubis con mis nalgas; �.ohhhhh gemimos al unísono�.

Ya mi culito había probado la dimensión de aquel miembro, así que no ofreció mucha resistencia al rollizo trozo; entró hasta la base causándome contracciones y sensaciones jamás imaginadas. Mi boca entreabierta emitía gemidos involuntarios e incontrolables.

Memo enlazó sus brazos alrededor de mi cintura atrayéndome más hacia su regazo; empecé a respirar por la boca e inicie un movimiento de vaivén subiendo y bajando sobre aquel pedazo de carne, sacándolo y metiéndolo dentro de mis entrañas� me sentía colmado; empecé a menearme sensualmente causando que Memo gimiera lo que me indicaba que estaba gozando�pero no podía lograr que eyaculara�.la resaca lo había convertido en un semental incansable y vigoroso.

Completamente poseído me cambió de posición �me puso en cuatro patas y de un solo envión me penetro haciéndome gritar�me aferré a las sábanas aguantando los embates de su cuerpo�bufaba como un toro y me copulaba como un perro, sentía el grueso pene recorrer mi recto entrando y saliendo como un émbolo�.de pronto, su cuerpo se tensó y sentí en mi interior los estertores de su miembro al expulsar chorros de esperma que inundaron mi recto, causándome una sensación de llenura� esto intensificó la lubricación haciendo la penetración más fácil, más gustosa; a pesar de expeler la leche, el miembro no perdió rigidez ni dureza por lo que continuó sodomizándome.

Acoplado a mí, me colocó de lado y continuó penetrándome, luego cambió de pose, levantando una de mis piernas, giró acomodándose sobre mí; colocó sus antebrazos bajo mis rodillas dejándome en una posición indefensa, mostrando mi ano abierto, vulnerable: en esa pose continuó bombeándome incansablemente; luego, soltó mis piernas haciéndome girar para que quedara a horcajadas sobre él, vi como fijaba su miraba lasciva en mis pezoncitos, alzó ambas manos empezando a sobármelos con ansias�sentí un estremecimiento, se endurecieron, hincharon y tomaron la forma de la punta de un biberón aumentando la sensibilidad a las caricias.

Memo los miraba embelesado, se levantó sobre los codos y ávidamente comenzó a mamármelos; nunca me habían echo esto, sentí placenteros estímulos y comencé a menear mi trasero; subía y bajaba gozando el lubricado falo; a veces este se salía pero los movimientos que imprimía a mis nalgas creaban un camino despejado a la entrada chorreante y dilatada de mi ano; acoplando al movimiento de mis glúteos el hinchado glande desaparecía dentro de mí�.nunca antes tuve la oportunidad de dar y recibir placer como aquel día.

Estábamos sudorosos, sus testículos golpeaban mi trasero mojado de sudor y lubricante�se cansó de penetrarme así �me lo extrajo, se puso de pie, tomo mi mano halándome a su lado, acercó su rostro al mío, buscó mi boca introduciendo su lengua, enredándola con la mía; levanté mis brazos colgándome a su cuello mientras sentía sus manos acariciando mi redondo trasero, alcé mis piernas enlazándolas a su cintura mientras que Memo metía sus manos bajo mis nalgas elevando mi cuerpo para luego bajarme ensartándome toda su virilidad �así empezó a darme otra tanda de pene �me bombeaba sin compasión�mientras su boca pasaba de mis hinchados pezones a mi cuello para luego posesionarse ávidamente de mi boca y succionar mi lengua; la entrada de mi culo estaba amoldada a su grueso miembro y mi recto cobijaba aquel trozo de carne sin esfuerzo alguno�.comenzó a jadear�sin dejar de penetrarme me llevó al lecho�me puso en la orilla �puso mis piernas nuevamente hacia atrás dejando mi culo completamente expuesto, empezó a penetrarme frenéticamente, dejándome sin aire, pensé que iba a introducirme los mismos testículos, estaba como poseído, nunca vi a nadie con tanta energía�

Su empapado pubis friccionaba mi pequeño pene con cada movimiento; los embates de su cuerpo me cortaban la respiración�..percibí sus roncos gemidos y los chorros de semen expulsados dentro de mi recto uno, dos, tres, cuatro�perdí la cuenta al sentir las convulsiones que se originaban dentro de mí, eran como pequeñas descargas eléctricas que nacían en mis intestinos difundiéndose por todo mi cuerpo�..ohhh �ohhhh�Tito qué culito más rico!!!!….exclamó Memo a la vez que buscaba mis labios; percibía los estertores de su miembro mientras chupaba su lengua; permanecimos así hasta que la rigidez de su miembro desapareció retirándose de mi interior; sentí como fluía la esperma de mi dilatado ano.

Quedamos abrazados, exhaustos, Tito: me dijo �no recuerdo que pasó anoche, pero en realidad�.tienes el culito mas rico del mundo� !!!… dirigió su mano acariciándome las nalgas, mientras yo iniciaba una mamada limpiándole los restos de semen de su pubis, testículos y pene.

Memo continuaba avergonzado, me rogó que lo perdonara, me trato de convencer que lo que había ocurrido era un error y que no iba a permitir que volviera a ocurrir. Yo guardaba silencio mientras lágrimas brotaban de mis ojos; bueno me consolé, por lo menos pude perder mi virginidad y logré desahogar mi sexualidad dormida. Guardé silencio mientras sentí que se levantaba dirigiéndose a la ducha, oí el agua correr, me levanté dirigiéndome a mi cama donde me acosté boca abajo suspirando quedamente hasta quedarme dormido.

Empecé a soñar que estaba en mi lecho, desnudo, boca abajo con las pompis al aire; que Memo salía desnudo del baño, se dirigía a mi cama y empezaba a acariciarme. Yo gemía a cada contacto de sus manos, de sus labios en mi espalda, en mis glúteos, era una sensación tan deliciosa, tan placentera que mi mano se dirigió a mi pubis buscando mi pequeño pene para acariciarlo, era tan real lo que sentía que aumenté mis gemidos y mis movimientos se tornaron más sensuales, sentí que Memo acariciaba mis redondas nalgas recorriendo el mojado canal que empezaba en mi espalda y terminaba en mi apretado ano; sentí que un dedo invasor me cosquilleaba en la entrada chapoteando en los jugos que brotaban de su interior; la sensación era tan real que empecé a arquear mi espalda buscando que el dedo se introdujera más profundo, ahora sentía que mis pezones eran aprisionados por sus manos; arquee aún mas mi trasero buscando en mi sueño que el dedo penetrara más en mi orificio, la sensación era tan tangible que arqueaba más y más mi espalda tratando de exponer al máximo mis pompis; oía mis gemidos en el sueño; era tan real�.tan real�.

De pronto, me di cuenta que no era un sueño, lo percibí así porque no había dormido en toda la noche, abrí los ojos y a mi espalda estaba Memo listo para embutirme su miembro en el culo; relajé mi cuerpo consiguiendo que la penetración fuera más fácil, sentí la invasión de mi recto mientras sus manos masajeaban mis pezones y su boca chupeteaba mi cuello.

Escuché su voz ronca susurrándome: �lo siento, no voy a renunciar a este culito que me enloquece�, yo seguí gimiendo y meneando mi trasero al tiempo que una sonrisa de satisfacción se dibujaba en mis labios..

Voltee mi cara para recibir el enlace de su boca que aplastó mis gruesos labios mientras ávidamente recibía la invasión de su lengua y así conectados recibí los potentes chorros de leche que inundaron nuevamente mi recto sacando de mi garganta sonidos guturales productos de los estertores orgásmicos que me acometían�..

Así quedamos desnudos, yo reclinado sobre su torso mientras el acariciaba mis pezones empezamos a hablar, le confesé a Memo que siempre lo había admirado, que siempre quise ser como él, pero mis anormalidades me avergonzaban y que ese día descubrí que en mi subconsciente existía una atracción íntima y sexual hacia él.

Por su parte, Memo me confesó que siempre se sintió atraído por mi rostro, mis gruesos labios, mis piernas, pero sobre todo por mis pompis y que cada vez que me agachaba o me veía pasar me miraba de reojo atraído por los movimientos de mis nalgas, pero nunca consideró vivir una relación homosexual.

Memo, despertó mi sexualidad desconocida. En esa época yo tenía 20 años, con 1.50 de estatura, poseía una rara contextura para un hombre de mi edad, era delgado, mi torso y mis hombros eran angostos pero mis piernas eran gruesas y torneadas de los tobillos hacia arriba; tenía manos y pies finos; mi cara estaba delineada por rasgos delicados, mis labios eran grueso, sensuales; nunca había tenido barba, ni vellos en las piernas, aparte de eso tenía un pene pequeño; aún erecto no alcanza una pulgada, en cuanto a mis testículos, era unas bolsitas pequeñísimas y pegadas bajo mi pene; no tenía senos pero había algo raro en mis tetillas, estas no eran normales; tenía dos pezones gruesos con aureolas grandes e hinchadas diferentes a otros hombres; tenía un trasero redondo y respingado además, mi voz era tan delgada que cuando hablaba por teléfono me confundían con una chica.

Memo, siempre fue mi protector, tenía 26 años, con 1.70de estatura y contextura atlética; compartíamos un apartamento desde la época de estudios de la preparatoria, pero durante ese tiempo nunca se dieron indicios para que ocurriera esta situación.

A partir de ese día vivimos una relación oculta, prohibida ante los ojos de la sociedad, esta iba tornándose más fuerte cada día, ya que cada vez que cerrábamos la puerta de nuestro apartamento, se despertaba el deseo, caíamos uno en brazos del otro para terminar copulando hasta quedar agotados, sin importar que fuésemos dos seres del mismo sexo. Él era ingeniero, se ausentaba por motivos de trabajo y esto hacía que nos extrañáramos y deseáramos cada día más.

Memo se alejó por un mes lo que aproveché para realizar algunos cambios en mí; como mi profesión es estilista de belleza me resulto sencillo; me dejé crecer el cabello hasta el nacimiento del cuello; acicalé mis manos y pies; delinee mis cejas y compre ropa unisex. Cierto día que estaba libre me dedique a la limpieza del apartamento, llevaba puesta una camisita anudada a la cintura, era de tela delgada que dejaba entrever mis oscuros pezones; que lucían mas prominentes; unos pantaloncillos cortos y anchos acentuaban aún más mis piernas y mi trasero. De pronto, sonó el timbre��.

Abrí la puerta y allí estaba Memo, me miro sorprendido, no lograba apartar la vista de mí, estaba deslumbrado, lo abracé amorosamente restregándome sensualmente contra él, permitiendo que sintiera la fragancia de una crema perfumada que había frotado en mi cuerpo: deposite un ardiente beso en sus labios; el me susurro al oído – �te espero en la cama�. Se dirigió a la recámara sin dejar de mirarme; sus ojos brillaban�su mirada estaba cargada de pasión, no podía ocultar los deseos que lo invadían, me sonreí porque yo estaba igual.

Cerré la puerta del apartamento dirigiéndome a la recamara donde Memo me esperaba sobre el lecho, desnudo, masajeado su miembro que lucía una poderosa erección, lo miré fascinado mientras que lentamente me despojaba de mis ropas�sentí un hormigueo en los pezones, una sensación de calor invadió mis entrañas, sólo dejé una tanguita cubriendo mi pubis� sentía el deseo de su mirada; camine hacia el lecho contoneando mis caderas sugestivamente, me monté sobre él y empecé a besarlo lascivamente, sus manos empezaron a acariciar mi trasero, sentí como ávidamente apartaba la tanguita y abría mis nalgas para guiar el erguido trozo de carne hacia mi húmedo y dilatado agujerito; ahhhh�.exclamó al sentir que su pene invadía mi recto sin mucho esfuerzo�Ahhhh�que húmedo y rico lo tienes�empecé a menearme sin dejar de besarlo; no resistió mucho�.sus gemidos anunciaron su inevitable eyaculación; yo, estaba en pleno ardor el cual aumento elevándome al éxtasis al sentir su calida esperma inundando mis entrañas; antes que cesaran los espasmos, extraje el miembro de mi ano para meterlo en mi boca y recibir allí los ultimas expulsiones de semen.

Qué delicia sentí al chupar aquel miembro cubierto de esperma, recorrí con mi lengua aquel poderoso falo hasta llegar a los empapados testículos los cuales se contraían espasmódicamente a cada caricia; el inhiesto pene no disminuyó su firmeza.

Me coloqué boca abajo sobre el lecho, metiéndome una almohada bajo mi pelvis de manera tal que mis nalgas quedaran alzadas, presentadas, listas para la copulación; Memo, comenzó a besarlas y a recorrer mi cuerpo con su lengua desde mi cuello bajando por mi espalda, recorriendo la línea de mi columna hasta llegar al nacimiento de mis pompis y continuar su avance hasta el umbral de mi ano, yo gemía de manera incesante, ninguno podía esperar más, se montó sobre mi trasero dirigió su miembro hacia la hendedura de mis glúteos buscando la húmeda abertura; esta no presentó obstáculo por lo dilatada y lubricada que estaba�Ohhhh..lo sentí entrar en mi interior hasta ser frenado por los mojados testículos.

Memo metió sus brazos bajo mi torso asiendo mis hombros con sus manos para impulsar con más fuerza sus caderas, mis nalgas rebotaban al choque con su pelvis a cada envión que me daba; sentía su aliento y su respiración agitada en mi nuca, sentí su boca chupeteando mi espalda; estuvo así largo rato, llenándome de pene; luego sin soltarme, nos dimos vueltas quedando mi cuerpo sobre el suyo, ensartado, ambos boca arriba; ahora sus manos aferraban mi pecho mientras embestía mi trasero, sentí que sus manos palpaban mis pezones empezando a manosearlos causándome estremecimientos placenteros, estos estaban engrosados y erguidos y las aureolas estaban inflamadas; su pene entraba y salía limpiamente de mi ano; coloqué mis pies a ambos lados de sus muslos acoplando mis movimientos a los suyos, bajé una mano y empecé a masturbarme..con la otra acariciaba su cara que estaba cerca de mi cuello; los movimientos arreciaron, estábamos empapados de sudor, la violencia de los embates causaba que su miembro se saliera de mi ano pero de inmediato mi mano dirigía la cabeza del glande para que nuevamente encontrara el camino y se embutiera dentro de mi cuerpo�el lecho crujía protestando por el abuso que estaba recibiendo, nuestros gemidos se confundían, sentí su boca buscar la mía y nos fundimos en un ardiente beso mientras nuestros cuerpos se acoplaban salvajemente�

Succioné su lengua al sentir espasmos que estremecían mi interior produciendo que mi trasero se tensara y se contrajera mi esfínter presionando aquel trozo de carne causando que Memo llegara al clímax y nuevamente expulsara leche a presión dentro de mis entrañas�así permanecimos acoplados hasta que las últimas contracciones de mi esfínter y los estertores de aquel poderoso miembro cesaron�Memo acariciaba mis infamados pezones y así abrazados nos quedamos dormidos��.

A partir del día que perdí mi virginidad, Memo me trató de manera diferente, su actitud era más amorosa y protectora, nuestra intimidad aumentó, ya no miraba mis pompis disimuladamente, empezó a fijarse en mí con más curiosidad e interés, le llamaba mucho la atención la forma de mi cuerpo, el tamaño de mi pene, las pequeñas bolsitas pegadas a él, mis rasgos faciales, mis carnosos labios y sobre todo mis redondo y respingado trasero; me convenció que consultáramos una opinión médica y así lo hicimos.

Un grupo médico me atendió y se interesaron en mi caso. A través de exámenes descubrieron que era hermafrodita; nos explicaron que mis órganos vaginales estaban desarrollados internamente y que el clítoris se había desarrollado fuera de mi cuerpo y desplegado más de lo normal además, los testículos no se habían desarrollado porque la producción de hormonas femeninas prevalecía sobre las hormonas masculinas todo esto se podía corregir con cirugía para reconstruir la vulva y darme mi verdadero sexo pero con el inconveniente que no aseguraban que podía procrear.

La sensación de espasmos y relajación que se manifestaba dentro de mí a cada encuentro sexual eran producto de la manifestación de orgasmos femeninos. El diagnosticarme el hermafrodismo y confirmar que el sexo femenino prevalecía en mí fue suficiente para llenarnos de felicidad y aceptar la programación del tratamiento y cirugía para devolverme mi real identidad.

Permanecí dos meses interna y en recuperación; al final del tratamiento me mostraron las fotos de la reconstrucción de los labios vaginales que abrían paso a mis órganos internos, mi vulva lucía fantástica. Durante este tiempo Memo estuvo ausente por la construcción de un proyecto hidroeléctrico; regresó cuando me dieron de alta; estaba muy nervioso.

El día que regresamos a nuestro departamento fue como una luna de miel, Memo me miraba amorosamente haciéndome sentir más frágil, más femenina.

Ya no teníamos que ocultar nuestra relación ya no era Tito�.si no Tita. Llegamos a nuestro apartamento y Memo me tomó en sus brazos para traspasar el umbral de nuestro hogar; luego se quedó indeciso, desorientado yo me recosté en el sofá y lo llamé a mi lado�.lo besé amorosamente y le dije amor�relájate�no tengas miedo, sin que él supiera que estaba igual de nerviosa..

Comenzó a besarme tiernamente mientras yo bajaba el cierre de sus jeans buscando su miembro, estaba flácido debido al nerviosismo, lo tomé con ternura y me introduje el glande en mi boca�Memo se recostó cerrando los ojos. Sentí como el pene iba adquiriendo dureza y tamaño; la cabeza del falo alcanzó su máxima dimensión empecé a mamársela con ardor, sacándole gemidos de placer.

Memo me detuvo, se desnudo completamente y vino hacia mí; empezó a desnudarme lentamente; quitó mis jeans y playera mirándome embelesado, estaba semidesnuda, mi cabello, mis labios entreabiertos, mis ojos, mi cuerpo, todo irradiaba una gran feminidad, sus ojos pasaban de la tanguita que cubría mi sexo al sostén que ocultaba mis pechos, el deseo de ver aquello que le seducía y que estaba escondido lo llevó de una manera hipnótica a mover sus manos y desnudar mi torso; al aire quedaron mis dos senos que habían crecido por el tratamiento hormonal durante mi convalecencia; habían adquirido el tamaño de unas pelotas de tenis coronadas por dos gruesos y morenos pezones rodeados por las hinchadas y oscuras aureolas�Memo estaba embelesado, tímidamente acercó sus labios y empezó a succionarlos tiernamente haciéndome gemir, una oleada de calor me invadió, me sentí febril, sentí que algo calido humedecía mi vagina, sus labios empezaron a bajar por mi vientre hasta llegar a mi pubis, suspendió allí para bajarme la tanguita; le abrí las piernas para mostrarle orgullosa mi fruta virginal..se quedó atónito, mirando mi sexo pequeño, con los labios entreabiertos, húmedos de jugos y en la parte superior�un grueso clítoris..se abalanzó sobre él empezando a chupetearlo con deleite�no aguanté.. Mordí la almohada, puse los ojos en blanco y gemí al sentir mi cuerpo estallar en un incontrolable y fantástico orgasmo.

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Nos acomodamos en posición inversa para seguir proporcionándonos placer, uno sobre el otro, yo sobre él mamándole el erecto miembro, sobándole los huevos, él debajo de mi succionándome el clítoris, metiendo y sacando su lengua en mi húmeda vulva; lo sentía jadear, tomar aire y abalanzarse sobre mi ano, introduciendo la punta de su lengua en mi culito, haciéndome delirar, yo tragaba su pene hasta quedarme sin respiración. Lo sentí resoplar a la vez que violentos caños de esperma llenaban mi boca coincidiendo con impetuosas convulsiones que contraía mi cuerpo a consecuencia de otro derrame orgásmico que se apoderaba de mí. Ansiosamente, se sentó en el sofá mientras yo me colocaba sobre su pene que no disminuía de tamaño, con mi mano dirigí el gordo y mojado glande a la entrada de mi virginal concha.

Memo estaba embelesado chupando mis pezones mientras yo trataba de introducirme la amoratada cabeza, fui presionando mis nalgas hacia abajo hasta sentir la invasión del grueso miembro�.Ahhh exclamamos al unísono, estábamos completamente acoplados, pubis con pubis y así empezamos un meneo sincronizado y lento mientras nos besábamos ardientemente; no trascurrió mucho tiempo para que ambos llegáramos al clímax. Jadeante no esperé a que se le bajara la erección; me extraje el embarrado miembro y lo dirigí a la entrada de mi culito�ábreme las nalgas papi�.le susurre, sentí el glande en la entrada de mi recto y me dejé caer. Ambos emitimos un ohhhh e iniciamos un apasionado apareamiento que finalizo con el derrame de su semen en mi recto�..así ..quedamos sudorosos, besándonos sin cesar hasta que los espasmos cesaron��con su miembro dentro de mí me levantó acoplada y me colocó en la orilla del sofá�continuó besándome y mamando mis pezones hasta que nuevamente sentí su miembro endurecerse dentro de mi interior; empezó a bombearme; agarrándome por los tobillos hizo que mis piernas se abrieran colocándomelas hacia atrás dejándome presentada a su erecto pene y empezó la copularme, sentí el semen salir expulsado cada vez que su ariete entraba y salía, sus testículos rebotaban en mis glúteos embarrándomelos del líquido pegajoso, de pronto me lo sacó del ano para embutírmelo en mi concha iniciando una enardecida penetración sacándome el pene de mi sexo para enterrármelo en el palpitante ano y así continuó hasta que ambos nos derramamos nuevamente�pero esto no iba a terminar ahí �.

Me arrodillé en la orilla del sofá mientras apoyaba mis manos en el respaldar del mismo, presentando a su vista mi redondo culo, mostrándole mi concha y mi palpitante ano ambos entreabiertos y manando esperma, el vicioso cuadro que le ofrecí le elevó la lujuria al tope y empezó a penetrarme por ambos orificios mientras se deleitaba masajeándome los pechos; yo estaba en éxtasis, oía en el fondo unos gemidos lejanos, vehementes y apasionados percatándome que salían de mi boca�algo en esa pose causaba que la estimulación fuese mas alucinante, sentía el enorme glande tocándome un área muy sensible dentro de mi sexo, no pude contener los orgasmos que me vinieron en oleadas�..nos tendimos en el sofá empapado en jugos de nuestros sexos ��mi cuerpo yacía sobre el de Memo �acariciaba mi redondas nalgas mientras yo lo besaba amorosamente�..

Hoy sigo viviendo con Memo, mi cuerpo, lo vuelve loco, me acaricia de pies a cabeza igual que yo a él, nos amamos y no hay día que no hagamos el amor, me miro al espejo y veo a una mujer con unos senos pequeños pero divinos, unas piernas de revista, un clítoris que enardece a mi marido, un culo redondo y respingado que es su delirio; una mujer completa�.igual yo lo adoro, lo amo porque me enloqueció con su gordo pene, el primero que invadió mi intimidad y que por él descubrí�. que era mujer !!!!!

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