Últimos Relatos de sceptico

Mi excitaci�n era bestial, sin mediar palabra cog� la regla de metal, levant� su falda, dejando su culo s�lo vestido con su tanguita al aire y le di un reglazo en los muslos con todas mis fuerzas.

Cre� a punto de correrme y se par� de golpe. Se levant� dejando su enorme polla delante de m� y me dijo �te atreves? Le mir� a la cara y el ardor que me corr�a por dentro hizo el resto, agarr� sus caderas y empec� a chupar.

Vamos a ver como chupas pollas sin parar pedazo de guarra. Sus insultos, lejos de irritarme me pon�an a�n m�s cachonda, me enervaban y hac�an que desease a�n m�s sus pollas. Se pusieron a mi alrededor con sus cuatro miembros dispuestos y empec� a chupar

Me acerqu� por delante cog� su pelo, y elevando su cara le dije al o�do: -Mira puta, yo soy el que dice cuando se r�e aqu�, �de acuerdo? Inmediatamente me coloqu� detr�s y le di el primer manotazo en el culo. Se encogi� un poco, pero no grit�. Luego otro y otro y otro. Poco a poco sus nalg…

Hac�a rato que hab�a decidido, sin saber muy c�mo ni por qu�, que me iba a follar a esos tres hombres, que sus miradas duras, sus manos rugosas y sus cuerpos sudorosos me hab�an puesto como una perra en celo.

, mientras me quitaba las sandalias, empec� a sentirme extra�a, estaba sola en casa con tres alba�iles sudorosos, que se mov�an por all� como plena libertad. Sent� que estaba completamente excitada.

Lo acarici� despacio, tratando de hacer m�a esa polla desconocida, acarici� sus huevos, mientras sus gemidos iban en aumento …

Y sin embargo, a�n hoy cuando recuerdo como esos desgraciados violaban a mi mujer, me sigo excitando.