Últimos Relatos de cristinar

Coger en el mar con mi ex parecía excitante, pero el agua salada me dejó la vagina irritada y ardiendo por días. Fue romántico hasta que terminé caminando como vaquera. ¡Nunca más!

Historia real disfrazada de ficción… Contexto: tomé clases de pintura con un profesor que me prendía mucho mucho

Hoy me llegó un nuevo juguete y esto me trajo recuerdos de como empecé mi pequeña «colección»

Anoche me di un festín sola: velas, aceite de coco y mi vibrador. Gemí como loca hasta squirtear las sábanas. Me grabé tocándome la pepita palpitante y el ano. ¡Quedé temblando y amándome a mí misma! La mejor noche de autoamor.

Le mamé el guebo al novio de mi amiga en un reto caliente. Era grueso, sabía a hombre y me lo tragué entero. Perdió el reto, y ahora yo quiero montármelo hasta que me llene de su leche.

¡Marica, me cogí a un chamito de 19 años en el baño del centro comercial! Le hice una mamadita y me lo dio duro contra la puerta, llenándome entera. Fue tan caliente y sucio que casi nos descubren.

Desde los 15 años me excita que me miren: subía la falda del liceo, mostraba tetas en Omegle y ahora provocó miradas en el metro. Necesito que hombres se corran viéndome, aunque sea el novio de otra en una boda. ¡Soy adicta al morbo!

Carlos me dio una cogida épica: besos que quemaban, mamadas que hacían temblar y una penetración que me hizo ver estrellas. Aunque al final… ¡se vino en 20 segundos!

Cuando ricardo me demostró que un güevito pequeño puede dar más placer que un bate de béisbol, cuando sabe usarlo con técnica y paciencia

A los 36, ser MILF es mi superpoder: chamos jóvenes, vestidos roba maridos y BBCs que me hicieron olvidar el abecedario. Desde el pipe que me mostró el cielo hasta el marido que no sospecha nada, vivo para estos encuentros donde la experiencia y la audacia chocan.