Últimos Relatos de Santiagor

Mi prima Dani cumplió 18 y me volvió loco. Comenzó con bloqueador en la piscina y terminé follándola en el cuarto. Ahora, en cada reunión familiar, intercambiamos miradas mientras recuerdo cómo gritaba mi nombre.

Una flaquita sin curvas pero con una vagina perfecta. La cogí en el baño, le metí el dedo en el culo y la hice venir tres veces. Nunca subestimen a las delgadas

Clara, la chica de la cafetería, tenía un vicio raro: le encantaba que le llenaran la garganta hasta ahogarse. La primera vez que lo intentamos, se tragó mi verga entera de un golpe – lágrimas, babas y todo. Nada la ponía más que sentir mi nepe aplastando su tráquea hasta correrse sin tocarse. Las mejores cogidas? Esas donde terminaba con la garganta roja y los labios llenos de mi leche. Ahora la veo servir café como si nada, pero yo sólo pienso en cómo gemía cuando le faltaba el aire.