Era un día de verano, estaba en casa de unas amigas y como la conversación no me interesaba mucho, empecé a trastear en mi instagram y de repente empezaron a saltarme los stories de la gente que seguía y uno de ellos era de un mago bastante famoso en la actualidad, y hacía una pequeña encuesta, a la que contesté.

Jamás pensé que una persona con miles de seguidores y famosete, se molestase en contestarme… Pero lo hizo para mi grata sorpresa, y empezamos una conversación subidita de tono, dejaba pasar unos días y le soltaba alto, esperando llamar su atención.

De hecho un día llegamos a hacer una breve videollamada con muy poca ropa.

El caso es que los meses pasaron, y la distancia tampoco favorecía que pudiesemos concretar un encuentro y la verdad es que sexualmente estoy más que servida, así que mi interés para desplazarme a su ciudad iba disminuyendo, pero me llamaba la atención su ex, que de vez en cuando la sacaba en sus stories.

Me parece una chica encantadora, muy sexy, pero sobretodo muy maja y cercana.

Así que un día, me dió por seguirla por instagram y en vez de seguirla por mi cuenta habitual, empecé a seguirla por mi cuenta en la que escribo microrelatos eróticos.

Al poquito empezó a darle like a mis posts, empezó a seguirme y me publicó en uno de sus stories.

Yo no me lo podía creer, de la manera más tonta nos estabamos hablando por instagram y le conté que la había descubierto a través de su ex, al que seguía desde hace tiempo.

Hablabamos de todo e incluso de nuestras inquietudes sexuales y así es como un buen día, le solté que me encantaría hacer un trio con ella y el mago Mike.

Ariel no dijo que no, y yo la verdad es que fuí bastante atrevida, ya que, tengo 21 años más que ella y muy poca experiencia en el deseo y sexo entre mujeres, pero es que no podía evitar la atracción que iba en aumento conforme la iba conociendo hacia ella.

El caso es que el mago iba perdiendo interés para mi e iba aumentando mi interés hacia ella, pero nunca se lo dije que a mi el mago Mike si estaba o no en nuestro encuentro ya me daba igual.

Pasaron unos meses y por fin, el mago tenía un bolo en Valencia, así que le dije que se viniese con él.

Llegó el momento, nos conocimos una hora antes del espectáculo y nada más verla, no pude ocultar mi mirada de deseo y él se dio cuenta, que la cosa ya no iba con él. De hecho, dijo…. Uy, creo que yo sobro, no?? A lo que contestamos al unísono, NOOOOOOO. Nos reimos los tres.

Ariel y yo nos fuimos al patio de butacas y vimos el espectáculo desde un lugar de excepción (teníamos enchufe). Al terminar el espectaculo, acudimos al camerino y allí había una chica más.

Así que Mike se acercó a Ariel y le dijo al oido, que no podía ser el trio que prefería acostarse con esa chica que al parecer había conocido unos meses antes en otro bolo.

Ariel me miró triste y me dijo: Nenita, no puede ser…. Y yo le dije, bueno y te apetece que hagamos algo?? Nos vamos de fiesta las dos??

Me dijo pues sí, vamonos por ahí.

Así que nos fuimos de fiesta las dos, bailamos hasta las tantas y entre el alcohol y la música nos besabamos de forma furtiva de vez en cuando, las dos sabiamos que el tema se estaba calentando, pero yo tenía muy claro que no iba a forzar ninguna situación y que sería ella la que decidiese que quería hacer.

Nos cerraron el pub y salimos a la calle, sudadas, riendo y felices de por fin habernos conocido.

Le pregunté: Dime Ariel, ¿Qué quieres hacer?

Me dijo necesito una ducha y le dije: Vaya y yo!

¿Te llevo al hotel? Y me dijo, no…. No puedo ir al hotel, porque yo pensaba que dormiría con Mike y me da que esta noche no voy a dormir con él.

Así que le dije que se viniese a casa y que no se preocupase, que no pasaría nada que ella no quisiera.

A lo que me contestó: Creo, chica guapa, que ambas sabemos lo que queremos!!

Ah si??.. Ah claro, una ducha, no??

Risas y más risas dentro del taxi y por fin llegamos a mi casa.

Nada más entrar por la puerta nos fundimos en un beso húmedo, mientras nos ibamos quitando la ropa y cuando estabamos medio desnudas, le dije: Una ducha??

Nos metimos en la ducha y empezamos a enjabonarnos la una a la otra, las dos somos de pecho grande y amplias caderas, estabamos fascinadas por lo parecidas que eramos ambas.

Con la ayuda del jabón y el agua caliente mis manos recorrian su cuerpo mientras las suyas hacían lo propio con el mio.

Salimos de la ducha, nos secamos y nos metimos en la cama.

Empecé a besarla en la boca y cuando me separé de su boca, se le escapó una sonrisilla y yo le miré como pidiéndole permiso para seguir… asintió con la cabeza y seguí besando sus pechos grandes y mi lengua se entretuvo con uno de sus pezones, sentía como estaba duro como una piedra y yo sabía que su deseo le estaba volviendo loca.

Segui bajando con mis besos hasta que llegué a su coño, la verdad es que era el segundo que probaba en mi vida y no tengo ni idea si lo hago bien o mal, pero no me corté.

Con mi lengua separé los labios generosos que encerraban un clitoris húmedo e hinchado por el calenton que llevaba, mi lengua lamía arriba y abajo, evitando centrarme directamente en su clitoris y un momento dado metí mi lengua dentro de su coño, mojadisimo.

Ella gemía, y me decía necesito más. Por favor, Athenea, necesito que me metas algo.

Le meti dos dedos dentro y aumentaba mi ritmo dentro de ella. Cuando los saqué los chupé y le di a probar.

El calentón era tal que saqué un dildo que tengo para mis noche de soledad y lleno de lubricante se lo metí hasta el fondo, sus gemidos y gritos me encendía cada vez más, tanto que yo notaba como mis flujos resbalaban por mis piernas.

Después de que se corriese de forma abundante, cayó rendida en mi cama.

Yo me hice la dormida, pero no me podía quedar así.

Así que me tuve que masturbar mirándole, de repente abre un ojo y me confiesa que se estaba haciendo la dormida.

De nuevo, venga las risas y le dije… Oye, señorita Ariel… Aquí la que se parece a Úrsula soy yo, así que no seas malvada conmigo.

Me dijo dejame que pruebe a que sabes y acercó su boca a mi coño y me metió la lengua dentro de mi y yo empecé a correrme en ese mismo instante.

Me lamió al tiempo que me metió dos dedos dentro de mi, que provocaron de nuevo otro orgasmos, nos besamos y nos quedamos dormidas.