Bueno, esto es algo que tengo que contar porque si no reviento, tengo 39 años y la gente cree que a mi edad ya una se calma pero no, para nada, al contrario, cada vez me pongo peor y mas caliente, y la cosa con mi hermano no es nueva, viene de hace tiempo, de años incluso, pero nunca habiamos llegado tan lejos como para grabar un video, eso paso hace como dos semanas y todavia me acuerdo y me mojo solo de pensarlo.

Mi hermano, que se llama Luis y tiene 35 años, osea es mas chico que yo, siempre hemos tenido una relacion super cercana, pero desde que eramos chibolos habia una tension rara, miradas que duraban mas de lo normal, roces cuando pasabamos uno al lado del otro en el pasillo de la casa de mi mama, cosas asi. El se fue a vivir solo hace un par de años a un departamento chiquito pero nice, y yo voy a visitarlo seguido, para cocinarle y hacerle compania, porque el es soltero y a veces se deprime. Total que ese dia, un sabado por la tarde, fui a su depa con la idea de ayudarlo a ordenar un poco porque siempre vive hecho un desastre. Llegue y el estaba en el sofa viendo television, con un short de esos de deportes que se le marcaba todo, y yo no pude evitar mirar, de verdad que mi hermano esta bueno, se cuida en el gym y se le nota. Yo me puse a limpiar la cocina, pero con una falda corta y un topsito sin mangas, porque hacia calor, y yo tambien queria que el me mirara, para que vamos a hacer cuentos.

Despues de un rato, el se levanto y se me acerco por atras mientras yo lavaba los platos, y me dijo al oido «hermana, deja eso, ya esta limpio», con una voz mas ronca de lo normal. Yo me di la vuelta y el estaba ahi, tan cerca que senti su aliento en mi cara. No dije nada, solo lo mire, y el bajo la mirada a mis tetas y luego otra vez a mis ojos. Eso fue todo. En ese momento supe que algo iba a pasar. El bajo las manos y me agarro de la cintura, y yo deje escapar un gemido suave, y entonces el me jalo hacia el y me empezo a besar. Fue un beso con hambre, con desesperacion, con la lengua metiendose hasta mi garganta y las manos apretandome las nalgas por encima de la falda. Yo le respondi igual, le agarre la nuca y le mordi los labios, sintiendo como se le ponia duro contra mi pierna.

Nos fuimos para el cuarto, tropezando, sin soltarnos de la boca, y en la cama el me arranco la ropa y yo la de el, y por primera vez lo vi completamente desnudo, con su verga dura y grande, palpitando, y yo me puse a temblar, pero de ganas, no de miedo. El se tiro encima de mi y me empezo a chupar las tetas, una y otra vez, mordisqueandome los pezones hasta que yo gritaba, y luego bajo la cabeza y me abrio las piernas y me empezo a lamer la panocha, que ya estaba chorreando. Yo no podia creer lo que estaba pasando, que mi propio hermano me estuviera haciendo eso, pero el placer era tan grande que se me nublo la vista y solo sentia su lengua recorriendome entera, metiendose y saliendo, chupandome el clitoris como si fuera un caramelo.

En eso, el se levanto y agarro su celular del velador. Lo prendio y me miro con una sonrisa picara. «Quiero grabarte, hermana,» me dijo, y a mi en lugar de darle verguenza, me dio mas calentura. Asenti con la cabeza, y el empezo a grabar. Se puso a un lado de la cama y enfoco hacia mi, mientras yo me tocaba, con las piernas abiertas, mostrandole todo, metiendome los dedos y gimiendo su nombre. «Luis, Luis, por favor,» le decia, y el se acerco con el celular y me grabo la cara, mis tetas, mi panocha abierta y mojada. Luego, el se puso detras de mi y me levanto las nalgas, y grabo como me metia la verga por atras, despacito, mientras yo gritaba y me mordia el brazo del placer. El sonido de su celular capto todo, mis gemidos, sus gruñidos, el ruido de nuestros cuerpos chocando, y de fondo, en la television del living, estaba sonando una cancion de Pink Floyd, «Comfortably Numb», que a el le gusta poner siempre.

El video no paro ahí. El me dio vuelta y me puso en cuatro otra vez, y me empezo a coger por detras, dandome tan fuerte que la cama golpeaba contra la pared, y el celular en su mano grababa todo, el movimiento de sus caderas, como me agarraba de las nalgas para abrirme mas, como se le marcaban los musculos de la espalda. En un momento, el me dijo «mira al celular, hermana, mira como te estoy cogiendo», y yo voltee la cabeza y vi la pantalla, y me vi a mi misma, con la cara desencajada del placer, el pelo pegado a la frente por el sudor, los ojos vidriosos, y a el detras de mi, poseyendome. Fue tan excitante verme asi, en video, con mi hermano, que me corri de inmediato, con un temblor que me sacudio entera, y el siguio dandome hasta que el tambien se vino, gruñendo como un animal, y me lleno por dentro, y el celular grabo como su semen salia y se me escurria por entre las piernas.

Despues, los dos tirados en la cama, jadeando, el me paso el celular y me mostro el video. Yo lo vi todo, desde el principio, y me puse colorada y caliente otra vez. Escuche mis gemidos, altos y claros, y la musica de Pink Floyd de fondo, que le daba un toque raro, como de pelicula. El video dura como diez minutos, y se ve todo, no hay nada que no se vea. El me pregunto si lo borraba, y yo le dije que no, que lo guardara, pero bien escondido. Y asi fue. El lo guardo en una carpeta con contraseña, y desde ese dia, cada vez que voy a su casa, lo vemos juntos antes de coger, y a veces el me manda pedazos por WhatsApp cuando estamos separados, y yo me masturbo viendome a mi misma con el, gimiendo como una loca mientras suena Pink Floyd. Es nuestro secreto, algo que sabemos que esta mal, pero que nos prende tanto que no podemos parar. Y la verdad, no quiero que pare.