…no soportaba la idea de dormir sola un día más. Me levanté con mi camisón trasparente dispuesta a todo. Como era posible que mi tío fuese gay, no me lo podía creer. Toda mi vida había estado enamorada de él y justo por la tarde me presentaba a su pareja, que encima era un tremendo mulato, guapísimo, fuerte y con un enorme bulto en su entrepierna. Mi tío es un hombre superatractivo. Varonil, alto, moreno con unos ojos verdes preciosos y músculos por todos los lados de su maravilloso cuerpo de gladiador. Yo soy una chica de 1,62 pelo rubio largo liso, ojos verdes pardos grandes, muy guapa. Y tengo 85 de pecho 56 de cintura y 90 de cadera. Sí estoy muy bien. Pero a lo que iba. Me levanté consternada, pero sobre todo excitada. El mulato me había puesto muy cachonda. Estaba mojada y no me daba la gana de masturbarme otra noche más. Ahora mi tío estaba en la cama con el mulato y yo sola derritiendome de deseo en mi cama.

Abrí la puerta con sigilo. Estaban dormidos y como me esperaba desnudos, me adelante hasta estar a la altura de la cama. Noté que mis pezones se erizaban descontrolados, y bajé mi mano, retirando suavemente la sábana que los cubría. Me asombré al ver la enorme polla del mulato, estaba flácida pero aún así su tamaño y grosor era descomunal. A mi tío se la había visto otros veranos que había ido a visitarle, en la ducha. No pude evitar empezar a tocarme, delante de mí estaban aquellos dos hombres maravillosos y yo esperando que fuesen vida. Una chiquilla como yo desesperada por follarme a mi tío desde hacía tanto tiempo y ahora se follaba o le follaba aquel enorme mulato. Me sorprendí al abrir los ojos, el mulato se había despertado y me miraba con una leve sonrisa en su cara. Me quedé avergonzada y salí corriendo del cuarto. Con lo decidida que estaba a la hora de la verdad me cortaba. Me sentía como una niña, bueno la verdad es que aún lo era. Pero solo dos minutos después mi tio entraba en la habitación. Comenzó a hablarme, diciéndome que era algo normal mi interés por el sexo. Mientras me hablaba mi tío me acariciaba el pelo dulcemente y yo consternada porque lo que estaba consiguiendo era ponerme aún más cachonda. Al poco entró el mulato totalmente desnudo, me quedé sorprendida mirando a mi tío, pero a este le pareció algo normal. El mulato se sentó al otro lado de la cama y comenzó a acariciarme sin mediar palabra mis tetas. Mi tío se quedó en silencio acariciando mi cara y se acercó lentamente para tranquilizarme hasta que su boca encontró la mia. Como si estuviese poseída desde mi interior por el deseo me dejé llevar, lo deseaba. El mulato me pellizcó con fuerza mis duros pezones y me estremecí de placer. Mi tío comenzó a desnudarme lentamente, al poco tiempo estaba sin el camisón y en medio de aquellos dos hombres, me devoraban, mientras uno me comía mi encharcado coño el otro me mordía las tetas, me metía su lengua en mi boca y me tiraba del pelo. Se fueron intercambiando de manera alocada y yo tuve un orgasmo que hizo salir un enorme chorro de mi coño. Mi tío y el mulato se quedaron alucinados pero pareció que les gusto. No pararon, por el contrario continuaron dándome caña sin descanso. Mi tío ahora se dedicaba a mi culito, lo lamía con enorme experiencia y yo solo podía retorcerme de gusto en la cama, enredándome con mi propio cabello. El mulato se dedicaba ahora a chuparle la polla a mi tío, joder¡ aquello me puso aún más loca, veía como un hombre se la comía a otro. Luego el mulato enorme me cogió como si fuese una muñeca, me puso a cuatro patas y comenzó a meterme su enorme polla por mi culo muy despacio, mi tío se puso por debajo mio y colocó su polla a la entrada de mi coño. Poco a poco las dos enormes trancas fueron entrando en mi interior. Creo que perdí el control por completo, pero quería morir así, no puedo describir lo que sentía al recibir las envestidas de aquellos dos sementales. Yo tan pequeñita de estatura con dos hombres de más de 1,90 los dos. Me sentía la chica más afortunada del mundo, pensaba que estaba protegida. Pero lo que me pasó es que comencé a tener orgasmos sin parar, gritaba como una loca desesperada de gusto. No paramos, les hice una mamada a los dos a la vez con la misión que ambos se corrieran en el mismo momento, cosa que conseguí. Me encanto degustar por primera vez la leche caliente del hombre. Mi tío parecía no parar de sacar leche, y el mulato la tenía especialmente caliente. Quedé derrotada. Me corrí en seis ocasiones y luego sentada en un sillón, fumándome un cigarro, vi follar a mi tío con el mulato. Me excitó tanto la visión que me uní a ellos y de nuevo me dieron caña sin cuartel hasta el punto que me follaron el culo una y otra vez, metiéndome la polla los dos a la vez por mi culo. Pero como era posible que cupiesen esas dos enormes pollas por un culo que hasta esa noche era virgen.

Desde entonces me he convertido en una más de su relación. Compartimos un trío de ensueño y yo soy una chica muy afortunada….