Hola, soy Diego Phoenix y hoy os voy a contar la historia de como logré hacerlo con mi reprima Valeria el mismo día de su cumpleaños.

Para poneros en contexto ella vive en un pueblo junto con sus padres y abuelos, pasa la mayor parte en casa de estos últimos. El cumpleaños en cuestión se celebreba en la casa de sus abuelos.

Cuando entré por la puerta Valeria me abrazó y la giré mientras la daba un fuerte abrazo y varios besos por la cara y la decía feliz cumpleaños. Ella me gustaba mucho, pero no iba a decirla eso, menos el día de su cumpleaños, ¿quién se iba a imaginar que iba a darla el mejor regalo posible?P

Pasó el tiempo y la gente seguía llegando, hasta que ya no faltaba nadie más por llegar. Yo de mientras estaba en la habitación de Valeria con ella hablando de chorradas y molestandonos y poco (parecemos más primos por la cercanía de edad).

La cosa es que entonces la empecé a hacer cosquillas, ella las odia y yo lo sé bien, pero me gusta verla dar vueltas descontroladamente, así que no dejaba de hacerlas, hasta que toqué su teta derecha, noté que estaba dura y decidí apretarla suavemente, a lo que Valeria respondió con un gemido suave que me excito. Entonces entablamos la siguiente conversación.

– ¡Ay! ¿Por qué has hecho eso Diego?

– Yo…lo siento, no sé, me dejé llevar, perdón (me puse de rodillas encima de su cama)

Entonces ella me mira de abajo a arriba y de arriba a abajo, se me queda mirando abajo por un rato, su cara se quedó en shock, yo no entendía nada, así que decidí mirar abajo, entonces lo vi, tenía todo el paquete bien marcado. Ella rápidamente me desabrochó el pantalón y me la sacó del calzoncillo rápidamente como si tuviera experiencia en desnudar chicos y comenzó a moverla rápido y fuerte de abajo a arriba hasta que me vine en su mano cálida.

Entonces la dije que “¿por qué lo había hecho?”, a lo que me respondió con una frase que me sonaba muy similar “me dejé llevar”, pero la acompañó de una sonrisa pícara. Nos quedamos mirando en silencio, ambos nos sonrojamos y yo la dije “vamos bébete mi leche” y como si fuera sumisa de nacimiento, agarró mi polla y comenzó a chuparla muy ricoz las manos las pasó a mis huevos y los estimulaba. Aún con mi polla en su boca me dijo que iba a vaciarme hasta los huevos y no mentía.

La primera descarga fue la más grande de las que me han hecho (es decir, más grande que la de mi prima Andrea de la historia “BLANCA NAVIDAD”), mi semen acabó por todas partes, entre ellas su peloz su boca y si cama. Ella pareció no darle importancia, se desnudó entera, sus pechos algo grandes hizo que se me parase de una, me empujó y me pajeó mientras me lamía la parte del medio de los dos huevos y en cinco segundos de reloj me vine de nuevo. Me explicó que era una debilidad de los hombres que no conocían muchos, pero que les volvía locos, y era verdad me tenía loco por ella.

Luego aprovechó sus pechos para que les diera un pequeño repaso, primero los besé, luego los apreté de nuevo, los noté duros, tras esto, los comencé a lamer y posteriormente a chupar. Mientras tanto, ella jugaba con mi polla y sus dedos delineando la cabeza de mi polla, luego puso esta dentro de su coño, se sentía muy rico, era calentito y húmedo y ahí comenzó a botar encima de mí hasta que acabé dentro hasta cinco veces seguidas. Después, usó sus tetas para sacarme leche y a la par lo acompañaba con lamidas muy buenas.

Para finalizar, dijo que qué era lo que más me excitaba y la dije que los pies femeninos, está no lo dudó ni un segundo, me dió a oler los suyos y fue directa la reacción de que se me parase en nada de tiempo, ella se quedó en shock ante esto y luego optó por cumplir lo que me dijo. Usó sus pies para hacerme venir, como empecé a gemir y no quería que nadie subiera a su habitación puso uno dentro de mi boca y me dijo que lo chupara y lamiera como buen perrito. A la par con el otro hizo una pinza para seguir masturbándome cuando vió mi cara de que iba a acabar hizo presión en la punta, me dijo que no iba a dejarme correrme, no aún. Se puso a lamerme los huevos bien profundos mientras seguía la pinza para que no saliera nada.

Sentía como cada vez había más y más semen en mi polla, pero que no podía salir hasta que sentía semen por todas las partes del interior de mi polla, fue entonces que me miró y dijo “ya has sufrido bastante, es hora de tu final feliz” y me volvió a pajear con su pie y me vine en nada de tiempo. Fue la mayor sacada de semen de una que en la vida me hicieron (reitero que antes de eso me lo hizo la prima Andrea en la anterior historia y fue en navidad, esto en marzo). Luego cogió y la chupó tan bien que me dejó seco hasta los huevos estaban disinflados y los chupaba con ganas de tomarse hasta la última gota de mi delicioso semen. Acabé exhausto en su cama, me besó en los labios y me dijo que me quedase a dormir con ella y dije que encantado.

Al poco rato llamaron para que bajásemos porque ya todos habían llegado. Al bajar unas amigas de Valeria fueron a abrazarla y la dijeron “nos han dicho nuestros padres que no hay problema en que durmamos aquí”. Entonces supe que iba a pasar una buena noche cuando ella me miró y se relamió la lengua y sus amigas me miraron con una cara pícara. Algo me daba a mí que ella ya sabía que yo iba a aceptar. Pero lo que pasó esa noche es para otra historia aparte. Espero que les haya gustado mucho este relato de como lo hice con mi reprima Valeria y fuí dominado por ella. Si quieren la próxima parte cuanto antes apoyen esta y la de “BLANCA NAVIDAD”. Diego Phoenix se despide hasta aquí. Bye.