agosto 7, 2022

3776 Vistas

agosto 7, 2022

3776 Vistas

Pelea de hermanos [Parte 2 FINAL]

0
(0)

Pelea de hermanos [Parte 2 FINAL]

Relato de DandyErotic

Sábado, 30 de junio, 2018

 

Llegó el gran día.

 

Mi hermana no se metió al agua por la tarde. Se limitó a tomar el sol en cuanto me vió con las gafas de buceo. Me acerco a saludarla.

 

—Oye, Marta, ¿estás bien?

 

—Estoy perfectamente, quítate, que me tapas el sol.

 

—¿No seguirás enfadada?

 

No me contestó.

 

Después de la piscina. Me metí en la bañera. A los pocos minutos. Se abre la puerta y aparece Marta.

 

—Mira por donde. Un enano pervertido que está indefenso —me dijo con una sonrisita maliciosa.

 

Me cubro sobresaltado el paquete, ya que no me baño con mucha espuma. Y se veía todo.

 

—Marta, por favor. No tiene gracia.

 

—¿Ah, no? Cuando te vea la pichilla, sí que va a tener gracia —se aproxima.

 

—¡No, Marta! Oye, lo siento. Te prometo que no volveré a incordiarte —supliqué.

 

Ella se agacha y se apoya en el borde de la bañera.

 

—Tus promesas no me sirven. No me iré de aquí hasta que no te vea el pito ese que escondes. Que seguro que es diminuto —se ríe a carcajadas.

 

La muy guarra busca venganza. Pero yo no cedí.

 

—Pues espera sentada yo no voy a enseñarte nada. No abuses de tu hermano, soy más pequeño que tú —le dije muy nervioso.

 

—Pero si ya no eres tan pequeño. Vas espiando a las chicas, ¿no?

 

—Por favor, Marta…

 

—¿De qué tienes miedo? ¿De que me ría? ¿Tan pequeño es?

 

Ella se arrima más para asomarse.

 

—¡Vete! —grité.

 

Me asusta que pueda verme. Levanto las piernas y bloqueo más la visión con mis muslos y rodillas. Ella se levanta.

 

—Uh, pues sí que tiene que ser pequeñito, si tienes tanto miedo.

 

Se quita la ropa porque lleva puesto el bikini.

 

—¡¿Qué haces, Marta?! —grito muy extrañado.

 

Se mete en la bañera.

 

—¡¿Te has vuelto loca?!

 

—Vamos a hacer una cosa, mocoso. Te reto. A ver quien es el primero que sale de la bañera.

 

—¡¿Ah, sí?! Pues no voy a salir en la vida. ¿Qué te has creído? Aguantaré lo que haga falta. A mí me encanta el agua.

 

Me mira muy burlona.

 

—Lo tengo todo previsto, enano. He encendido tu portátil. Me sabía tu contraseña.

 

—¿Qué? ¿De qué hablas?  —pregunto cagado de miedo.

 

—Te conviene salir del agua. ¿Qué prefieres que yo vea tu minúsculo paquetito o que mamá y papá entren a tu cuarto?

 

—¡¿Qué?! ¡¿Qué es lo que has hecho, zorra?!

 

—He encontrado una carpeta de fotos mías en tu ordenador, que me habrás sacado de manera furtiva. Así que ahora mismo tu ordenador está encendido y muestra mis fotos. Mientras está reproduciendo un vídeo porno a todo volumen.

 

—¡Eres lo peor! ¡Puta! ¡Guarra! ¡Te odio!

 

—Pues tú me das asco. Eres un niño sucio y degenerado. Cuando ellos pasen cerca de tu puerta, lo escucharán todo. Verás la bronca que te espera, David.

 

Los dos nos quedamos callados. Y pasa el tiempo.

 

—¿No vas a salir? —pregunta Marta.

 

—¡Estoy desnudo, coño! Saldré después de ti. No dejaré que me veas.

 

—¿No te importa que descubran lo que haces en tu ordenador?

 

—Tal vez es peor que nos vean a los dos aquí, ¿no lo has pensado, boba?

 

Mi hermana cambia la expresión. Y cambia de táctica. Empieza a hacerme cosquillas.

 

—¡Para, para! ¡Joder! ¡¿Tantas ganas tienes de verme el rabo?! ¡Admítelo, tú también estás enferma!

 

—No pararé hasta que me lo enseñes. Es lo justo. ¡Me vas a respetar a partir de ahora renacuajo!

 

Se me van las fuerzas. Me acaricia fuerte por todos lados. Y no puedo usar las manos para bloquearla.

 

—¡Ríndete ya! —me dice mientras me hace cosquillas en la planta del pie.

 

—¡Para! ¡Está bien! ¡Tú ganas!

 

Una vez más me ganó mi hermana. Me levanté dispuesto a salir de la bañera. Mi hermana se sonrojó.

 

—¡David! ¡¿Pero qué…?! ¡¿Te has empalmado?! —dijo apartándose inmediatamente.

 

—¡Pues sí! ¿Qué esperabas? Tanto tocar, tanto tocar, al final pasa lo que pasa, sobona.

 

—No lo puedo creer… definitivamente eres un caso perdido. ¡Qué indecente! ¡¿Con tu propia hermana te pones cachondo?!

 

Salgo de la bañera. Los dos enmudecemos. Ella aparta la vista. Y yo me voy literalmente con el rabo entre la piernas.

 

Esa misma noche

 

No hago más que pensar en lo ocurrido. Pese a vivir aquella situación ridícula y haber perdido otra vez contra mi hermana, lo único que me viene a la mente son algunas sensaciones. Mis piernas entre sus muslos. Sus pechos flotando y cubiertos de jabón. Esa sensualidad me invade el cuerpo. Me bajo el pantalón para poder aliviarme. Recuerdo sus dedos tocándome. Pero esta vez me dan placer y me excitan.

 

Cuando la cosa empieza a calentarse, entra mi hermana en la habitación.

 

—Buenas noches, David.

 

—¿Qué coño haces aquí?

 

Se sube a la cama.

 

—Anda, no te hagas el digno. Tenemos que hablar de lo que pasó antes.

 

Me quita la manta. Y revela mi pene con una erección completa.

 

—Te he pillado machacándotela, ¿a que sí? —dice mientras me vuelve a hacer cosquillas.

 

—¿Qué haces? ¿No tuviste bastante en la bañera?

 

Ella detiene la tortura y se acerca lentamente. Empieza a manosearme por el pecho. Y desliza su dedo índice hasta mi pelvis.

 

—Lo cierto es que no —me susurra al oído.

 

—¿Qué? —digo con voz temblorosa —¿Qué te ocurre Marta?

 

—Estaba equivocada, no tienes una pilila precisamente. No puedo borrar esa imagen de mi memoria. Necesitaba verlo de nuevo.

 

—¿De verdad? ¿Te gusta?

 

—Confieso que no podía dormir. Estaba pensando todo el tiempo en lo mismo. 

 

—¿Ah, sí? Yo también. ¿Te parece grande?

 

Ella me lo sujeta con fuerza y me acaricia el glande.

 

—Pues nunca he visto uno de cerca. Pero sí me lo parece.

 

Marta se acuesta boca arriba. Y me hace un gesto con el dedo para que me acerque.

 

—Acaríciame, David.

 

Lentamente empiezo a rozar su piel, a tocar sus pechos, los muslos…

 

—Marta, ¿esto está bien? —pregunto algo incómodo.

 

—Que si está bien, ¿me dices ahora? No me jodas. Todo el tiempo hemos estado haciendo cosas que no deben hacer los hermanos. Nos llevamos de puta pena y peleamos sin parar. Hasta que esta tarde te he visto la polla. Creo que ha sido cuando he comprendido lo que te pasaba estos días. Porque creo que estoy empezando a sentir lo mismo que tú. Sea correcto o no, he estado pensando que para variar… podríamos hacer el amor.

 

—Sería como hacer las paces pero a otro nivel, ¿no crees, hermanita?

 

—Anda calla y bésame el cuello.

 

Le beso el cuello y voy subiendo poco a poco hasta que me roba un beso en toda la boca. Es un beso tierno, largo y sentido.

 

Marta se quita la ropa poco a poco. Le ayudo con la ropa interior. Y saca un preservativo que guardaba en las bragas.

 

—Oh, Dios. ¿De verdad estamos a punto de hacerlo? —Le digo con una ligera sonrisa.

 

—Creo que pensamos lo mismo. Pero para qué detenernos, si lo estamos deseando.

 

—Y una cosa. ¿Qué pasa con mamá y papá?

 

—Hoy es sábado. ¿No te acuerdas? No vendrán hasta las tres de la madrugada. No te detengas.

 

Mientras le succiono un pezón, ella saca el condón y me lo pone con mucha delicadeza. Me sujeta el pene y lo orienta hacia la entrada de su vagina.

 

—Ten cuidado, ¿eh? vayamos despacio. También es mi primera vez —dice mientras me coloca la punta del glande justo en la entrada de su coñito.

 

Penetro y los dos exhalamos a la vez. Nos volvemos a besar. Me mira fijamente. Me vuelve a besar. Poco a poco, entre besos y caricias, los dos comenzamos a jadear. El ritmo de la respiración aumenta con intensidad. Empiezo a sentirme muy cómodo en la postura del misionero. Mis movimientos de cadera empiezan a ser más rápidos.

 

—Espera, David. Más despacio —frunce el ceño con un gesto de dolor leve.

 

—¿Estás bien? ¿Lo hago mal? —pregunto bajando el ritmo, pero sin detenerme.

 

—No, no. Sí que me gusta. Y a la vez… espera. Déjame arriba.

 

Cambiamos para que ella se ponga encima. Y comienza a mover las caderas. Al poco tiempo volvemos a entrar en calor. Pero empiezo a sentir que me voy a correr.

 

—Marta, creo que….

 

—¿Te corres? ¿Puedes aguantar un poco más?

 

—Sí… no, no. Creo que no.

 

Ella se agacha y me besa. Estamos cara a cara. Sintiendo la respiración de cada uno.

 

—Está bien, no pasa nada. Hazlo. Córrete.

 

Y así fue. En dos segundos grité de placer y me corrí mientras le agarraba fuerte de las nalgas a mi hermana.

 

—Lo siento, Marta —le digo mientras me ayuda a quitarme el condón—. Si quieres, se me ocurre que…

 

Se tumba boca arriba y me mira con picardía.

 

—Aún puedo correrme, si me ayudas, claro.

 

Me sujeta la barbilla y me dirige hacia sus caderas. Me agarra del pelo con dulzura y empiezo a lamerle el coño. Por como se excita, diría que tengo muy buena técnica.

 

Al cabo de unos minutos ella también se corrió. Y me fascinó la manera en la que se retorcía de placer. Jadeaba y gemía con un orgasmo muy fuerte.

 

Ella se viste y me da el último beso.

 

—¿Te vas? ¿Creía que dormiríamos juntos? —le digo con ojos de corderito.

 

—No, amor. Es mejor que cada uno duerma en su habitación. No deben descubrirnos. Será nuestro secreto, ¿vale?

 

—Vale, guapa —le dije mientras ella se marchaba cerrando la puerta.

 

Recuerdo que esa noche dormí al instante. Y deseando volver a repetirlo más veces. Las ganas de follar a mi hermana mayor me volvían loco. Quería aprender junto a ella más cosas. 

Supongo que sí. Es la cosa más extraña que he vivido. O puede que sea el mejor día de mi vida. Dos hermanos que “hicieron las paces”. Y de la manera más increíble que pudiera haber soñado. De hecho, aún no me acostumbro a que me llame amor. Pero claro, ella ya se ha dado cuenta de que de enano, no tengo nada.

FIN.

(Todos los personajes son ficticios y son mayores de edad. Incluso aunque se especifique lo contrario)

¿Que te ha parecido este relato?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este relato.

Una respuesta

  1. helenx

    Stop jerk off. I know a site where thousands of single girls are waiting to be fucked. Look at them: http://xnice.fun/rt

Deja un comentario

También te puede interesar

HIJA, MADRE Y ABUELA

anonimo

11/11/2012

HIJA, MADRE Y ABUELA

las aventuras con mi tía

anonimo

27/04/2015

las aventuras con mi tía

Madrina caliente

anonimo

19/04/2014

Madrina caliente
Scroll al inicio