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agosto 9, 2012

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Mis hermanas y yo

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Hace 6 años, cuando tenía casi quince, jugueteaba mucho con mis dos hermanas, Lorena, 18 meses mayor y Karen 11 meses mas chica que yo, en esos jugueteos le metía mano a las dos, principalmente a Lorena, que tenía y sigue teniendo muy buen cuerpo, Karen se le estaba formando un buen cuerpo, de busto estaba igual que Lorena pero le faltaba tener la cintura y las caderas de su hermana mayor. Un día jugueteando con Lorena, tomo mi mano y me mordió el dedo medio, yo le quite mi mano por el dolor, ella volvió a tomarla y con besos trato de contentarme, pero siguió chupándome y lamiéndome el dedo como si me estuviera mamándome el pene. Con su sonrisa picara me dio a entender que no era accidental su acción, eso me puso muy excitado, pero no supe que hacer, por lo cual mi hermana se sonrió y poniéndose de pie se fue a su recamara, yo me metí a bañar para bajarme la excitación, pero cuando salí de bañarme me senté en mi cama y comencé a masturbarme imaginando que era mi hermana que me lo estaba haciendo, cuando abrí lo ojos Lorena estaba parada junto a mi, viendo lo que hacía, sin decir nada, yo me sorprendí pero seguí moviendo mi mano aunque mas lento, ella sonrió y se sentó junto a mi, su mano suave y tersa desplazó tiernamente mi mano y me masturbó poco a poco, después se hincó frente a mí entre mis piernas acercando su boca para mamarme la verga, después se quitó su bata quedándose únicamente en su diminuta tanga, tomó mis manos y las llevo a su pecho para que le acariciara sus pequeños pero hermosos senos, me acerque para chupárselos, ella se quito la tanga y me mostro su vagina perfectamente rasurada, la toque, la acaricié y sin pensar la jale para poder mamarle su preciosa vagina, Lorena gemía intensamente, me aventó a la cama y se montó sobre mi verga metiéndosela hasta el fondo y cabalgando intensamente, La emoción me hiso terminar rápido pero dentro de ella. Los días siguientes seguimos teniendo nuestros encuentros sexuales, con intensos besos en la boca, le chupaba sus hermosos senos como su deliciosa vagina y culo, también la penetraba tanto por su vagina como por su culo,

Un día vi a Karen salir de bañarse con la toalla enrollada en su cuerpo, estábamos solos, así que aproveche para molestarla mientras se peinaba frente al espejo, yo tenía mucho morbo de verle sus tetas, así que me decidí y le jale la toalla dejando sus tetas al aire, ella se preocupo mas por pegarme un manotazo en el brazo que por cubrirse.

– ¡Carlos� te pasas de atrevido! � me dijo sonriendo al momento que se cubría sus tetas con ambas manos.

Sus senos blancos y redondos, coronados por unos pezones rosaditos y pequeños, me pusieron la verga bien dura, ella me miro por el espejo y comenzó a peinarse dejando sus senos descubiertos otra vez, entonces me acerque y por la espalda le agarre sus hermosos y suaves senos.

– ¡Carlos� que atrevido eres! � me dijo al momento que se levantaba pegándome con el peine varias veces.

Yo solo me hice para atrás y caí en la cama, cubriéndome los golpes, ella se monto encima de mí.

– ¡Ya, ya Karen! Duele con el peine.

Ella se detuvo, se quedó montada sobre mis piernas y yo me incorpore sosteniéndome de sus caderas que solo tenía puesto un pequeño bikini.

– ¡Pinche Carlos!, nunca pensé que el primero que me tocara mis tetas lo iba a hacer sin mi permiso � Eso me sorprendió mucho,

– ¡Bueno!… ¿me permites? � le dije viéndola a los ojos ella sonrió y me dijo.

– ¡Que bobo eres! � y bajó la mirada y se quedó quieta.

Yo subí mis manos lentamente y obtener rechazo de ella hasta acariciar sus suaves senos, ella solo se estremeció, la jale acercándome para chupar esos lindos senos, ella lanzo un suave gemido mientras con mi una mano acariciaba un seno y mi otra mano bajaba por su espalda hasta acariciar sus lindas nalgas, al no sentir rechazo de ella, introduje mi mano debajo de su bikini y roce su ano, ella me empujo sin despegarse de mi y caímos acostados en la cama, su cuellos quedó al alcance de mi boca y no desaproveche la oportunidad para besarlo, morderlo con los labios y lamerlo, acción que hiso que se estremeciera y se pegara mas a mi cuerpo mientras mis manos acariciaba su espalda, nuestras bocas se encontraron y nos dimos un apasionado beso, se subió para ponerme su teta en mi boca y mis manos deslizaron su bikini a medio muslo, entonces gire para estar los dos recostados en nuestros costados y poder quitarle por completo su bikini a acariciar su tierna y húmeda vagina.

– ¡Aaaaah! ¡Que rico! � me dijo con la respiración agitada y su piel erizada.

Rápidamente me quite la playera y la volví a besar y acariciar, para no darle tiempo a pensar, me quité el short y ataque nuevamente a besos y caricias, tome su mano y la dirigí a mi pene.

– ¡Aaaah! ¡está muy duro y grande! � me dijo a sentirlo en su mano.

– ¡Solo acarícialo!, ¡míralo! � le dije tranquilo � lo puedes besar y chupar.

Ella se sentó en la cama, lo acarició sin perderlo de vista, me acariciaba el pene y lo huevos, apretó mi glande, acercó su cara como si fuera a mamarlo, pero se detuvo, no se retiro, se quedó ahí, solo mirándolo y acariciándolo.

– ¿¡QUE ESTAN HACIENDO¡? � Era mi hermana Lorena que en ese momento entraba a la recamara,

Yo me asuste, no sabía que hacer, no sabía si estaba enojada por estar así por Karen o por estar con Karen, pero Karen ni se movió.

– Déjame hacerlo, yo también tengo derecho, no nada más tú.

– No sabes como hacerlo � dijo Lorena sentándose tranquilamente en la cama.

– Como dices tú �No me critiques, enséñame� � dijo Karen sin levantar su mirada.

Lorena acerco su mano para agarrarme la verga y sin mas comenzó a mamármela, Karen la veía atentamente, como se lo metía hasta el fondo de su boca, salía lentamente, lamía el glande, todo el tronco y mis testículos. Entonces Karen acercó su mano y sin decir nada se acercó haciendo que Lorena se retirara para que ella por primera vez me mamara, hiso todo lo que hiso Lorena, quién ya se había desnudado por completo, Cuando Karen se separó, Lorena volvió a mamármelo, pero ahora se montó en mi verga y comenzó a cabalgar, no lo hiso por mucho tiempo, enseguida se quito y miro a Karen quién sin pensarlo me mamó a verga otra vez, cuando se iba a montar, Lorena la detuvo.

– Es tu desvirgada� ¿verdad?

– Si, soy virgen � contestó Karen.

– Entonces acuéstate, que él te la meta.

Karen obedeció rápidamente, Lorena le puso la cadera a la orilla de la cama y yo me pare en medio de sus piernas, coloque mi verga rozando sus labios vaginales y los recorrí de arriba abajo.

– Despacio,� despacio trata de no lastimarla � me dijo Lorena.

Yo fui metiendo lentamente mi verga, mientras Karen se estremecía por cada milímetro que la penetraba, hasta que lanzó un grito.

– ¡AAAH!,,, me duele, ya llego al fondo � yo retrocedí un poco sin sacarla.

– Ya llego, ahora tiene que romper � Lorena me miró � despacio, despacio y retrocede, así hasta que rompas, pero despacio.

Volví a empujar, hasta que volvió a gritar y me retire, empecé a tomar el ritmo y la distancia, mientras Karen gritaba y gemía cada vez más, hasta que se me fue hasta adentro, emocionado seguí con el ritmo de mete y saca intensamente.

– ¡Aah!, ¡Aah!, ¡Aah!, ¡Auch!, ¡que rico! � gritaba Karen entre gemidos.

No pude más, solté mi leche dentro de Karen, ver su cara, perlada de sudor, con su sonrisa de satisfacción, nunca la podre olvidar. Lorena ya tenía un buen tanto de papel en la mano y cuando saque mi verga, ella nos limpió a los dos, a mi me mandó a lavarme bien y a Karen le dijo que descansara y que se lavara cuando yo saliera, así lo hicimos, cuando salió Karen del baño.

– ¡Bien Karen!, para ti ha sido todo por hoy, ahora solo serás espectadora.

Lorena me agarró la verga y comenzó a mamármela, cuando ya la tenía bien dura, se puso en cuatro sobre la cama y yo me agache para mamarle su vagina y su culo, ella se retorcía de placer, inundaba ese orificio con mi saliva y le metía mi dedo gordo mientras chupaba su vagina, la agarre de las caderas y se la metí por la vagina, dándole fuerte desde el principio, mi dedo gordo seguía haciendo su trabajo en el ano, Karen miraba sorprendida y excitadísima, cuando note que el culo de Lorena ya estaba a punto, lo penetre, dándole fuerte, Lorena gritaba y gemía de placer, alterne entre culo y vagina, cuando estaba a punto de acabar, la saque, Lorena se volteó y se hincó agarrándome la verga y abriendo la boca.

– ¡Yo también quiero probarla! � dijo Karen al momento que se hincaba y se ponía al lado de Lorena con la boca abierta.

El primer chorro lo solté sobre la boca de Karen, después sobre Lorena, mojando la cara, el cuello y los pechos de las dos, Lorena me lamió la verga y Karen se apresuró a quitarla para lamer, chupar y succionar hasta la ultima gota de leche de mi pene, Lorena no la dejó tan sola, mientras lamían, sus lenguas chocaba y se rozaban, se miraron entre si, Lorena con su dedo retiró un poco de leche de la mejilla de Karen y se metió el dedo a la boca para limpiarlo, Karen se acercó y directamente con su lengua limpió una gota que se encontraba en la nariz de Lorena, Ese fue el detonante para que se limpiaran sus caras, cuello y pechos mutuamente entre besos y caricias. Así terminamos ese día, pero siguieron muchos mas entre los tres, ya son seis años de estupendo sexo con mis hermanas y entre ellas.


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3 respuestas

  1. nindery

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