Después de meterle mi verga a M, dure un tiempo sobándole su concha y chupándosela cuando se prestaba el escenario. No pude volver a meter mi verga porque la perra no volvió a dormir de la misma manera, no me fue posible. Sin embargo, yo era bastante feliz cuando se la podía chupar, esa concha grande y con bastante carne. U. Tiempo después las cosas cambiaron para mal, M consiguió novio así que ya no llegaba temprano a su casa a dormir así que yo ya no tenía ese espacio con esa conchita que tanto placer ya me había dado. M y su novio duraron poco más de un año y en todo ese tiempo yo ya no volví a tener en mis manos la concha de M. Una vez que M y ni novio terminaron ya las cosas no volvieron a ser como antes, ella ya tomó otra rutina y yo me hice a la idea no poder volver a tener su concha en mis manos y en mi boca. Sin embargo, una vez hicimos una reunión de amigos donde nos invitaron tanto a M como a mi ya que pertenecíamos al mismo grupo de personas, fue una fiesta al aire libre con campings. Esa noche empezamos a beber junto a una fogata y una vez ya estuvimos algo ebrios sugirieron jugar al juego de la botella, M y yo nos miramos como intentando obtener la aprobación del otro, aquí me di cuenta que ella si estaría dispuesta a besarme si el juego así lo demandaba. Tal cual así fue, en una de las ocasiones cuando lanzaron la botella, M y yo tuvimos que besarnos, el beso se tenía que dar dentro de uno de los campings. Fuimos y yo la bese muy apasionadamente y le declaré que a pesar de que ella era mi prima, yo me sentía demasiado atraído por ella. Pude ver que se sorprendió un poco pero no me rechazo en absoluto. Durante el juego de la botella tuvimos que besarnos un par de veces más y yo con cada beso aprovechaba para sobarle el culo y pegarla a mi cuerpo y que sintiera mi verga dura. Luego de eso seguimos bebiendo toda la noche. Una vez que ya todos estaban cansados e íbamos a dormir, M me dijo que deberíamos compartir el camping porque hacía mucho frío. Yo supe que mi declaración había valido la pena y me dispuse a “dormir” con ella. Cuando nos acostamos, nos acercamos y empezamos a besarnos muy tímidamente ya que el juego no estaba de por medio, yo acariciaba su culo y ella se dejaba. Decidí ir por sus tetas y me di cuenta que sus pezones seguían igual de grandes, al parecer simplemente eran pequeños a pesar de tener tetas grandes. Se las bese y chupe con mucho entusiasmo. Pero no quise perder tanto tiempo porque tenía que reencontrarme con esa concha grandes que ella tenía, le quité toda su ropa y esta vez la tenía abierta de piernas para mi. Pude poner toda mi cara allí, le lamí absolutamente todo y pude saborear con total libertad esa concha carnosa que M tiene. Esta vez pude meterle mi verga sin restricciones y ella me estaba mirando de frente mientras yo lo hacía. Me moría de ganas por decirle que yo ya había estado allí para ver si eso la prendía pero no fui capaz de hacerlo. Tuvimos un sexo de unos 10 minutos aproximadamente, no muy fuerte porque los demás campings estaban demasiado cerca. Ella me hizo venir adentro y me dijo que estaba planificando. Después de esa noche ya no volvimos a tener sexo. Fue como una despedida sin anunciarse pero la disfruté bastante.

Espero les haya gustado esta última parte de mi confesión con M.