Mi hermana me descubrió masturbandome mientras me duchaba y sin que lo notara se desnudo y entró en la ducha. Yo tenía casi 16 años y ella iba para los 19. Al verla allí desnuda frente a mi fue la primera vez que noté lo hermosa que era. Rostro muy lindo, ojos azules, cabello largo rubio cenizo, senos turgentes y hermosos, vientre plano y definido, caderas anchas, una hermosa rajita muy bien depilada, bellas piernas, lindos pies, unas nalgas preciosas y paraditas, y una espalda y cuello muy morbidos. Sin mediar palabra mi hermana se arrodillo frente a mi y empezó a mamarmelo, me vine casi enseguida y ella se bebió mi semen con gran placer, se levantó y me beso en la boca y empezó a tocar mi cuerpo. Yo temblaba de deseo y ella me dijo: Tonto, tócame, soy para ti. Empecé a manosearla torpemente, pues nunca había estado con una mujer, pero ella me guió. Mi pene se endureció casi de inmediato, pues nunca dejó de estar erecto. Susie me llevó a la cama y me tumbo allí boca arriba y me preguntó si había estado alguna vez con una mujer. Le dije que no y ella sonrió y me dijo: Entonces perderas tu virginidad conmigo. Empezó a tocarme y yo busqué tocarla. Susie se acostó sobre mi y me besó ardientemente mientras se restregaba conmigo, entonces se colocó a horcajadas sobre mi, tomo mi pene con sus delicados dedos, los puso en la entrada de su vagina y se dejó caer suavemente. Sentí que mi huevo se hundía en ella, entrando en un suave, cálido, y resbaloso tunel. Susie empezó a moverse eroticamente perdiendo la cabeza de placer, y gimió libre y ruidosamente. Yo también perdí la cabeza y copulé lujuriosamente con ella hasta que eyaculé en su vagina. Acabamos juntos y nos besamos y acariciamos con ternura. Mi bella hermana se quedó unida a mi y me dijo: Hermanito, tienes un pene magnífico, me llena toda, nunca me sentí tan bien en mi vida. Desde hoy tiraremos todos los días, voy a ser tuya, pero tu también serás mio.

Esa tarde copulamos 4 veces más y ambos terminamos agotados.

Desde ese día Susie venía desnuda a mi habitación cada noche y tirábamos con lujuria. Un fin de semana me dijo: Este fin iremos a casa de una amiga en la playa, te va a encantar.

Ese fin fuimos con dos de sus amigas, Dayana, y Marina, dos chicas muy bellas. Al llegar y descargar todo las tres se desnudaron y fueron a la piscina. Estaba muy excitado mirando aquellas bellezas desnudas. Susie me llevó donde Dayana y me dijo: Ella nunca ha tenido un hombre, quiero que le enseñes lo que mejor haces. Dayana se levantó y yo la tomé por la cintura, nos besamos y comencé a tocarla, pero ella me dijo: Aquí no. Entonces la llevé a una habitación, donde le i 3 orgasmos con mi boca antes de montarla y desflorarla. Mientras acabábamos entró Marina y empezó a besarme, pronto tirábamos con deseo. Copulé alternadamente con cada una de ellas 3 veces. A medio día estaba agotado.

Al bajar para almorzar vi a Susie besandose lujuriosamente con un negro enorme, sentí unos celos terribles, pero acababa de cogerme a sus amigas. Susie entró a la casa y me llamó para que subiera a la habitación con ellos. Me dijo que quería que viera de muy cerca como aquel inmenso pene se perdía en su vagina. Se colocó en el borde de la cama y colocó sus piernas en los costados del negro, quien se la cogía haciendola gritar de placer. El negro me colocó entre sus piernas para que viera desde abajo como hundía su pene en Susie, y al eyacular me obligó a limpiarle el pene con mi boca y a limpiar el semen de la vagina de mi hermana. Mientras lo hacía Susie me hizo besarla y atrapó mis piernas con las suyas. El negro empezó a besar mis nalgas y acariciar mi ano con su lengua. Mi hermana introdujo mi pene, que se había erectado, en su vagina. Dayana y Marina subieron y ayudaron a aquel negro a lubricarme y dilatarme, Dayana tomó aquel pene con sus dedos y lo colocó en mi ano. El negro lo empezó a introducir en mi ano, y poco después me cogía. Eyaculé en mi hermana mientras aquel hombre me cogía y al el acabar, todas aplaudieron.

Después de almorzar fuimos a la playa. Las amigas de mi hermana se comportaban muy cariñosas conmigo, en especial Dayana. Al volver cenamos y fuimos a la piscina.

Dayana me besaba con mucha ternura y me daba las gracias por haberla desvirgado. Quise retribuirte el favor con Yonni, se que lo disfrutaste mucho aunque te niegues a aceptarlo, me gustas mucho y quiero seguir tirando contigo siempre, pero debes saber que los hombres negros son los verdaderos hombres, no hay nada malo en que te entregues a uno, solo le rindes respeto a su superioridad masculina. Estábamos allí cuando se presentaron varios hombres negros. Mi hermana y sus amigas los recibieron muy sensualmente. Yonni, que estaba con ellos me abrazó por detrás y empezó a besarme el cuello, traté de negarme pero otro negro empezó a besarme en la boca y Yonni me penetro y empezó a hacerme el amor. Esa fue una larga noche. Todos amanecimos con dos negros a nuestro lado.

Desde ese día he satisfecho a muchas amigas de mi hermena y sus dos amigas, así como a no menos de 18 hombres negros del pueblo, y he iniciado a los novios de dos de ellas y ahora son gays declarados.

Mi hermana y yo seguimos durmiendo juntos entre semana y ahora me dice que quiere tener un hijo conmigo