Por
Anónimo
Me gusta masturbar a mi primo
Tengo un primo con el cual nos criamos desde niños juntos, podríamos determinarnos como hermanos prácticamente. Tenemos los mismos gustos, hobbies y hasta el mismo sentido del humor.
Pero, desde hace un año aproximadamente, hemos elevado el tono de nuestra relación. Todo surge por un día de lluvia intensa en mi ciudad, fue bastante agresiva, se había ido la luz, yo tenía miedo y no podía dormir. Así que, le escribí a mi primo, él seguía despierto y después de una larga charla me permitió ir a dormir a su lado.
Allí me sentí más segura, más protegida. Ninguno tenía sueño y estuvimos hablando por horas, cuando vimos, eran casi las 3 a.m entonces le pregunté que hacía en estos casos, el se empezó a reír y me respondió «me masturbo, luego me da sueño» yo me reí y no le puse cuidado. Debió pasar un buen tiempo, cuando me entró la curiosidad, «en serio eso sirve?» El se reía y respondía que sí, elevando su ego y exagerando sobre su pene, yo solo me reía sin decir mucho.
Yo soy bastante arriesgada y nuestros juegos tienden a ser pesados. Por lo cual, en cierto momento puse mi mano sobre su pantalón agarrando su pene, me reí y le dije «de esto presumes?» Él se empezó a reír y respondió «me tomaste por sorpresa, así cualquiera» los dos reímos y no volvimos a decir nada. Después de unos minutos, él toma mi mano, la mete en su pantalón y toco su verga, me dió risa mientras él decía «ves, así si está mejor» los dos nos empezamos a reír, hablando de la diferencia entre la primera vez y la segunda. La curiosidad me empezó a ganar y le pedí verla, él no lo dudo y entre las cobijas la sacó, tenía un buen tamaño, más gruesa que grande.
Yo me reí y empecé a tocarla, en principio suave, luego con más confianza, él tomó mi mano y empezó a guiarme en como masturbarlo, no me resisti y ente risas nerviosas lo hacía, en principio lento, luego rápido, todo bajo su guía. Duró bastante en venirse, todo escurrió entre mi mano y su abdomen, sus gemidos al venirse fueron excitantes. Al terminar me insinuó hacer algo más, a lo cual me negué, nos limpiamos y acomodamos para dormir.
Desde este punto surgió mucha más confianza entre nosotros, pasamos a ocasionalmente hacer algo juntos con más libertad.
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