Dos ganaron y entre ellos a una carta decidieron que harían conmigo.

El que me va a culear dice que lo monte mientras está sentado en un sitial, se acomoda y me dice:

«Ya gordita rica venga a gozar con su pico hambriento de concha, ábrase bien de piernas, para meterlo entero, así, así siéntese despacito para que se deslice» y me va penetrando, siento algo porque por suerte es el mejor dotado.- «listo rica a galopar, vamos goce y hágame gozar» y empiezo a cabalgarlo, inesperadamente con sus dedos aprisiona mi clítoris y lo aprieta, lo soba, lo estira, me enloquece, jadeo, gimo, acabo.

Se acerca el otro ganador, lo había olvidado, y me dice:

«Guagua la hora de su papa, mame rico putita hasta sacar su leche» y me mete su pico en la boca.

Me cuesta concentrarme, me tiene caliente y desesperada el que es mi montura, no puedo mirar a mi abuelo, pero siento su mirada que me traspasa, está molesto, pero lo estoy pasando demasiado bien.

Termina en mi boca el señor P y sigo cabalgando a L, al rato me tira el clítoris fuerte, me quejo y dice:

«Aquí voy putita, dejo aaaaagh, augh!»

Siento que llena de su semen mi útero y se demora hasta que sale la última gota. Me quedo un rato sentada sobre su pico hasta que se sale solo, me paro y mi abuelo me dice:

«A bañarte puta!» seco

Siento que se despiden los dos que me usaron y se cierra la puerta, Entra al baño mi abuelo, me saca de la ducha y me pone sobre sus rodillas boca abajo y me da una tanda de nalgadas como nunca había hecho, yo lloro y me quejo, me duelen las nalgas, solo se detiene cuando se le cansa la mano y me lleva a la cama donde me empuja brusco, me quedo quieta mientras se desnuda y me encula en seco, aullo de dolor, me bombea con furia, me golpea las ya doloridas ancas, me lo sacá y entra más fuerte, me entierra en el colchón la cabeza, no sé como lo hace pero estoy sentada enculada sobre su pico. Dice:

«Gírate con cuidado, como cuando haces el molino pero ahora completa la vuelta»

Hago lo que me dice y me duele mucho pero no me quejo, solo me caen las lágrimas.

«Bien puta cabálgame bien» lo hago con dificultad al inicio pero muy luego ya estoy caliente y jadeando entre gemido y gemido y prifundos suspiros cuando acabo y me tiembla em cuerpo.

Cuando acaba dentro de mí me inclina y me come las tetas, a mordiscos. Luego aún teniéndome enculada siento que se pone duro otra vez y me marca el ritmo para otra cabalgata.

Estoy molida pero satisfecha cuando acaba y me deja su lava hirviente en mi intestino. Me lo saca y me acurruco a su lado, me acaricia el pelo y dice:

«¿Te has dado cuenta que estás más esbelta? Eso me molesta pues te ven con otros ojos los hombres. Te prohibo perra caliente que vuelvas a gozar con otro pico que no sea el mío o el de tu tío, ¿oiste?»

«Sí, lelo» digo suavemente

«Esta vez te di una tunda, la próxima te voy a dejar el culo casi sangrando y marcado por mi correa, si te veo gozar con otro como hoy!»

Nos quedamos en silencio y dormimos.