Mi mujer y yo somos un matrimonio liberal desde hace más de 10 años. En consecuencia ambos tenemos amigos y amigas que a veces compartimos en común y a veces no.

Desde hace casi un año tengo una amiga con la que comparto momentos íntimos de sexo y placer. Puesto que no tiene marido ni pareja estable nos vemos en su casa una vez al mes.

Pero el mes pasado tuvimos un encuentro que acabo de la forma mas inesperada. Como cada mes, me presenté en su casa muy temprano, sobre las 8 de la mañana, cuando su hijo, Víctor, ya se había ido al Instituto a estudiar. Solía volver sobre la una y eso nos daba tiempo para nuestros juegos. Y en ello estábamos cuando oí la puerta de la casa. Laura ni se entero porque estaba concentrada en chuparme la polla, cosa que hace realmente bien.

Mientras Laura me la chupaba, oí a Víctor trastear por la casa. Parce que buscaba a su madre, pero no le dije nada porque me lo estaba pasando realmente bien, y me estaba dando mucho morbo el riesgo de que nos descubriera en plena faena. Y lo que son las cosas, eso fue lo que ocurrió. Un segundo antes de abrirse la puerta, Laura de dio cuenta de que no estábamos solos y se incorporo de inmediato cubriéndose con las sabanas. Al momento, Víctor apareció buscando a su madre y ambos se quedaron sorprendidos. El ya sabía, que yo iba a ver a su madre de vez en cuando, pero al parecer no esperaba encontrarnos follando.

Siempre he sido de reacciones rápidas, así que no quise romper el encanto de desaprovechar la ocasión.

– Paso, Víctor, no te preocupes. No pasa nada. Ven, siéntate aquí- Le dije indicando un sitio al lado de su madre.

El dudó, pero al final se acercó a la cama. Víctor es un buen chaval. 19 años, serio, responsable, muy tranquilo y muy grande para su edad. Lo único que le falta es iniciativa y empuje. Le cuesta tomar decisiones. Y yo le ayude con una sonrisa y un gesto. Laura, su madre, estaba estupefacta. No sabía que decir ni hacer. Esta tumbada en la cama, cubierta solo con la sabana, marcando a través de ella su delicioso y voluminoso cuerpo. Yo ya note que Víctor estaba empalmado. Tenía una polla de gran tamaño y no podía disimular que al vernos se había puesto a cien. Pero los prejuicios no le permitían ni siquiera hablar.

Así que, al mismo tiempo que se sentaba en la cama, aparte la sabana que cubría a su madre, dejando sus pechos a la vista. Víctor hizo un gesto de irse, pero no le quitaba ojo a las tetas de Laura. Al final se sentó, le cogí una mano y con mucha suavidad se la puse en el pecho de su madre. Ninguno de los dos se apartó, así que aquello prometía. Me puse de rodillas en la cama, dejando mi polla a la vista justo sobre la otra teta de Laura, tome a Víctor del hombro y le acerque la cabeza al otro pecho. �Venga, hombre, chúpaselo un poco, veras como le gusta�. AL mismo tiempo me acerque al oído de Laura �Tu estate tranquila, cariño, ahora no le puedes rechazar, sabes que su autoestima esta por los suelos�. Y no le rechazo, pero se movía como una posesa. Los sabios y la lengua de su hijo succionando su pezón la estaban poniendo a mil.

Así los tuve unos minutos, hasta que guie la mano de Víctor hasta el chochito de su madre. AL principio se resistió un poco. Pero solo un poco. Laura ya se estaba corriendo y eso sin tener nada dentro. Con mucho disimulo y sin que la viera ya le había cogido la polla a si hijo y se la estaba acariciando. El pobre chico también estaba a punto de explotar. Así que les deje solos, para que descargaran. Y vaya si lo hicieron. Laura se arqueo en la cama con un grito que nunca había oído. Al correrse le entraron temblores por un par de minutos, pero no soltó la polla de Víctor. Esto se corrió de inmediato al ver así a su madre. Fue algo que nunca había visto. Soltó un chorro que dejo a Laura con los pechos empapados en leche y como tenia mas carga le soltó otro en la cara. Este se asusto mucho porque sabia que a las chicas no les gusta que se corran encima de ellas, pero le tranquilice diciéndole que a su madre le encantaba la leche, y que le gustaría más si era la suya. Laura sonrió de placer y atrajo a Víctor contra ella. Le dio un abrazo que no era de madre. Así estuvieron rato, los dos empapados en la leche de Víctor besándose y acariciándose. Yo seguía de rodillas a su lado, y Víctor, al separarse de su madre me miro con una pregunta en la cara. Y con un gesto le dije que si, que me encantaría que me la mamase, ya que su madre me había dejado a medias.

Así que de nuevo estábamos los tres. Víctor haciéndome una mamada de novato, lo cual a veces es encantador, delante de la cara de Laura, y esta, aprovechando la ocasión para mamársela a su hijo. �Daniel, no me cabe en la boca, es muy gorda�, me dijo. �Pero mujer, piensa que no es mi polla, es la de Víctor, no harás un esfuerzo?�. Y vaya si lo hizo, un esfuerzo impresionante. Se había metido toda la polla de su hijo en la boca, que tan grande es que le deformaba la cara. Tan profunda la tenia que le hinchaba la garganta. Pero no se detuvo, no. Cada vez empujaba con más fuerza. Se ahogaba, le entraban vómitos, pero no se detuvo. Y de nuevo Víctor se volvió a correr, también encima de su madre, la cual estaba ya cubierta del todo. Yo, que estaba a punto, al ver aquello me corrí y también le solté una buena carga en las tetas, que es donde más me gusta.

Descansamos unos minutos para coger fuerzas aunque Víctor estaba empalmado de nuevo y con ganas de guerra. No quería perder la ocasión pensando que cuando acabara no volvería a pasar. �Ya ves cariño, tu que querías hacer un trio, ya tienes dos pollas para ti sola�, le dijo a Laura. Ella me miro un poco enfadada. Su pongo que no era esa polla la que buscaba, pero quien sabe. Víctor, que ya estaba como una moto nos estaba acariciando a los dos al mismo tiempo y tenia ganas de meterla en algún sitio. Hice que su madre se pusiera a cuatro patas y le dije: �Ya sabes que no te puede follar el coñito, te podría dejar embarazada�. AL momento vi el miedo en sus ojos. Hacia meses que me follaba su culo, pero mi polla es de juguete al lado de la tranca de su hijo. Y ella se estaba temiendo lo que iba a suceder. Nada dijo, porque le silencie los labios con un dedo.

Mande a Víctor ponerse detrás de su madre y le pregunte: �Alguna vez te has follado un culo?�. A ver su cara supe que no. Así que se lo explique deprisa. Yo me ocuparía de todo, el solo tenia que empujar. Eso le tranquilizo. Y así fue, le puse la polla rozando el culo de Laura y le dije al oído. �Cuando yo te diga, empuja, con fuerza�. Y así fue, le hice una seña, y con toda la energía de sus 19 años dio un empujón que lo sentí hasta yo. La reacción de Laura no se hizo esperar. Grito, lloro, se intento retirar pero la teníamos bien sujeta. No pudo hacer otra cosa que dejarnos hacer lo que quisiéramos.

La cara de Víctor era un poema. Estaba disfrutando el mejor polvo de su vida. Su madre se la había mamado como ninguna chica. Y la estaba dando por el culo. Y con toda su fuerza, la pobre Laura se estaba partiendo en dos. Tenia el culo tan dilatado que pensé que no aguantaría, pero aguanto. Le dije a su hijo que se corriera en la espalda y eso hizo. Con tanta fuerza que le llego hasta la cabeza. Laura pensó que ya había acabado todo, pero se la volvió a meter en el culo y se la follo de nuevo. Pero esta vez, al estar ya dilatada, el dolor se volvió placer. Y de nuevo tuvo otro orgasmo con temblores, las piernas no la sostenían y su hijo se volvió a correr en la espalda. Y el cabrón aun la tenia dura cuando se la saco. Sin decirle nada se puso frente a su madre y se la metió en la boca. No se la estaba chupando, no. Le estaba follando la boca. Ella casi no se movía, pero Víctor no paraba de embestir. Yo aproveche la ocasión para follarle el culo que ya estaba relajado. Y así estuvimos 10 minutos los tres. Laura con el culo y la boca llenos y nosotros dándole unas embestidas que las hacían temblar. Nos corrimos los dos al mismo tiempo. Víctor sobre la cabeza de su madre y yo sobre su espalda. Ella ya llevaba dos orgasmos con el culo y estaba casi desmayada. Tenía tanta leche en su cuerpo que casi no se le veía la piel.

Cuando me fui, les deje follando de nuevo, por el culo claro. Le habían cogido mucho gusto los dos.