Me llamo Laura tengo 43 años mido 1.75 m peso 70 kg soy morena clara de pelo y ojos negros, mi pelo me da arribita de mis senos. Bueno yo siento una atracción muy grande y muy morbosa por los pubertos, me emociona y me excita sobre manera que un muchachito adolescente me exprese descaradamente su apetito sexual, me encanta que me hagan y me digan cosas sucias y morbosas. Mi vecina y amiga Sofía tiene un hijo de 16 años llamado Julián, mide más o menos 1.65 m está muy flaco más bien huesudo, es prieto y es muy morboso, lo he visto en el mercado los domingos recargándose en las nalgas de las mujeres que traen minifalda. Yo visito muy seguido a mi amiga Sofía y les voy a contar lo que me ocurrió en mi última visita a su casa. Era un sábado como a eso de las 7 de la noche cuando llegué a la casa de Sofía, yo iba vestida con una minifalda muy corta que me daba tantito arriba del medio muslo, unas sandalias de tacón alto de aguja de 12 cm sin punta y sin talón e iba sin medias, además llevaba una blusa de botones al frente sin mangas y con dos botones desabrochados, con lo cual se me apreciaba bien mi sostén. Bueno, la puerta me la abrió Julián y en cuanto me vió me barrió con la mirada, más bien me cachondeó con los ojos, yo entré y me dirigí a la cocina donde estaba Sofía muy atareada y con prisa, me dijo «Laurita que bueno que veniste, estaba a punto de llamarte, mira ya casi acabo, espérame tantito» y siguió en lo que estaba dándome la espalda, yo permanecí de pie en la puerta de la cocina y repentinamente sentí como Julián se paraba atrás de mi y me recargaba su verga entre mis nalgas, al primer contacto su órgano se enderezó y se puso duro, me rodeó por la cintura y me lo recargó con fuerza, al mismo tiempo metió sus manos por debajo de mi falda y me acarició las piernas levantándome la falda hasta que sus dedos sobaron mi rajada. Yo estaba fascinada, me encantaba que ese muchachito me estuviera gozando de esa manera, sentía emocionada su vergota bien apretada entre mis nalgas y sus manos deslizándose por mis piernas y sobándome mi pepa. Sofía no se dio cuenta de lo que su hijo me estaba haciendo, yo sólo me dejé y Julián continuó pegado a mi. Cuando Sofía terminó lo que estaba haciendo, se dio vuelta y Julián me soltó y pude apreciar como se notaba claramente a través de su pantalón (un pans deportivo) que tenía su verga bien parada. Entonces Sofía me dijo «Laurita si no es mucho abusar de tu amabilidad, te quiero pedir un favor, mira yo estoy comprometida para ir a la casa de oración que está aquí a 10 cuadras y yo creo me voy a tardar, tal vez regrese muy tarde o de plano regreso hasta mañana temprano porque me da miedo andar sola tan tarde, ¿te podrías quedar con Julián hasta mi regreso, por favor dime que si?». Yo le dije que si que no se preocupara, que me quedaba acompañando a su hijo hasta que ella volviera. Dicho esto subió a su recámara, tomó una bolsa de mano grande, se despidió de Julián y de mi y salió corriendo a la calle. Cuando nos quedamos solos Julián me dijo «Laurita mamacita ven vamos a continuar con lo que estábamos» y se me volvió a recargar en el culo y me volvió a acariciar las piernas, yo me dejé hacer todo lo que él quería. Julián entonces me pidió fuéramos a la parte de arriba y me dijo «sube tú primero pero despacio para irte viendo las piernas y lo que tienes debajo de tu falda», yo le sonreí y subí despacio, vi como Julián se asomaba para mirar por debajo de mi falda, sabía que me estaba viendo las pantaletas y me encantaba ver como se calentaba mirando mis calzones y mis piernas pues lo vi sobándose su verga. Al llegar arriba me dijo «Laurita me gustan mucho tus piernas, siéntate» y me sentó en la cama, se colocó frente a mi y me pidió que cruzara las piernas, así me las acarició y me las besó una y otra vez, después me pidió que las abriera, yo obedecí y él metió su cara entre mis piernas mientras las besaba y con sus manos me las acariciaba hasta que su boca se pegó a mi concha, entonces me dijo «mamacita estás bien buena, que ganas de cogerte tengo». Luego me pidió que me parara con las piernas abiertas y cuando lo hice él se acostó en el piso boca arriba y se colocó exactamente entre mis piernas y debajo de mi falda, me dijo «Laurita desde aquí se te ven a toda madre tus pantaletas y además te puedo acariciar las piernas por delante y por detrás en toda su longitud». Luego me llevó al baño y se sentó en la tapa del excusado y se sacó su verga mostrándomela, me pidió que me parara arriba de él con mis piernas abiertas y me dijo «¿ya viste donde tienes mi verga Laurita? en medio de tus piernas, debajo de tu falda y apuntando hacia tu pepa». Después de esto me llevó de nuevo a su recámara y me tendió en la cama, me levantó la falda hasta arriba y me bajó las pantaletas, me abrió las piernas y como ya traía su verga de fuera simplemente se acomodó entre mis piernas y diciéndome «ahora si cabrona hay te va toda mi verga parada dentro de tu pepa» y me enterró su verga en mi concha, necesitó de dos embestidas para metérmela toda, con la primera entró la cabeza y la mitad de su órgano, con la segunda me la hundió toda en mi panocha, ¡ah que rico! ese muchachito de 16 años me tenía ensartada con su verga y me empezó a decir muchas cosas sucias, obscenas y morbosas mientras me cogía, me dijo «abre completamente las piernas pinche perra para que mi verga se mueva bien rico dentro de tu pepa», «siente como estoy en medio de tus piernas abiertas cogiéndote puta de mierda, siente como mi vergota te tiene ensartada y horadada tu pepa», «ya tienes toda mi verga parada dentro de tu pepa hija de tu chingada y putísima madre, siente como mi jadeante verga parada te coge, te somete y te domina», «ya eres mia puta pendeja, de ahora en adelante cada vez que a mi se me de mi chingada gana te voy a abrir las piernas y te voy a enterrar en tu pepa toda mi verga parada hija de tu puta madre», «vas a sentir como de mi verga parada salen chorros de mocos blancos, espesos y calientes y como te inundan tu pepa pinche puta, perra, pendeja». Y así fue después de un largo rato de estarme cogiendo Julián arrojó sus mocos blancos espesos y calientes dentro de mi panocha inundándola completamente, al grado de que en la cama debajo de mis nalgas quedó un charco de semen el cual manchó mi falda y mis piernas, pero que sensación tan agradable y placentera fue sentir a ese muchachito majadero, sucio, morboso y cabrón hundiéndome su verga y luego viniéndose dentro de mi panocha. Esa noche Julián me cogió dos veces más viniéndose en ambas dentro de mi panocha. A la mañana siguiente cuando desperté tenía a Julián parado en la cama con su verga frente a mi cara y me dijo «Laurita te falta una cosa para ser enteramente mia, mámame mi verga hasta que me venga en tu boca». Yo me enderecé para quedar recostada en la cama, él me descubrió las piernas para acariciármelas y besármela primero y luego de pasar su verga por mis muslos varias veces, metió su verga en mi boca hasta mi garganta, yo se la empecé a chupar y a lamer viendo como Julián jadeaba de placer, se inclinaba para acariciarme las piernas mientras yo le mamaba su verga, después se paró de frente a mi y empujando fuerte me mantuvo con su verga toda metida en mi boca, de repente sentí como de ella brotaban chorros de mocos blancos espesos y calientes y como escurrían por mi garganta, yo me los tragaba conforme Julián se venía pero era tan abundante aquella venida que mi boca se llenó y los mocos empezaron a escurrir por mis mejillas y mi cuello hasta mis senos, entonces Julián sacó su verga de mi boca y continuó viniéndose en mi cara salpicando mi pelo, toda mi cara, mi cuello y mis senos. Cuando terminó de venirse le lamí su verga dejándosela muy limpia y entonces el cabrón de Julián como respuesta se orinó en mi cara, arrojó el chorro de su orina en mi cara y dentro de mi boca, además me orinó el pelo, el cuello y mis senos, terminó de orinarse en mis piernas mojando mi falda. Vaya que resultó puerco, morboso y depravado este Juliancito, mi panocha la inundó con su semen en tres ocasiones y en una llenó mi boca primero con su semen y luego con su orina. Bueno por lo menos ya no tengo duda de a que sabe Julián, ya conozco muy bien el sabor y la consistencia de su semen y también de sus orines. Los dos me fascinan.