En las anteriores publicaciones dije que mi hermana estaba enojada conmigo, pero luego ella vino y trato de ayudarme de una manera peculiar.

Ella empezó a chupar mi pene con fervor, incluso haciendo ciertos sonidos que me excitaron mucho.

Mi hermana: glk… Gluck, glk.

Trataba de hacerme sentir bien, aunque ella después de sacarse de la boca mi pene dijo.

Mi hermana: está salado, ay dios. ¿Por qué estamos haciendo esto?

Yo: no lo sé, tu fuiste el de la idea.

Mi hermana: ¿Te gusta?

Yo: mucho.

Así ella seguía chupándome, pude ver cómo mi hermana trataba de no morder mis pelos del pene, como solamente se enfocaba en darme placer.

Cuando por fin llegué al orgasmo le dije que se aparte, así dispare mi semen y ella no dijo nada. Ella pensaba que eso era todo, pero yo le pedí que se quedara, que ella también sentiría placer.

Empecé a bajarle el pantalón a mi hermana. Vi sus bragas, como también ella temblaba.

Mi hermana: oye, vamos a hacer lo que hicimos de niños.

Yo: todavía no, necesito que te lubriques mejor.

Al apartar sus bragas o estirarlas, Vi su vagina virgen y peluda, no podía distinguir si estaba mojada. Empecé a dar leves besos, lenguatazos y suaves mordidas.

Para después empezar a chuparle la vagina peluda que tenía, mi hermana me agarró del cabello y estaba gritando sin parar.

Mi hermana: ahhh! Mierda, no!

Yo seguí chupando su vagina y era claro que tenía un sabor nunca antes experimentado, un poco dulce, un poco salado y como a ciertamente como si estuviera comiendo algo muy suave y mojado.

Ella no dejaba de gemir.

Mi hermana: ay! Carajo! Ay! Ahhh! Ahhh! Ay dios!

Tras algunos montos pude notar como ella no estaba llegando al orgasmo. Así que metí mi dedo y lo moví para arriba y empecé a frotar con todo, así mi hermana estando peor y gimiendo sin parar hasta que finalmente tuvo el primer orgasmo de su vida.

Todo su semen femenino salto, la cama estaba mojada y mi mano estaba demasiado mojado.

Tras su orgasmo ambos sabíamos que ya era la hora, mi hermana sugirió usar condón, pero yo quise hacerlo sin protección, ya que en ese momento pensé que seria la única vez que lo haríamos. Ambos acordamos usar la pastilla del día después.

Mi hermana estaba muy nerviosa, mientras yo la besaba y decía que iba a estar bien, ella estaba algo dudosa, sin pedir más. Pero tampoco poniendo resistencia.

Así ambos nos cubrimos con las sábanas de mi cama, me quite toda mi ropa de cintura para abajo, mientras la tocaba y la olía, finalmente le dije.

Yo: ¿oye, puedo follarte mientras tú sigues vestida? así con tu remera y tus bragas, siempre quise follarte así.

Mi hermana: ¿siempre? Pervertido idiota.

Sus bragas ya mojadas así que los agarre y las acomode para dejar su vagina indefensa y libre para mí pene.

Frote mi pene un rato, tratando de buscar la mejor posición ambos estando de cucharita.

Mi hermana: por favor se suave, puede doler.

Yo: mi pene no es tan grande.

Así cuando se la metí, ella grito. Se tapo la boca, pero gemía como una puta, mientras yo trataba de calmarla.

Mi hermana: ay! Que duro! Ay! No, que estamos haciendo?

Yo: tranquila, estaremos bien. Te va a gustar

Así ambos ya unidos, mi hermana trato de calmarse, así yo empezando a darle leves embestidas, era demasiado apretada, mojada y suave, sus nalgas eran suaves y la abrace.

Ambos tratamos de calmarnos un poco, charlando mientras seguia dándole embestidas suaves, hasta que ella dijo.

Mi hermana: puedes ahora darme más duro.

Tras un arranque de excitación, empecé a darle duro mientras ella gemía sin parar.

Mi hermana: eres mi hermano! Dios! Me estás dando duro! Ay!

Mientras yo trataba de que mi pene no salga, estaba tan apretada y solamente gemía y se tapaba la boca.

Tras intensas embestidas ambos nos cansamos y nos besamos.

Finalmente le quite su remera y su sostén, así únicamente quedando con sus bragas, pero yo por mi parte recordé como siempre ella desde los 15 hasta los 18 andaba sin sostén y únicamente con una remera apretada. Yo queria chupar así que agarre sus grandes tetas mientras estábamos descansando.

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sus tetas estaban duros.

Mi hermana tuvo una idea rara viniendo de ella, ya que ella no es de esas personas que consumen pornografía o si quiera tienen conocimiento de eso, mi hermana dijo.

Mi hermana: quiero subir arriba, quiero estar arriba.

Mi hermana se subió arriba de mi, agarro mi pene y empezó a bajar lentamente mientras ambos soltamos gemidos. Tras eso, mi hermana empezó a montarme mientras le daba nalgadas.

Yo: dios! Siempre quise darte duro, te gusta? Estás tan apretada.

Mi hermana: es por tu bien, ay dios! Ojalá papá y mamá no se enteren, ay!

Sus bragas seguían ahí, le resultaban incómodas, asi que se las quitó, así estando desnuda. Volvió a montarme mientras su vagina peluda y virgen era destruida, podía ver cómo nuestros miembros estaban unidos y peludos, luchando por estar juntos.

Así ella gemía acostumbrándose.

Mi hermana: ah. Ah! Dios! ¿Por qué me gusta tanto? Ay! Me estás golpeando duro.

Yo: ¿te gusta? Tu pediste esto. Que buenos recuerdos de la infancia eh!

Ella gemía sin parar, mientras yo agarraba sus nalgas guiandola para que no salga. Tras un rato ella se canso y cayó en mi pecho.

Yo la abrace y dije.

Yo: quiero darte duro así, lo ví en un vídeo porno.

La abrace y empecé a darle duro y lo más rápido que podía, ella gritaba y gemía.

Mi hermana: ahh! Ahhh! Ahhh! Ay! Dios que duro!

La bese para que se calle y no hable.

Yo: cállate, los vecinos escucharán.

Mi hermana: es que me das tan duro.

Yo la follaba sin parar, tras cansarnos yo dije.

Yo: date la vuelta.

Yo me quite toda la ropa, la espalda de mi hermana estaba en mi pecho, sujete sus muslos y los junte. Así ya inmovilizada, metí mi pene y ella otra vez empezó a gemir.

Mi hermana: hermanito! Hermanito! Ahhh! Ahh! Dios santo! ¿Me vas a embarazar?

Yo: claro que no.

Era intenso, nuestras prendas estaban tirados, las sábanas mojadas y únicamente en el cuarto se escuchaban nuestros gemidos.

Por el cansancio salí porque ella es algo gordita y me estaba cubriendo la cabeza con todo su cabello. Nos levantamos y ambos fuimos a una silla, ella se sentó en mi pene.

Volvimos a follar, mientras chupaba sus tetas.

Yo: tus tetas son tan grandes, dios! Quiero chuparlas.

Mi hermana: ahhh! Me siento tan estirada, estoy cogiendo con mi propio hermano.

Tras cansarnos, nos pusimos de pie y contra la pared, así yo metí mi pene una vez más.

Empecé a darle duro mientras gritaba y gemía, yo trataba de darle duro y queris escucharla gemir pidiendo mas.

El sonido de nuestro apareamiento era fuerte.

Finalmente yo dije.

Yo: carajo! Carajo! Me vengo.

Mi hermana: sácalo!

Yo: no puedo, estás apretada, no practique para esto.

Finalmente me corrí dentro de ella, yo la abrace mientras ella gemía y finalmente nos besamos.

Ambos volvimos a la cama mientras estábamos abrazados, así después del calor ella se levantó.

Me pidió dinero para las pastillas del día después y se fue a su cuarto.

Así después de eso yo trate de hablarle y casi ya volviendo a ser los hermanos de siempre.