Con mi última exnovia grababa videos mientras cogíamos y después se los mostraba a mis compañeros de trabajo. Con el tiempo, a mis compañeros los traía locos y a mí me gustaba escuchar todo lo que le harían y que la vieran con morbo.

Después de mucho mostrarles cómo me cogía a mi exnovia, los invité a la casa. En una de tantas ocasiones, me empecé a besar con mi novia bastante caliente frente a ellos. Me pidieron permiso de tocarle las tetas y ella no estaba muy convencida, pero yo los dejé.

La situación escaló bastante rápido y cuando ví, ya la estaban desnudando y dedeándola. Todo lo que me habían dicho lo cumplieron. Recuerdo que mejor nos fuimos al cuarto y ella ya solamente tenía sus huarachitos.

La empinaron en el piso para que se apoyara en la cama. Mi compañero Daniel tenía 35, ella 22, yo 25 y Guillermo 50. Daniel seguía fascinado con las tetas de mi novia, pero Guillermo me pidió ayuda para abrirle las nalgas y mientras le mamaba el culo, le metía los dedos en la pucha.

Después de un buen rato, ella pidió que la subieran a la cama porque ya le dolían las rodillas. Guillermo, todavía con los dedos dentro del ano de ella, la tomó del pelo y la subió a la cama (no bruscamente), pero sí se vio muy exitante.

Guillermo fue el primero en meterle el pito en la panocha y, aunque le iba a dar un condón, todo pasó tan rápido que se lo metió pelón. Daniel se la dió a mamar y yo solamente estaba viendo cómo la cogían. Fue ella la que me llamó con su mano para empezármela a jalar.

No pasó mucho rato cuando Guillermo se salió y cambió de lugar con Daniel. Él también empezó a cogerla sin condón, pero bastante más duro. Ver sus tetitas rebotando me hizo ponerme como animal a mí y a Guillermo, y comenzamos a mamarle las chichis como unos enfermos.

Cuando ella decía algo, Guillermo le daba unas cachetaditas muy ligeras y solamente dejaba que dijera que era una perra o cosas por el estilo. Cuando Daniel levantó sus pies a sus hombros, Guillermo se la dió a mamar y yo le quité los huaraches para empezar a oler y besar sus pies.

Todavía estaba Daniel adentro cuando metí mi mano por abajo para meter mis dedos en su ano. Sentí que ya estaba muy mojada, pero pues no le di importancia. Cuando Daniel terminó, ella quería ir al baño y no la dejé.

Le abrí las piernas y vi que estaba goteando leche de su panocha. Verla así me excitó más y, aunque le quería dar por el ano, preferí metércela también por la pucha. Sentía cómo estaba llena de leche y, por la bombeada, empezó a sonar súper rico el aire que salía de su vagina.

Yo recargué sus pies en mi pecho y Guillermo comenzó a masturbarla del clítoris. Después de un rato, pedía ir al baño pero no la dejé. Daniel me ayudó a detenerla y terminó orinándose sobre de mí. Eso me puso bien caliente y también me vine dentro de ella.

Cuando me salí, tomé fotos de cómo la habíamos dejado goteando. Ella se paró para ir al baño porque la cama ya estaba toda mojada y manchada. Cuando se quería limpiar, Guillermo tampoco la dejó. La llevó a la sala y la empinó para empezar a mamarle todo su culito.

Nosotros fuimos atrás de él y literalmente nos turnábamos para darle el ano mientras otro le abría las nalgas. Como estaba empinada en el sillón, Guillermo se dio la vuelta y se la dió a mamar otra vez.

Como ya estábamos calientes de nuevo, fui al cuarto y le traje unas medias de red para que se las pusiera. Solamente fue por el morbo de tenerla así, pero en cuanto se las puso, Guillermo se sentó en el sillón y le rompió las medias para sentarla sobre de él y metércela.

Como ella decía que ya estaba cansada y un poco rosada, yo rompí aún más sus medias y abrí su culito para metércela por el ano. Puse a Daniel a que se la diera a mamar y ahí estaba mi exnovia, bien enfierrada por los tres.

Cuando ella ya no quiso que le dieran por la vagina, la llevé al otro sillón y la empiné para terminarla de dar por el ano. También me vine dentro de ella y, aunque mis amigos también querían darle por el culo, no los dejé. Simplemente fue por payaso y para demostrarles que al final era mi novia y que yo era el que mandaba.

Se la jalaron sobre de ella. Daniel se vino en sus tetas y Guillermo en sus pies. Después de eso, los corrí ya a ellos porque era bastante noche. Yo y mi morrita fuimos a dormir tal y como estábamos, no dejé que se bañara.

Así nos acostamos y al otro día, en cuanto desperté, verla con el maquillaje corrido y con ese apeste a sexo me excitó lo suficiente para cogerla así como estaba, usada y sudada. Nos fuimos a bañar y seguimos con nuestros días normales.

A ella realmente le gustó la experiencia, nunca había estado con más de un hombre a la vez. La situación se repitió un par de veces más, incluso ellos le compraban lencería o zapatillas para usar mientras estábamos con ella. Después de un tiempo, y por distintas razones, terminamos.

Eso fue hace casi 3 años aprox. Ahora ya tengo otra novia desde hace un año y yo aún sigo en el mismo trabajo. Mi actual novia es bastante diferente a mi ex, más bajita, menos chichis, también algo culoncilla, pero definitivamente es bastante más puta.

De hecho, cuando cogemos le gusta meterse dildos en la cola o vibradores, le gusta que la orine y que le rompa la ropa cuando lo hacemos. También he grabado videos y también se los he mostrado a mis compañeros, lo cual los tiene aún más calientes, principalmente Guillermo. Dice que en cuanto la tenga, la va a tratar como si fuera una puta.

La verdad lo imagino y me excita, pero al ver lo zorra que es mi actual novia, es la razón por la que aún no invito a coger con mis amigos. Ya me había confirmado a no compartirla.

Pero hace unas semanas me enteré que está embarazada. Al saber eso y pensar lo rica que se va a poner, me volvió a generar mucho morbo. Imaginar cómo se vería si los tres la cogiéramos. Yo sé que ella no tendría ningún pero, y de hecho tiene trajecitos de puta que usa cuando se lo hago.

Quiero esperar que esté más adelantado el embarazo y llamaré a mis amigos. Ya pensé en el conjunto que le pondré ese día: el traje de sirvienta con las zapatillas altas color plata.