he estado peridida porque estas dos semanas han sido un infierno. Mi tio me castigo por esa tonteria de llegar tarde y me quito el celular. Pero su castigo de verdad era otro: tenia que verlo a el y a mi mama en el sofa en la cocina en su cuarto… cogiendo como condenados y a mi me tenia ahi al lado, mirandolos, pero sin que el me tocara ni una vez. El le metia la verga a mi mamá por todos lados y ella se venia gritando su nombre, mientras yo me moria de ganas de que fuera yo la que estuviera debajo. Me tenia con la panocha empapada todo el santo dia, era un castigo retorcido y yo sabia que lo hacia a proposito.

Pero esta semana se acabo el suplicio y ufff, de que manera. Mi tio se trajo a dos de sus compas del trabajo, y uno de ellos vino con su hijo, un chavo como de mi edad. Me hizo ponerme unos shorts minusculos de esos que se me meten entre las nalgas, y atenderlos con las cervezas. Los tipos no me quitaban el ojo de encima. El amigo de mi tío me dio una nalgada cuando pase junto a su silla y me dijo que buen culo tienes niña. Yo solo me reí sintiendo el calor en la cara y entre las piernas. El hijo no paraba de mirarme las tetas. Mi tío lo veía todo con una sonrisa que me puso aun mas nerviosa.

La cosa se puso caliente cuando empezaron a hablar mas abierto. Mi tio les contó que yo habia estado “muy traviesa” y que necesitaba que me dieran una leccion. El chavo, el hijo de su compa no tardo en levantarse y acorralarme contra la pared de la cocina.

No hablamos mas me llevo al sofa de la sala, me bajo los shorts y se me monto encima. Los otros dos se quedaron viendo, con las cervezas en la mano, y yo veia a mi tio alli, mirandome fijo mientras este chavo me metia su verga. La verdad es que no era gran cosa, mas bien delgada y no muy larga, y el chavo estuvo como cinco minutos y ya se vino adentro mio con un gemido. Fue rapido aburrido y me dejo con las ganas.

Pero cuando se fueron, ufff, hay vino lo bueno. Mi tío me miró y yo supe que era mi turno de verdad. “Ya era hora” le dije y el me agarró del brazo y me llevo a su cuarto de un tirón. No fue nada cariñoso. Me tiro boca abajo sobre la cama y me bajo lo que me quedaba de ropa. Tanto que me has provocado putita me gruñó al oido mientras yo sentia como su verga que tan rico me coge siempre me rozaba en la pierna. Era durisima y mucho mas gruesa que la del otro. No hubo preliminares. Se puso lubricante en la mano y empezo a abrirme el culo con los dedos. “Esta vez te voy a romper ese cuilito, y empezo a metermela por ahay.

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que placer mar rico que me coja de esa forma. era tan ancha que sentia que me abria por la mitad. Cada embestida suya me hacia gritar en la almohada. “Grita, grita mas fuerte,” me ordenaba, y yo no podia evitarlo, gemía como una loca. Me tenia de las caderas, clavandome su verga en el culo con una fuerza que me hacia temblar. Me corrí por primera vez casi enseguida, fue un chorro que me recorrio entera. Pero el no paro. Cambio de posicion y me puso boca arriba, levantandome las piernas. “Abre bien los ojos, quiero que veas como te ocojo,” me dijo, y empezo a metermela otra vez, esta vez en la panocha, que ya estaba hecha un desastre. La sensación de estar tan llena, de ver su cara de puro placer mientras me usaba… me volvi a correr, y luego otra vez. No se cuantas veces me vine, perdi la cuenta. el aguanto un monton, sudando encima de mi, diciendome cosas sucias al oido hasta que por fin soltó un gruñido profundo y sentí su leche caliente adentro mio.

Todavia me duele el culo cuando me siento, pero no me arrepiento de nada valio cada maldito segundo de esa espera. Ahora el solo tiene que mirarme y yo sé que soy su purita. la verda debo portarme mal mas a menudo.