Cuando ella conoce al macho alpha negro
Me llamo Julio. Un tipo normal en todos los sentidos en cuanto a físico, pero muy perverso y morboso en cuanto a sexo con mi mujer.
Mi mujer Mirian, preciosa, cuerpo bendecido por la genética y pulido en gimnasio, pelo largo castaño oscuro, piel de seda, tetitas hipersensibles y culo de infarto.
Además de amarnos profundísimamente y ser muy felices, tenemos un terrible secreto para nuestro entorno. A mí, aparte de dominarla y someterla, me gusta entregarla a otros y otras.
Y ella, a parte de una gran mujer, persona, esposa y madre, es muy muy puta cuando jugamos con terceros.
Tras aquel fantástico fin de semana con Jose Manuel, seguimos en contacto con él, pero según pasaron los meses, nos fuimos enfriando.
Básicamente porque pensábamos que, tanto él como nosotros, lo habíamos dado todo ese fin de semana y repetir otro encuentro, cosa que él deseaba con toda su alma (normal) a nosotros nos parecía que no iba a superar nuestras expectativas, ya que queríamos sensaciones igual de fuertes que aquellas o distintas en todo caso.
Tanto familiar como profesionalmente, no disponemos de tiempo material para poder escaparnos de forma más continua para dar rienda suelta a nuestro vicio sexual.
Esto nos permitía follar muchas veces, he ir dando rienda suelta a que es lo que más morbo nos daría en nuestra próxima cita.
Pusimos un perfil en webs de parejas liberales, dando una referencia del tipo de hombres y parejas que nos encajaban y dejamos que las ofertas nos llegasen, a ver si alguna nos animaba y nos motivaba para nuestra próxima escapada.
Nos llegaron todo tipo de mensajes, tíos que no daban la talla, gente sin experiencia, busca polvos, parejas que querían tomar algo y ver si había feeling, parejas que luego no eran parejas, en fin, mucho y muy variado.
Un sábado por la noche, después de cenar, aprovechando que la niña ya estaba dormida y antes de meternos a la cama a echar un polvazo, Mirian me dijo:
– Cariño, vamos a mirar a ver si hay algún mensaje interesante, que estoy especialmente cachonda con ganas que veas como me llenan de polla.
Como me conocía, y yo a ella, sabía que si me decía eso ya iba yo predispuesto a cualquier cosa.
Abrí la web y entre varios mensajes uno con un archivo adjunto, de nombre
Lo abrí, escribo textual:
-¨ Hola yo Enmanuel, Si pareja de verdad, y quiere que mujer bien follada yo doy lo que tú no olvidas nunca. Ella conmigo ya no quiere otro macho, otra polla ya no gusta, solo mía¨.
Nos llamó la atención, reímos un poco. Pinchamos para ver el perfil, pero no tenía ninguna foto. Nos decepciono un poco. Pero estaba en línea.
– ¿qué hago, le decimos algo? Pregunte a mi mujer. Mientras la acaricia él chochito.
Estábamos con el portátil en la cama, los dos sentados. Mirian con las piernas abierta en braguitas, y el ordenador entre ellas, yo desnudo detrás de ella apoyándola mi polla en su espalda.
– Dile algo a ver, pero sin foto ni nada, no tengo muchas ganas de perder el tiempo.
Pinché al chatear y le dije:
– Hola, Enmanuel nos has escrito, pero con un perfil sin nada no sabemos cómo eres.
No contestaba, así que empezamos a ver cositas porno y seguir descartando.
Estábamos ya para dar por concluida la sesión de ordenador y ponernos a la faena cuando salto el mensaje:
– Hola, yo no fotos, si tu pareja de verdad yo pongo cámara y veo si follo o no tu mujer.
– Tu mujer contigo?
Joder, nos miramos, ¿qué chulito no? ¿Que el verá si se folla a mi mujer o no?
Me pareció muy sobrado, pensé en ni contestar, pero a mi mujer si la hirió en el orgullo:
– ¿Este payaso que se piensa?, dile que sí, que abrimos cam, cuando me vea y diga que sí, le mandamos a tomar por culo por listo.
La había mosqueado y esto a mí me ponía y me hacía gracia a la vez, vamos a reírnos un rato pensé.
Pulse la video conferencia.
En primer plano de nuestra imagen mi mujer, en braguitas con sus maravillosas tetas al aire, lo colocamos para que no se nos viera el rostro.
En su imagen, oscuridad, estaba, pero sin luz.
– Ok, pareja de verdad, tu muy buena, buenas tetas de zorra
Le vimos levantare, se encendió la luz, dio la vuelta al ordenador, que también era portátil.
Nuestros ojos se abrieron como platos, mi corazón empezó a palpitar y noté esa sensación que tanto me gustaba de morbazo absoluto. Mi mujer se estremeció, note como una ola de calor la inundaba la entrepierna mientras la seguía tocando.
Estaba circuncidado, flácida, negra, muy gorda y colgaba hasta la mitad casi del muslo.
En una palabra, BRUTAL.
Enchufó hacia arriba, muy delgado, muy marcado, pelo muy corto, algo feo.
Nos dejó mudos:
– ¿Te gusta puta blanca? Cuando tu folla conmigo ya no quieres otra polla.
– -Yo experto en putas blancas de maridos maricones que no follan bien.
– Tu blanco, quítale ropa y que ves todo, creo que si voy a follar tu mujer.
Nos miramos, noté en sus ojos que mi mujer ya estaba entregada. Si el negro hubiera estado aquí mismo ya sería suya.
Puse el pc en la cómoda, nos levantamos, la desnudé por completo, mi mujer ya se dejaba hacer. Enmanuel empezó a pedir:
– Ponla coño en cámara
– Enseña culo abierto
– Abre boca
Parecía que le estaba enseñando el género, la verdad así era.
– Ponte tu detrás de la puta y hazla paja, yo hago paja para ella
Me puse en su espalda, la empecé a lamer la oreja y tocarla suavemente las tetas y el coño, no quería atacarla directamente el clítoris por que se abría corrido de inmediato.
Enmanuel empezó a tocarse, era acojonante ver semejante rabo, se sacudía apretándose fuerte. De repente escuchamos su voz, nosotros no teníamos micro, el comprobamos que sí.
– ¿Me oyes? Haciendo ok con el dedo le contesté.
– Dime si o no, pero ella, tu no.
– ¿Te gusta mi polla puta blanca? Ok
– ¿Quieres que te folle? Ok
– ¿has tenido macho negro? No
– ¿Tú sabes que yo hago de ti que quiero? Ok
– ¿Tú de verdad o jugando? OK OK
– Yo Almería, tu marido trae para tu sentir mujer de verdad conmigo.
Mirian me miró, llevaba a punto de correrse más de 5 minutos. Me miró suplicándome que la rozara ya el clítoris que se lo maltratara para correrse como una zorra, mientras deseaba ser la sumisa del puto negro.
– ¿Tu Almería o solo puto maricon y puta calienta pollas? Increpo Enmanuel.
Mi mujer se apartó de mí y alejo un poco el pc, se nos veía la cara.
Le miró con cara de zorra, y con la mano y la cabeza le hizo un gesto.
Enmanuel flipó al vernos del todo, ya sabía que esto no era un juego solamente.
– Sigue tocándola, que se corra y os doy mi leche y hablamos.
Ya de cuerpo entero agarré a mi mujer por el cuello, la abrí las piernas y empecé a darle duro en el clítoris. No aguantó, se corrió entre espasmos y temblores, salpicando suelo y empapándome la mano.
– Muy buena tu puta toma mi leche.
Y dándose dos sacudidas fuertes, soltó las manos dejando la pitón suelta y como una manguera de alta presión, empezó a disparar chorros de semen.
Corridon brutal salpicando por todos los lados incluido el pc. Su voz de nuevo:
– Apunta mi número y llámame ahora
Un escalofrió me invadió, no sabía qué hacer. Enmanuel cortó la comunicación, parecía que entraba alguien en su cuarto.
Besé a mi mujer que seguía muy caliente, tras ver el espectáculo de la serpiente escupidora.
– ¿Qué hago cariño?
– No se mi amor, me ha puesto hiper cachonda, me gustaría que me follara, pero también me da un poco de miedo, es muy primitivo, no sé. Pero también que sea así me da morbo y eso pollon, me a matar.
No sabía qué hacer, la decisión era mía exclusivamente como prácticamente siempre ha sido en estos casos….
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Continúa..
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