Mi novia entró a una fábrica hace unos meses y de la nada ya la andaban cambiando de puesto, que si viajes de trabajo, que si “capacitación”. Yo al inicio me sentía orgulloso, pero la verdad había algo raro… regresaba cansada, pero no cansada normal, sino como apagada.

Un día no me aguanté y abrí su WhatsApp mientras dormía. Me encontré con una conversación con su mejor amiga que me partió la madre. Ahí contaba todo, como si fuera algo normal.

Resulta que un supervisor le metió en la cabeza que tenía “madera de líder”, pero que para ver en qué área encajaba tenía que “estar en todas”. Obvio no hablaba del trabajo. Ella primero decía que no, hasta que uno de esos güeyes la convenció diciéndole que el anal no contaba como infidelidad. Y lo peor es que cayó porque conmigo jamás lo había hecho, en todos los años juntos. O sea, yo la cuidando como la morrita inocente que era, y otro cabrón se aprovechó de eso.

Después ya fue rutina: viajes de trabajo donde se la cogían, cambios de área solo para que otro tuviera chance. Ella misma le decía a su amiga que a veces regresaba “llena” y aun así llegaba a verme, y que yo sin saber nada la recibía con ganas. Básicamente más de una vez yo era el segundo sin darme cuenta.

Lo que más me jodió fue leer que una vez, por mi terquedad, me puse intenso con ella y terminé chupando más de lo normal. Ella decía que casi se muere de pena porque yo estaba probando cosas que no eran mías. Y yo todo contento chupándole el culo.

No sé qué hacer con esto. Estoy entre mandarla a la chingada, sentir lástima porque claramente la manipularon con la mentira de los ascensos, o quedarme callado porque la neta ni palabras me salen. Solo tengo esa mezcla de rabia, asco y vergüenza que no me deja dormir.