
Por
La novia de mi amigo, mi juguete personal
Esa jeva era la puta perfecta disfrazada de niña buena. La conocí en el cumple de mi pana Carlos (el más feo del grupito del liceo), que llegó con esta chama de 23 años, tetas operadas escondidas bajo una blusa santita y una sonrisa que gritaba «métenme el pupe ya».
«Nos conocimos en la iglesia», decía la muy hipócrita mientras se ajustaba el escote. Yo me reía por dentro, imaginando cómo se debía mover ese culo en los bancos de la misa.
Todo empezó con su jueguito de celos: «Ay Jhonatan, abrázame pa’ que Carlos se ponga celoso». La muy zorra no solo se abrazó, sino que se sentó en mi verga con esa falda corta que dejaba ver las medias hasta el muslo. El pendejo de Carlos se emputó, pero a los 10 minutos ya estaban reconciliados como si nada.
Un año después, la encuentro llorando en el Sambil. «Es que me engaña», decía mientras me mostraba «pruebas» en su celular. La muy descarada «accidentalmente» me enseñó una foto en lencería roja, tetas al aire, con un «Oops» que olía a provocación.
La cosa es que empezamos a ir al cine frecuentemente, para consolarla y pasaron cosas:
Al principio besos con lengua y mano bajo la falda.
Luego me sacó la verga en la fila de atrás y empezó a acariciarla y a olerse la mano y pasare la lengua en la mano, para luego seguir tocandome (sin hacerme llegar).
Otro día, bueno coño, eso fue épico y pasamos al siguiente nivel
La sala vacía, créditos rodando, y a la muy perra se le ocurrió susurrar: «Quiero que me uses como tu juguetei». Le arranqué el escote y ahí estaban esas tetas de silicona.
Después no fuimos para un hotel, y al llegar de una le dije:
«Ponte en 4, puta. Muéstrane lo que comes sin condón».
La perra temblaba, pero obedeció. Su tanga verde estaba empapada, pegada a ese culo que movía en la iglesia los domingos.
Después la hice gritar con tres dedos en el culo mientras mordía la cama.
Lo más interesante, pasa luego cuando vamos en el carro, En el carro, mientras se limpiaba el maquillaje corrido, me soltó la bomba:
«Carlos sabe todo… y quiere un trío».
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