Esto me pasó cuando tenía 17, tenía una amiga muy apegada a la iglesia, era muy reservada con su cuerpo, no decía groserías y no le gustaba hablar de sexo.

Cabe decir que tenía unas nalgas no muy grandes pero bien formadas y muy suaves, de las que rebotan con caminar, ella era blanca con una cara muy linda, pocas tetas y piernas grandes.

Vivíamos cerca uno del otro, así que no era raro irnos juntos a la escuela, una de las tantas veces que nos fuimos juntos llegamos tarde y nos dejaron fuera de la escuela (no éramos los únicos había demasiados chicos fuera) el director salió a hablar con nosotros ya que éramos demasiados los que llegamos tarde, todos nos juntamos en semi círculo para escuchar al directo regañarnos.

Yo quedé detrás de mi amiga muy pegado a ella, inmediatamente sentí sus nalgas suaves y paraditas, cada momento que pasaba sentía que esas nalgas se me pegaban más y más, creí que era mi imaginación o por tanto gente alguien me empujaba, pero cuando reaccione, mi amiga me veía con una cara de puta en celo, sus ojos decian «metemela ya», yo no pude aguantar más y me puse duro como piedra, mi verga quedó metida entre sus nalgas, con la cabeza bien metida y ella sola comenzó a mover su culo de atrás a adelante, en una de esas veces que separó su culo, aproveche para tomarla de la cintura con una mano y con la otra apretar sus nalgas (nadie vio nada, todos estaban atentos viendo al director regañandonos).

Yo no podía aguantar más estaba a punto de explotar, como pude acomode mi verga para que apuntará hacia arriba y eyacule dentro de mi pantalón y playera, ella se dio cuenta cuando ya no sintió mi cabeza entre sus nalgas, entonces puso sus manos detrás de su espalda tratando de agarrarme la verga, hasta que lo logro, metió su mano bajo mi playera y tocó mi verga llena de leche, creo que se asusto porque rápido la quitó, sin embargo lo que hizo después me puso duro otra vez, ya que había tocado mi semen con sus dedos y se había embarrado, así que se lo llevo a la boca y chupo su dedo muy disimuladamente.

El director termino su sermón y nos dejó pasar, yo corrí al baño a limpiarme y ella siguió el día como si nada, sin duda la cara de puta que puso ese día nunca la olvidaré.