Ella y yo habíamos terminado de coger, tenia un tipo vestido azul con el cual le sacaba sus tetitas y por abajo por ser falta me tenía bien clavado. Ya eran las 2 de la mañana y era hora de irme a mi casa, nos vestimos y cerca de su casa había un parque. Platicamos, nos besamos y nos volvieron a dar ganas, eran horas de la madrugada y nadie nos veía, ella me la saco la verga y me paseo asi por el parque, en lugar de llevarme de la mano me llevaba de la verga. Se había puesto un mallon con el cual me facilitaba mucho meterle la mano y poder ir deseándola hasta que nos prendimos más. Nos fuimos a los arbustos y queríamos coger otra vez, pero como lo habíamos hecho anteriormente ya no teníamos condones y nunca lo habíamos echó sin. Fueron tantas sus ganas que me dijo que se la metiera así, fue tanta mi desesperación que le rompí las mallas y se la meti. Jamás había sentido su vagina así de caliente y mojada, ella sentada con vista frente a mi y yo levantola de sus nalgas para podérmela coger. Así estuvimos un buen rato hasta que nos movimos a otro lado, la puse de perrito y así se lo empecé a hacer agarrándola de sus caderas y el cabello. Me dijo que me estuviera quieto, nos dimos cuenta que a una cuadra todavía había un local abierto de comida u algo y posiblemente nos alcanzaron a ver, no me importó y me la seguí cogiendo igual. Estaba exitada totalmente que dijo que mi verga le fascinaba, me llevó a donde estábamos antes y agarro mi pene para frotarselo en sus labios y se lo volvió a meter. Me dijo que no me iba a dejar ir hasta que me viniera adentro de ella, estaba feliz porque siempre se la había querido meter sin nada y correrme adentro de ella. Ya al momento de casi venirme le avise, que ya me iba a correr y me abrazo con las piernas para asegurarse que me viniera, yo la abracé más para clavar mi verga lo más posible y eyacular lo mas adentro posible. Desde ese día ya no me dejo usar condon y me exprimía cada gota de semen con su boca o su bonita vagina, siempre he eyaculado bastante y eso le gustaba a ella.