octubre 5, 2017

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Bibi (1): El primer contacto y el reencuentro

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Esta es una versión extendida de una historia que subí y no me aceptaron debido a que los personajes eran menores.

Aclaración: Al principio los personajes son menores, pero es necesario para que la historia tome forma, aunque no ocurre nada explícito. Más adelante ambos serán mayores de edad, mi intención no es promover el abuso infantil.

Bibi – El primer contacto/El reencuentro

Honestamente si me preguntaran sobre cómo y en qué momento empecé a sentir gusto por los pechos grandes, yo diría que fue durante mi niñez, en mi último año de la escuela primaria para ser exacto. Antes de eso mi mente infantil podría enfocarse en otras cosas como los trompos, las canicas, juegos de video, cosas de chavos.

Mi nombre es Donato, pero estoy acostumbrado a que me llamen Doni, y durante los hechos en los que ocurrieron esta historia yo tendría unos 12 años recién cumplidos. Es curioso como la vida da ciertos giros, y yo estaba por pasar por uno muy grande.

Antes de seguir, debo contarles de una compañera, quien es como la protagonista de esta historia, después de mí claro. Su nombre es Bibi, y va en el mismo grado que yo, aunque en un grupo diferente, y es de esas niñas que parecen tener un futuro asegurado. En su grupo era la estudiante de honor, sacaba puros 10’s en todas las materias, y además de eso era muy popular, aunque siempre se le veía junto a sus amigas, nunca se le veía con algún chico.

Eso no significaba que los niños no la admiran, todo lo contrario, pues además de lista era muy linda. Siempre iluminaba a quien sea con su sonrisa de muñequita, y trataba a todos con cariño, era muy difícil imaginar que le cayera mal a alguien. Siempre acostumbraba usar una cola de caballo que sostenía su cabello negro, y sus ojos celestes te hipnotizaba cuando los veias.

Sin embargo, su mayor atributo era su físico, más exacto su busto. ¿Han escuchado aquella expresión que dice que los niños crecen rápido últimamente? Pues ella era la prueba viviente, bajo la blusa de botones que ella usaba de uniforme se guardaba un buen par de pechos. Fuera de broma, aquel par parecían más bien un par de naranjas ocultas, de esas grandes que caben en la mano. Tal vez no parezca mucho, pero en su pequeño cuerpo resaltan bastante, posiblemente sea por eso que los chicos temian hablar con ella.

Toda la desventura empezó un día como cualquier otro durante la hora de receso, mis compañeros y yo nos encontrábamos en las canchas jugando una partida de soccer, la típica reta entre grupos. Yo me encontraba en posición defensiva cerca de nuestra portería. No era muy bueno, por eso no me dejaban más adelante, pero era algo agresivo a la hora de impedir el paso a los rivales. Nuestr marcador era de 2-2, y el balón estaba en la cancha contraria.

En ese instante sonó el timbre de clases, y se dio el aviso de seguiríamos el encuentro mañana. Nuestra próxima clase era la de matemáticas, y nuestro maestro no toleraba retardos por lo que muchos corrieron a nuestro salon. Yo hice lo mismo, sin saber lo mucho que me arrepentiría en ese momento.

Al pasar por el salón del grupo B (Yo era del grupo A), alguien estaba por salir de ahí, no pude fijarme de quien se trataba, pues antes de poder detenerme ya estábamos ambos en el suelo.

Recuerdo que ambos soltamos un ligero ‘auh’ por la caída, yo estaba encima de aquella persona. Al levantarme y abrir los ojos, vi cabello negro, definitivamente era una chica.

-D.. Disculpa..-

Aquella voz tierna.. solo podía ser de.. ¡Bibi!, ¡Había derribado a Bibi!

-¡Perdoname!, No fue mi..- Al querer levantarme, mi mano se apoyó en algo blandito y grande.

-¡Eep!- Se escuchó de su voz, antes de darme cuenta alguien más de su grupo gritó.

-¡Donato del grupo A le está agarrando un seno a Bibi!-

No hace falta decir que me mandaron a la dirección luego de eso.

Al parecer la maestra del grupo B lo vio todo, y fuí reportado al director de la escuela. Recibí un muy largo sermón sobre conducta inapropiada en clases, al parecer me calificaban como ‘un chico con problemas hormonales’. Por supuesto yo estaba molesto, nadie me creyó cuando dije que fue un accidente, ¡Porque eso fue!

Y claro, yo aun sin poder olvidar la sensación de aquel pecho, era la primera vez que sentía algo así, ¡y con Bibi! Pero luego recordaba su expresión en el rostro y la felicidad se iba, era una sensación horrible.

Me quedé en la dirección hasta la hora de salida, me hicieron escribir ‘Debo respetar a mis compañeros’ en mi libreta hasta entonces, y debía llenar al menos 3 hojas, para cuando terminé me dolía la mano. Y claro, no faltaron las miradas y los rumores en la salida. En un solo día el resto de mi curso se había arruinado. Quería irme a casa, y además quería estar solo, el único lugar donde podía esperar era en la entrada del estacionamiento.

-D-Disculpa..- Escuché la voz de Bibi repentinamente, estaba tan absorto en mi mundo que no me di cuenta de su acercamiento, lo cual me hizo saltar.

-¡B-Bibi! Yo.. Lo que pasó hoy.. Yo..-

-!Lo siento mucho!-

¿Eh?

¿Bibi acaba de pedirme perdón?

-Perdóname.. Estaba muy asustada, no pude decir nada..- Dijo ella mientras se acercaba un poco. -Cuando traté de decir algo, saliste corriendo.. Y bueno, supe que te mandaron a la dirección por mi culpa-

-¡No! No fue tu culpa, yo debí tener más cuidado-

-Bueno, yo debí aclarar el malentendido, ¡Quería hacerlo! Pero.. Mis amigas decían que era mejor dejar que te reporten, que.. Bueno, ellos te llamaron un abusador-

El solo escuchar eso me provocó un nudo en la garganta.

-P-pero yo se que eso no es verdad, Es solo que.. Bueno, nadie me había tocado aquí..- Decía ella mientras oprimía ambas manos en su busto.

-Bueno.. No debí hacerlo, accidente o no, prefiero olvidarlo-

-!No estoy molesta! Solo extraña, fue extraño.. Tu mano..- Un momento -Aun puedo sentir la sensación..-

¿Por qué sigue hablando de eso?

-Sé muy bien que este lugar creció mucho antes de lo que debía, mi mamá dice que está está en mi sangre. También me dice no deje que lo que me digan sobre esto me afecte.. Aún así, muchos chicos no me hablan, y yo temo… ¿Tú.. Qué sentiste.. Cuando me tocaste?-

-¿Perdóname?-

-… Mi pecho.. Cuando lo estrujaste.. ¿Sentiste asco?-

La verdad no sabía muy bien qué es lo que sentía, pero dos cosas eran claras: A) este tipo de pláticas no eran comunes a su edad, y B) Hasta donde sentí, yo no sentía asco.

-No.. Claro que no- De algún modo eso la animó.

-¿Entonces.. Si no te dio asco.. Entonces se puede decir que te gustó?-

-Pues… supongo que si-

No sabía la situación en la que me estaba metiendo, solo sabía que su sonrisa era genuina al oír mi respuesta.

Tristemente, no todo lo bueno termina bien. Al día siguiente se nos comunicó que la mamá de Bibi jabia solicitado dar de baja a su hija. Y a que no adivinan, toda la culpa cayó en mí. El resto del año fue una pesadilla, ¿Pero saben qué? Valió la pena ver esa sonrisa en ella, sólo Dios sabía si algún día volvería a ver esa sonrisa. ¿Tal vez quiza en un futuro no muy lejano?

Han pasado ya 6 años desde que sucedió aquel hecho con Bibi, y desde entonces no supe nada de ella. Por obvias razones no tenía su número de teléfono, y debido a que no conocía sus apellidos no podía localizar en ninguna red social, era como si hubiera dejado de existir.

¿Honestamente? Estaba un poco triste, pues en ese tiempo tenía la idea de que ella y yo pudiéramos hacer amistad, pero no. Luego de que su madre se enterara de que otro alumno (osea yo) le estrujó un pecho, inmediatamente dio de baja a Bibi. Después de eso me gané el odio de todo el alumnado, y mi ultimo grado en la primaria fue un desastre.

Aunque debido a eso tuve más tiempo para enfocarme en mis estudios, con lo cual terminé sin ningún problema, pero la cosa no terminó ahí. En la secundaria, incluso en la preparatoria, nunca faltaba quien esparciera rumores, y mi infierno no tenía fin.

Todo eso por estrujarle un pecho a Bibi.

Aún podía recordarlo: Su blandura, su tamaño, la redondez. Lo cual hizo preguntarme cómo se verían ahora, ¿Se habrán quedado así o habrán seguido su crecimiento?

Ahora estaba en la cumbre, pues este año empezaba a estudiar la carrera. Después de años de abuso y tanto tiempo en la computadora, decidí que quería estudiar diseño web. Para mi fortuna, a 20 minutos en auto de mi casa había una universidad con esa carrera, y además era económica. El único problema era el horario, escuché que uno prácticamente estaba ahí todo el día por lo que un trabajo de medio tiempo no era una opción.

Ahora mismo me encontraba cruzando la entrada, y déjenme decir que el lugar era enorme, cero exageración, comenzaba a pensar en conseguirme un skateboard para no caminar tanto entre clase y clase, aún no sabía bien si estaban prohibidos o no.

Pero sin duda la atracción principal eran las alumnas, lo que antes en la primaria eran niñas ahora estaba rodeado por mujeres jóvenes, claro que también habían hombres de mi edad, pero desde lo de Bibi supe bien que yo era heterosexual.

Mi única preocupación ahora era si alguien de aqui me conocía, si ese era el caso entonces adios a mi oportunidad de vida amorosa, una vez más sería el pervertido agarra-pechos de la primaria, estos años fueron muy duros, ya estaba cansado de problemas, lo único que quería ahora era llegar a mi primera clase.

Ahora se preguntarán: ¿Sucedió lo que me temía? Pues no exactamente.

A unos asientos de mí estaba ella: Bibi, después de todos estos años y a pesar de que había dejado de ser una niña, realmente no había cambiado nada. ¿Que cómo la reconocí? ¿Fue su cabello? ¿Sus ojos? ¿Sus bella sonrisa? Si, en parte..

Sus pechos, aquel par era la mayor prueba, y como me temí más que conservar su volumen, estos habían crecido junto con ella. No soy bueno adivinando copas, pero si fuera a comparar, lo haría con un par de bolas de fútbol. Si alguien escuchara esto de mí y no conociera a Bibi seguro diría ‘no jodas, eso además de imposible suena ridículo’ pero no, así era la cosa, y todo lo que podía hacer era ver.

Solo ver y nada más, no tenía el valor para hablarle, mucho menos debido a que en aquel entonces habían otras chicas a su alrededor hablándole. Pero sobre todo lo que de verdad me temía: Reconocí a una de sus amigas de la primaria, se llamaba Lucía y fue ella de las que expandió el rumor sobre mí. Esto era malo, ¿Ambas tomarán la misma clase que yo?

-Muy buenos días chicos- Escuchamos la voz de nuestro profesor, o al menos eso parecía ser, era el único que entró al salón y usaba una camisa de botones. -Antes que nada quiero darles la bienvenida, no esperen cosas de mi parte como ‘espero seamos amigos’ y tampoco los haré presentarse, tienen todo el día para hacerlo. Ya no están en la preparatoria-

Ahora, esto era algo de esperarse. En la preparatoria los maestros nos decían cosas como ‘la universidad es muy diferente’, ya no éramos niños después de todo. Si uno se fijaba bien, se daría cuenta de que en nuestro grupo había hasta gente adulta, aunque solo eran como 2 o 3, el resto eran chicos y chicas de mi edad mas o menos.

Luego lo que menos quería: la pasa de lista. No pasó mucho tiempo antes de que mencionaran mi nombre y yo tuviera que alzar la mano. Sabía que en ese momento la gente me miraría, y eso incluiría a Bibi, quien seguramente habrá reconocido mi nombre.

Voltee a verla, en efecto me estaba viendo ahora, se veía.. ¿Feliz? Eso no me lo esperaba. Nuestra última (por no decir única) charla no fue muy clara por así decir.. extraña es la palabra, quien no me recibió con una muy cálida sonrisa fue Lucía, también me había reconocido, eso SÍ era malo.

Luego de una larga (y tediosa) hora, salimos de nuestra primera clase, la siguiente era dentro de media hora en otro salón, y necesitaba trasladarme lo antes posible.

Antes de que pudiera levantarme, uno de mis compañeros se acercó a mi lugar y dejó una nota en mi mesa.

-¿Y esto?- Pregunté yo.

-Tu solo leelo, es de parte de Bibi- Y sin decir más dio su paso fuera del salón, yo tomé la nota y la abrí algo desesperado, aquella decía lo siguiente:

“Perdón por no hablarte de forma directa, aun no me creo que seas tú. Pero si de verdad eres el Donato que conozco, quiero que nos veamos a la hora de receso junto a la puerta del auditorio #3. De verdad necesito hablarte”

Y eso era todo, no había firma ni algún nombre, pero a juzgar por el estilo de letra sin duda tenía que ser Bibi. No podía negarme, mucho menos a ella. La hora de receso era a las 12:30 ahora eran las 9:30, por lo que faltaban 2 clases las cuales pasaron más rápido de lo que pude imaginarme.

Antes de darme cuenta ya me encontraba dando mi paso al auditorio indicado. Este lugar era enorme, al menos unos 600 estudiantes podían estudiar aquí, por lo cual no era raro que haya más de 4 auditorios, y mientras más me acercaba a mi destino más me daba cuenta del por qué Bibi decidió venir a este lugar, casi nadie pasaba por aquí a esta hora, estaríamos solos.

Frente a mi estaba la puerta del auditorio número 3, señalada con el nombre grabado en la puerta, y junto a la puerta estaba ella. No me habia fijado bien, pero ella traía una falda que le llegaba a las rodillas, aunque se había acomodado de un modo en el que no se pudiera ver debajo, y en la parte superior traía una blusa rosada, de esas que solo tenían 3 botones en la zona del pecho.

Y hablando de este, su enorme tamaño hace que resalten bastante debajo de la blusa, y por la forma en la que estaban alzados era claro que usaba un sostén.

-¿Donato?- Dijo ella, alzando la vista. -¿Eres tú?-

-Pues… Si, soy yo-

-¡Vaya!, ¡De verdad estas cambiadisimo!- Bibi hizo su esfuerzo para ponerse de pie, le ofrecí una mano la cual ella aceptó. -¿Cuantos años? ¿Seis?-

-De hecho si, no te veía desde.. Bueno..-

-Oh, si.. Creí que les contaron entonces-

-Te dieron de baja, ¿No? Por tu mamá- Bibi se ocultó tras su cabello para luego responder.

-Ella se angustió bastante.. Decía que era cuestión de tiempo, que en aquel entonces era normal.. Bueno, ya sabes, pubertad-

-¿No le dijiste que fue un accidente?-

-¡Lo intenté! Ella no quiso escucharme, el director le dijo lo que mi maestra le contó y.. Lo lamento, no pude hacer nada-

-¿Qué fue de ti? Nadie supo nada de ti luego-

-Mi mamá me metió en programas especiales donde podía estudiar desde casa, tomaba unos cursos por internet y luego tomaba exámenes. Ella decía que debido a mi condición no podía estudiar con otros alumnos presentes-

-¿Qué condición?- Idiota, era obvio a qué se referia ella.

-Bueno.. Ya lo viste tú- un poco apenada, Bibi puso ambas palmas en su busto. -No dejaron de crecer desde entonces-.

-Bueno.. Si me fijé- ¿Acaso hoy estaba idiota? ¡Eso era una confesión de que me había fijado en sus pechos!

-No me sorprende.. Pero aprendí a vivir con ellos, en parte me gustan asi. Mi mamá me dijo de contarlas, pero yo no quise.. Aún si me costaron una vida escolar normal-

-¿Y qué hay de diferencia ahora? ¿Ella cambió de opinión?-

-Para nada, pero ya sabes.. Ya soy mayor, estar sola en casa me deprimía, quería conocer gente de mi edad, tal vez un novio.. Aunque no esperaba verte- Al decir eso, Bibi me regaló una muy cálida sonrisa. -He querido verte todos estos años, ¿Sabes?-

-¿Enserio? ¿A mi?-

-Si.. A ti. Bueno.. Me he enterado de lo que te sucedió.. Creo también pasaste por mucho-

-Oh.. Si- Dije bajando un poco la mirada. Bibi se me acercó y tomó mi mano, de ahí le dio un beso bastante tierno.

-Se que no es mucho, tal vez no sea nada, pero… – Sentí como ella jalaba mi mano hacia sí misma. -Espero esto compense algo-.

Antes de que me diera cuenta, esa misma mano mía ahora estaba encima de uno de sus pechos. ¡Era enorme! Obviamente no se sentía bien su suavidad debido a su ropa, pero esto no estaba mal tampoco.

-Sabes.. Desde que sucedió aquello, los vi de otro modo.. Antes solo sentia que me veía rara, y por eso los niños me evitaban, pero cuando me tocaste.. Se sintió diferente. Conforme crecían empecé a quererlos, eso fue gracias a ti.. Y pues.. Esto es lo que puedo darte por ahora-

-¿Por.. Ahora?-

-Además de ti, nadie mas los ha tocado, ni siquiera dejaba que los doctores lo hagan.. Mucho menos dejó que los vean, pero tu.. Sufriste mucho por mi culpa, si yo hubiera dicho algo en ese entonces nada habría sucedido-

Mientras ella hablaba yo seguía sintiendo su enorme seno, a ella no parecía importarle a simple vista pero yo sabía lo apenada que estaba.

-Incluso ahora lucía me decía sobre alejarme de tí.. Pero decidí ignorarla, ella no sabe la verdad, pero yo si. Ahora… Veo que tu estas disfrutando esto- Al escucharla decir eso yo aparté mi mano, a lo cual ella sonrió. -Eres un buen chico, de verdad querías hacer esto, sin embargo te sientes inseguro.. No estoy molesta, siendo honesta fue relajante, ten- Para mi sorpresa ella desabrochó los 3 botones de su blusa para luego meter su mano, pasaron unos segundos en los que ella husmeaba entre sus pechos hasta que finalmente sacó una nota de papel, tomando mi mano derecha para así entregármela. -Con esto podremos hablar aun fuera de la escuela.. Mensajeame en la noche- Y con eso ella se abrochó sus botones y dando su paso me dejó solo frente al auditorio, fue hasta asegurarme de que yo estuviera solo cuando revisé la nota. Era su número de celular.

Continuará…

Si les gustó no duden en hacermelo saber, que esto recién empieza.

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2 respuestas

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