Tenía 12 años cuando descubrí a mi mamá en la cama con una amiga gimiendo como locas de placer. Ambas estaban desnudas y sus bellos cuerpos se retorcían de gozo. Miré cada detalle y sin darme cuenta empecé a tocarme, teniendo el primer orgasmo de mi vida.

Días después mi amiga Ana estudiaba conmigo y al terminar le hablé de sexo. Vi como Ana se sonrojaba y sentí mi vagina húmeda, seguí con aquello haciendolo cada vez más intenso, finalmente le pregunté si había tenido un orgasmo. Me dijo que no y le rogué que me dejara regalarle el primero. sin darle tiempo a pensar bese a Ana en la boca con deseo. Ella se extremeció y por unos instantes solo me dejo besarla sin ella responder, pero pronto el deseo la dominó y empezó a responder mis besos y caricias.

La fui desnudando, besando su bella piel sin apuro y descubriendo los lugares más sensibles de su cuerpo. Al tenerla totalmente desnuda, me fuí a su vagina y se la lamí con deseo y lujuria. Ana acabó varias veces, gemía sin control y me pedía que parara, pero yo estaba como poseida por un demonio sexual y no paraba de disfrutar su vagina con mi boca. Ana estaba exhausta y ahora solo lloraba y gemía al llegar un nuevo orgasmo. Me detuve y la bese en la boca. Mi amiga se abrazó a mi con gran ternura y empezó a decirme: Te amo Claudia, te amo. Al reponerse me sentía muy feliz y creí que todo había acabado, pero entonces Ana empezó a besarme y me hizo lo que yo había hecho con ella. No se cuantos orgasmos tuve, pero quedé extremeciendome de placer largo rato cuando por fin decidió parar. Nos besamos con lujuria y nos friccionamos volviendo a acabar, pero esta vez juntas.

Nos bañamos besandonos y acariciandonos con gran ternura y desde ese día somos pareja. Hoy, ambas estudiamos en la Universidad y vivimos juntas, nuestra virginidad esta intacta pero yo quiero perderla con Ana y ella conmigo, por ello acabamos de pedir un pene artificial que se ajusta a la cadera, por ello ambas perderemos la virginidad con el ser que más amamos en el mundo.