Hola queridos lectores. Por obvias razones no revelare mi nombre. Solo daré mi descripción y lugar de origen. Soy alto, tez blanca, ojos azules y cabello negro. Soy de Monterrey, Nuevo León.

Esto sucedió cuando tenia 12 años. Tuve relaciones sexuales con mi vecina.

Mi vecina se había mudado hacia poco a la casa que esta atrás de la mía. Casualmente la ventana de mi recamara daba a la ventana del cuarto de mi vecina. En ese entonces yo tenia un telescopio con el que solía espiar la calle. En una ocasión durante las vacaciones de verano de ese año, enfoque mi telescopio accidentalmente a la ventana de mi vecina. Como tenia 12 años, pues ya tenia mucho interés en el sexo opuesto. Mi vecina estaba desnudándose, todavía recuerdo esa cintura delgada, sus pechos grandes y bien definidos, ella con su brassier y sus bragas en color negro. Me puse nervioso, pero no podía dejar de mirar. Se me paro el pene, nunca antes había tenido esas sensaciones.

Esa noche, comencé a tener sueños eróticos con mi vecina, ella se desnudaba solo para mi, y luego me besaba, y justo en ese momento despertaba. Y los tuve cada noche desde la primera vez que la espié.

En otra ocasión que la alcance a espiar, ella volteo hacia mi ventana y me alcanzo a verme con el telescopio, me asuste porque pensé que me iba a acusar con mis papas por andar de degenerado, pero no fue así.

Un día que yo salí con mi patineta, me la encontré en la esquina de su calle, y mi pidió que si le ayudaba con algo. Yo nervioso le dije que si y acepte ir a su casa. Ese día casualmente vestía una camisa a botones color azul marino. Me senté en el sillón mas grande de su sala. Ella acerco su rostro al mio y me dijo: «Tu eres un niño calenturiento, muy guapo por cierto. No quise acusarte con tus padres por espiarme en las noches cuando me preparo para dormir solo porque quiero que sepas lo que es estar con una mujer de verdad». Dicho esto, se empezó a desvestir, primero se quito la blusa, dejando ver sus pechos grandes y bien torneados. Yo estaba muy nervioso, pero algo me mantenía pegado al sillón. Acto seguido, se quito la falda, dejando ver su ropa interior de color azul marino, con encajes. Me acorralo, me tiro en el sillón con el pie, acerco su rostro al mio y me dijo: «¿Nervioso? Como no te pones así cuando me espías por la ventana. No te preocupes, que hoy vas convertirte en un hombre». Y después me dio un beso en la boca. Luego empezó a desabotonar mi camisa, acaricio y beso mi pecho. Llego a mi pantalón, lo desabotono con las manos y con los dientes bajo el cierre. Ella vio mis boxers y dijo: «¿Usas boxers con planetas? Ningún hombre con el que he estado ha usado ropa interior de este tipo. Ese día llevaba boxers rojos con planetas saturno dibujados en azul marino. Saco mi pene, que nunca lo había visto tan erecto y comenzó a chuparlo. Intente defenderme, pero aquello me gustaba mucho. Y me vine. Entonces ella dijo: «¿Tan pronto te veniste? Y eso que son las preliminares, todavía no llegamos al evento principal». Nos pusimos de pie, y ella me quito ropa, tenis y calcetines, solo me dejo los boxers y me llevo a su cama. Entonces ella me recostó en la cama y dijo: «Has sido un niño muy malo, y ahora te voy a castigar como te mereces¡Ahora si, vas a sentirte como un verdadero hombre!». Entonces, me beso en boca y después me acaricio y beso todo el cuerpo. Se quito el brassier y las bragas quedando como ella llego al mundo, para después sacar mi pene de los boxers y penetrarla. Era la primera vez que sentía algo tan rico, ella se balanceaba y el placer era cada vez mayor, ella gritaba cada vez mas fuerte, y entonces me vine completamente. Me dijo «La próxima vez que quieras disfrutar de este modo, solo ven y pídelo sin pena. Nunca en mi vida Tuve relaciones sexuales con mi vecina 20 años mayor.Nunca había tenido un pene tan pequeño ni a un puberto calenturiento en mi cama, pero lo goce como nunca antes. Ahora vete». Fui a la sala a buscar mi ropa, me vestí y salí de esa casa muy feliz, había tenido por primera vez sexo, y podía volver a pedírselo a mi vecina en cualquier momento. Pero esa sera otra historia