Eran las vacaciones de verano…tenía 3 meses por delante y decidí buscar trabajo para juntar algún dinero. Finalmente conseguí que me emplearan en la oficina de una concesionaria de autos como administrativo…después de aprender mi función los dueños solían dejarme tardes enteras atendiendo solo el negocio, con la única compañía de Lobo…un ovejero alemán de unos 4 años…pasaba tardes enteras sin que entrara gente al negocio y cierto día comencé a acariciar a lobo,cuando lo sentí relajado mi mano se acercó a su pija y vi que no se alteraba,entonces seguí avanzando y me atreví a darle besitos en su pancita hasta llegar a su chota, que para mi sorpresa ya desprendía semen…de su capullo peludo asomaba una crema blancuzca y la punta de su pija comenzaba a sobresalirle…entendí que se sentía a gusto y se la chupé unos cuantos minutos hasta que disparó su semen dulce en mi boca…hizo una especie de gemido,se levantó y se alejó unos metros..pero no parecía estar disgustado…yo me mesturbé en un sillón hasta acabar y después me quedé un momento pensando que era una locura lo que había hecho…no obstante mis sesiones de sexo oral con lobo se repitieron por muchas tardes…me preocupaba que cada vez que me veía me abrazaba las piernas con su pija erecta y se frotaba contra mi…tenía miedo que me pusiera en evidencia delante de otras personas…llegamos a un punto en el que despues de chupársela un buen rato unté mi cola con vaselina y empecé a frotar mi esfínter contra su chota…me puse en posición de perra y el entendió y me montó…yo no podía creer como sus patas delanteras abrazaban mi cintura y como fue buscando mi ano…me quería coger y yo lo ayudé tomando en mi mano su ardiente pija (que parecía un lápiz labial) hasta que la tuve toda dentro del culo…me descargó su leche caliente y me sentí una perra alzada…pasé días masturbándome y todas las tardes mamaba la pija de mi macho canino…hasta que terminó el verano y dejé de trabajar en la concesionaria…