Hace un año conocí a Julio, mi profesor de yoga. Es mexicano y exótico, con la piel morena y rasgos femeninos. El primer día me di cuenta de que era gay porque mi amigo Carlos con el que practico yoga lo invitó a salir con nosotros y él no dudó un segundo en guiñarle un ojo y apuntarse al plan .

Yo soy una chica muy masculina, deportista, pelo rapado, tatoos. No tardamos en hacernos amigos y salir de fiesta a discotecas gays.

Me converti en un «amigo» más y empezaron a contarme todas sus fiestas y orgias exclusivas para hombres gays.

En cuanto volvía a casa me masturbaba pensando en eso, me ponía mi cinturón con una gran polla de plástico y me metía un dildo anal e imaginaba que estaba en un sandwich entre Julio y Carlos. Un día fuimos a una discoteca gay, y al cabo de un rato los perdí de vista. No tardé en darme cuenta de que probablemente estarían en el cuarto oscuro. Supongo que haber bebido de más me desinhibió y sin pensarlo dos veces entré al cuarto oscuro.

Enseguida empezaron a aparecer manos y bocas por todas partes, las esquivé y busqué hasta encontrar a Julio y Carlos que estaban lamiendo unas pollas, y se dieron cuenta de que era yo pero no importó. Empezamos a lamernos, enseguida saltaron sobre mis tetitas, uno en cada una y a tocarme por delante y por atrás. Después me agaché para meterme sus dos penes en la boca mientras ellos jugaban con sus manos y sus culos.

Nos dirigimos hacia uno de los sofas que había en el cuarto y Carlos se sentó y Julio me guió a sentarme arriba de él. Mientras las manos seguian recorriendo y jugando, yo me corria a chorros con toda la situación desde el primer momento.

Carlos sacó un condón y empecé a follarmelo, imaginando que era yo quien se lo follaba a él, y Julio empezó a jugar con mi culo, y yo estaba tan caliente que solo deseaba que me penetraran los dos al mismo tiempo…y así pasó y follamos hasta acabar todos…

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