Llevamos más de un año citándonos con cierta asiduidad y tenemos prioridades y fetiches exclusivos con ella .

Con mi mujer no lo hago de esa forma .

Al recibirme en la puerta dependiendo de la ropa que lleve me encamina al lugar oportuno .

Y uno de ellos es la cocina . La mente es fantasiosa y abarcamos todo lo que se pueda.

En la cocina y con un buen delantal que ella se pone fantaseamos situaciones que recreamos y donde lo más normal es adoptar la postura 

del perrito y ella apoyada en la encimera de la cocina . Rematamos siempre de forma más cómoda en la cama .

Nuestars sesiones duran no más de dos horas y además no despertamos curiosidades ajenas .

Elegimos mitad de semana y de esa forma puedo cumplir con mi mujer el fin de semana.

Llevo un año muy trabajado y creo que mi cuerpo no me da para tanto .

El despertar sexual familiar contiene mucho morbo , mucho más que con la mujer . Lo. prohibido gusta más