Por

Anónimo

febrero 13, 2018

20016 Vistas

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Mi tía necesitaba verga urgentemente

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Hola me llamo Jorge y tengo 29 años, soy moreno de 1.80 de estatura, ahora que me dejé la barba me dicen el Talibán, desde los 17 voy al gimnasio pero no soy una montaña de músculos, tengo un buen trabajo, mi depa y a lo mejor me caso pronto, aunque no estoy seguro porque me encanta la diversión y esas cosas y a mis amiguitas también

Mi tía (hermana de mi mamá) es chaparrita delgada y muy blanca, de cara bonita y labios gruesos, se pinta de rubia y sabe arreglarse muy bien para sacarle partido a su figura, le encanta hacer ejercicio tipo zumba, cardio y esas cosas, es muy atractiva y le dicen la Barbie, es como 15 años mayor que yo, así que es una deliciosa madurita y lo mejor de todo es que siempre nos hemos llevado muy bien y platicamos mucho, sobre todo de ejercicio, nutrición y esas cosas. Tiene un próspero negocio de cosméticos y esas cosas de esos que les llaman multinivel.

Su esposo falleció hace año y medio y era como 15 años mayor que ella y muy muy obeso así que sospecho que desde unos años antes de morir ya no le daba batalla a su deliciosa mujercita, sobre todo porque mi tía comenzó a portarse medio raro, coqueteaba con los amigos de su esposo y esas cosas y poco después de que murió el tío decían que andaba con su instructor de cardio, fue entonces que decidí abordarla.

Obviamente esperé la mejor ocasión, en la mañana cuando sus hijos (un poco menores que yo) estaban en la escuela y el trabajo y me recibió como siempre con mucho gusto diciendo «hola Jorgito, ¡que guapo!, pásale, mi amor, siéntate» y eso siempre me ha encantado mucho y traía unas mallas y una playerita que dejaban ver perfectamente su deliciosa figurita y yo como andaba supuestamente trabajando traía pantalón de vestir y camisa y como siempre le dije «guapa tu, tía preciosa, que bonita te ves hoy». Después de platicar un rato sentados en el sofá los temas de siempre, le pregunté cómo estaba y cómo se sentía y esas cosas mientras la tomaba de la mano y en pocas palabras me contó que se sentía sola y que todavía se sentía lo suficientemente joven para disfrutar de «ciertas cosas» pero que no era fácil encontrar caballeros discretos y esas cosas y hasta se le alieron unas lágrimas y entonces la abracé y le dije al oído que comprendía su situación y que desde hace tiempo quería decirle lo mucho que la quería y que desde hace tiempo también sentía «algo más» y comenzó a poner cara de gran sorpresa y entonces traté de besarla pero ella se opuso pero se notaba que le estaba excitando la situación y bueno, después de un poco de forcejeo y de palabras como «eres muy hermosa», «te quiero mucho», «deseo ser ese caballero discreto quie necesitas» y esas cosas y pues poco a poco dejó de resistirse y en un rato estábamos besándonos apasionadamente y decía que no podía creer lo que estaba pasando y que no se lo dijera a nadie y en un momento que le estaba besando el cuello cerró los ojos y alzó la cara y se puso tan agitada que pensé «bueno pues parece que necesita una buena verga con urgencia en este preciso momento» y de un jalón le quité la playerita y no traía nada abajo así que quedó desnuda de la cintura para arriba y no abría los ojos y me puse a chuparle los pezones y de inmediato comenzó a gemir y la empujé para que se acostara en el sofá y de otro jalón le quité los mallones y tampoco traía nada abajo así que quedó acostada toda desnuda nomás con sus tenis y me arrojé a mamarle la panocha y ella de inmediato apretó las piernas y trató de empujar mi cabeza y a decir «no espera!» pero yo la agarré con fuerza de las caderas y le chupeteaba con fuerza y le lamía y poco a poco dejó de forcejear y comenzo a gemir y abrió las piernas y luego a moverse un poco y a retorcerce un poco y entonces comencé a ensalivarla bastante y a bajarme los pantalones y los calzones sin que se diera cuenta porque estaba planeando la siguiente maniobra que era clavarle la verga hasta el fondo sin darle tiempo de reaccionar y así lo hice, de un derrepente me levanté la agarré de la cintura y le clavé la verga hasta el fondo y le entró con facilidad gracias a la mucha saliva que le había dejado y tal como lo planeaba la agarré desprevenida y cuando ya la tenía hasta el fondo abrió los ojos y me miró y trató de empujarme y me gritó «¡no, espera, qué haces!», bueno no precisamente gritando sino hablando fuerte así como espantada y yo le dije «¡por favor, Barbie, te amo, te adoro, por favor!» y ella comenzó a gemir con cara como de espanto sin dejar de mirarme y luego como que pensó «bueno pues ya qué, ya estas adentro y por lo visto no voy a poder evitarlo, solo me queda gozarlo» y cerró los ojos y siguió gimiendo primero apretando los labios y luego con la boca abierta y luego comenzó a arquear la espalda y viéndola toda excitada recibiendo mi verga comencé a sentirme muy excitado y a gemir y pensé «¡no chingues!, ¡tanto tiempo deseando cogerme a esta perra y ahora la tengo aquí bien ensartada gozando mi verga!, ¡a mi propia pinche tía!» y no pude evitarlo y me vine con fuerza, hasta me sangolotié un poco y no quería venirme porque quería seguir cogiéndomela mucho rato pero no pude evitarlo pero ella todavía no se venía y seguí cogiéndola y no sabía que hacer para provocar que se viniera y no se por qué comencé a decirle «¡ay, cabrón!, ¡pero que piche cola tan sabrosa, Barbie!, ¡y que chichitas tan deliciosas!» y le pellizqué los pezones y ella puso con fuerza sus manos sobre las mías y comenzó a sudar y le dije «¿te gusta perrita?, ¿te gusta sentir mi verga hasta el fondo?, ¡mírame, cabrona!, ¡soy Jorge, tu sobrino!, ¡no sabes cuantas ganas tenía de cogerte!, ¡desde hace años soñaba con acomodarte una buena pinche cogidota como esta!, ¡qué buena estás, cabrona, me encantas, ME ENCANTAS!» y de un derrepente que se viene, volteó los ojos y con la boca abierta y retorciéndose dijo jadeando «¡ay, ay, Jorgito, ay, ay!» y se desguanzó y quedó ahí toda sudorosa y sin fuerza y jadeando y yo sin sacarle todavía la verga comencé a llenarla de besos desde la cara y los labios pasando por su cuello y su pecho y luego le saqué la verga y le escurrió algo de mi sémen y continué besándola por el vientre y luego los muslos y ví como se le ponía la piel de gallina y gemía levemente y me levanté y agarré mis cosas y me fuí al baño.

Cuando regresé ya se había vestido y estaba sentada en el sofá como niña regañada con unas lagrimas en las mejillas y me senté junto a ella y me dijo muy apenada sollozando «lo que hicimos no tiene nombre» y yo la abracé y le dije «sí tiene nombre y se llama (iba a decir coger pero me pareció que no era la palabra que deseaba escuchar) hacer el amor, ¿no comprendes que de amo, Barbie?, te adoro, tenía tantas ganas desde hace tanto tiempo de hacerte el amor, ¿tu no?, ¿no crees que podemos tener una linda relación?, ¿disfrutar discretamente el uno del otro sin preocuparnos del qué dirán?» y ella me interrumpió, «pero lo nuestro no puede ser, y la forma en que lo hicimos, las cosas que me dijiste» y yo la interrumpí, «eso se llama dar rienda suelta a la pasión y me encantó y creo que a tí también, no te sientas mal, al contrario, solo así se puede disfrutar plenamente del sexo, combinando amor con pasión sin inhibiciones, me tienes cuando quieras para dar rienda suelta al amor y a la pasión, cuando quieras, pero si lo que quieres es encontrar a un hombre para hacer vida en pareja, tienes razón, yo no puedo ser ese hombre, ¿es eso lo que quieres?, ¿y tus hijos, y tu negocio, y tu casa?, ¿los quieres compartir con alguien más?, ¿vas a recibir hijos ajenos, te vas a sujetar a un esposo, vas a dejar tu negocio por atenderlo?, eres una mujer independiente, hecha y derecha, solo te falta la pasión, eso es lo que yo te puedo ofrecer, te amo» le dí un beso en la frente y me fuí.

Todos los días siguientes le llamé, nunca se negó a contestarme pero no estaba muy animada, a los 3 o 4 días me dijo «sabes qué?, necesito pensar, ya no me llames, yo te llamo» y dejé de llamarla como 10 días pero ya no pude aguantarme y le volví a llamar y estaba transformada, me contestó muy melosa «¡hola, Jorgito, mi sobrino guapo!, ¿por qué me tienes tan abandonada, cuando vienes a visitarme?»

 

Las primeras visitas fueron un poco desesperadas, como que le urgía coger, venirse rápido y adiós, no se ponía nada especial, solo mallones y playera, pants, un camisón, siempre sin ropa interior, yo le decía de cosas como la primera vez y le gustaba, le excitaba, pero ella no decía nada. Una vez me preguntó si era en serio que le gustaba tanto y le dije que claro que sí me encantaba y solo con ella se me salían esas palabras y fue cambiando fue su actitud, cuando estaba más excitada comenzó a decirme «qué sabrosa verga, Jorgito», «métemela hasta el fondo, mijito», «empuja más fuerte sobrinito» y esas cosas, hasta que un día realmente me sorprendió, me dijo que cumplíamos 3 meses de novios y teníamos que celebrar, estaba arreglada con medias y zapatillas e hicimos el amor salvajemente y diciéndonos ese tipo de cosas que nos decíamos pero con más libertad, hasta me pidió «métemela por el culo, y arrójame toda tu leche, sobrinito guapo», «¿te gusta mi culo, Jorgito, de verdad te gusta?» y se vino 2 o creo que 3 veces ese día y de ahí en adelante lo disfrutamos más y más y con más libertad y poco a poco comenzó a usar ropa más atrevida hasta lencería de fantasía y disfraces de conejita, enfermera, y esas cosas y comenzó a pedirme que usara correas y tangas y esas cosas que ella misma compra, realmente se divierte, a veces me amarra y me dice «ora si te voy a dejar sin verga, cabrón, vas a ver pinche Jorgito» y se da unos tremendos sentones en mi verga y me coge como loca. Una vez me comentó «te agradezco mucho que me hayas ayudado a liberar a la zorra en mi interior, nunca había disfrutado tanto el sexo como ahora y eso nunca de los nuncas me hubiera atrevido a hacerlo con mi esposo o algún novio formal, necesitaba un amante como tu y una relación como la nuestra». Yo mismo estoy súper sorprendido del cambio y con nadie me echo esas tremendas cogidotas como mi tía la Barbie, a veces hasta me queda adolorida o irritada la verga y a veces ella me llama al día siguiente y me dice que le duele un poco el culo o que le arde un poco la picha por mi culpa y me da mucha risa y le digo que yo tambien estoy adolorido y le divierte mucho, así cogemos mi tía la Barbie y yo, se ha vuelto toda una zorra, nadie podría imaginarlo cuando está trabajando o en casa con sus hijos. Dentro de poco vamos a cumplir un año de «novios» a ver qué me tiene preparado la deliciosa zorra de mi tía la Barbie.

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2 respuestas

  1. nindery

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