Esta historia ocurrió casi al tiempo de mi otra experiencia gay con mi amigo, mientras seguíamos a veces con nuestros encuentros aunque últimamente me costaba más convencerlo y lo hacíamos solo a veces.

Mientras tanto me entere que uno de los profesores, uno ya retirado que vivía cerca del colegio tenia al parecer antecedentes de pedofilia, o eso pensaba yo, no estaba muy claro, sé que hubo algún tipo de problema muchos años antes de que entrara yo, algo de unos menores, denuncias, no se demasiado del tema, he intentado hablarlo con algunos compañeros, muchos de los mayores opinan que mucho profesores incluso actuales son un poco pedófilos y salidos.

He decidido que quiero conocer a ese viejo profesor a ver que puedo aprender, a ver si es real eso que dicen de él, evaluar mejor lo que hace, puede que algún día sea mayor y me sigan gustando jóvenes, no lo sé de momento no es un problema ya que aún tengo edad para que no sospechen mucho de mí.

El viejo profesor este suele ir a veces por ahí, a eventos importantes parece que a pesar de todo, le respetan como a alguien que hizo grandes cosas, entrega de premios, notas, casi siempre esta hay, a veces habla con alumnos aventajados, para felicitarlos, animarlos, en mi caso esto no es tan fácil, porque no soy muy buen estudiante, aunque logre algún éxito como para darle la mano alguna ocasión o acercarme, quería llamar más la atención.

La ocasión se presentó por sí sola, durante unos carnavales, la gente salía a sus casa y yo me quedaba en el colegio, por no ir a casa, prefería estar solo a soportar a mis padres adoptivos, de todas formas aunque hubiera salido no me hubiera podido disfrazar casi seguro estando hay menos, quería disfrazarme de William Wallace, un héroe escoces de la película braveheart, lo más similar que se me ocurrió es ponerme una falda de chica, ya que los escoceses llevan falda, y la del uniforme de niñas era similar, así que me metí en el baño de las chicas, que se alborotaron un poco, al principio se les fue un poco la olla, y tuve que esquivar un bocadillo volador, un zapato, luego cuando se tranquilizaron pedí una falda prestada, una chica algo fuerte y gruesa se ofreció a dejármela no sé si para ver qué pasaba, por diversión, así que me quite mis pantalones de chándal y se los di y ella me dio su falda, me ayudaron a ponérmela, ya que ni idea de cómo se ponía, y fui al evento del día, no había clases por entregas de premios, y cosas así, Salí del baño de las chicas y pasaba el profesor de gimnasia, se quedó como embobado, pero que hace usted hay dentro y que lleva puesto.

Salí corriendo antes que me obligara a cambiarme, y asistí al evento como si nada, el profesor ese estaba ahí, incluso fui a saludarle,  no sé qué impresión se habrá llevado, más tarde devolví la falda a la chica que tenía que irse a casa.

Unos días más tarde, recibí un mensaje de uno de los profesores de guardia del internado, tenía órdenes de lo alto que me presentara en casa de este profesor, había movido algunos hilos para que me dejaran ir, así que fui, no sabía muy bien que me esperaba.

La casa estaba muy cerca, llegue caminando enseguida y entre, me dijo que pasara y me hizo sentar.

·         He visto tu expediente, me dijo veo que tienes problemas en los estudios, hay asignaturas que se te dan muy mal como latín por ejemplo, y otras muchas

·         Si, si así es

·         Sabes que fui profesor verdad

·         Si claro

·         Y muy bueno si me permites di clases muchísimos años

·         Está bien, pero que quiere pregunte

·         Ayudarte con los estudio me dijo, puedes venir cuando no haya clases, o cuando quieras y te iré ayudando también puedo habar con algún profesor y ver qué puedo hacer igual son algo menos duros.

·         Bien dije

Y así fue, en unos días al principio me ayudaba en las asignaturas y realmente si era tan bueno como había dicho, eran las clases particulares mejores que puedan existir, sabía mucho de todo, aun así no aprendo mucho n soy muy listo digamos.

Cuando ya llevábamos unos días aleatorios  reuniéndonos y solo daba clases, ya pensaba que las acusaciones eran infundadas, y que solo era un viejo normal, cuando de pronto empezó a tocarme, no en mis partes íntimas sino zonas normales, me fue atrayendo poco a poco y antes de darme cuenta me estaba besando muy intenso con lengua y todo, no me resistí duro un buen rato, se estaba muy agradable besaba bien, y me tocaba por todos lados, sin llegar a ninguna zona demasiado intima.

Al cabo de un rato que parecieron mil años, me dijo que tal.

No sabía que decir, dije sospechaba que acabaría haciendo esto, he oídos rumores.

·         Que oíste me dijo

·         Pues historias de niños que tuvieron problemas, denuncias, cosas malas, no sé si está relacionado con esto, pero no me parece que este mal lo que hace, no estaba seguro si mi criterio era adecuado o no pero es lo que sentía.

·         No te preocupes es mala gente quien dice eso, si quieres seguir viniendo aquí estoy

·         Deje que lo piense.

Y seguí yendo, me preguntaba en que pararía eso, durante unos días hicimos lo mismo, besarnos mucho, y me acariciaba muchísimo, cada ve un poco más íntimo, me gustaba muchísimo, aunque es obvio que me gustaba que me tocara las partes íntimas como el pene o el culo  lo cierto es que disfrutaba más con las caricias normales, no sé si me interesaba más el erotismo o la carencia de afecto por parte de mis padres, que me quisieran no estaba mal.

Un día me dijo quieres subir arriba, pero no sabía que topo de cosas le gustaría hacer, así que dije que no, pero luego lo pensé unos días y pensé sino lo averiguo como lo sabré, así que la siguiente vez que pregunto dije vale.

Subimos a su cuarto, y me indico que me quitara la ropa, así que nos quedamos desnudos totales, nos acostamos, uno al lado del otro.

Después empezó a besarme como siempre pero esta vez desnudos, y me empezó a tocar el pene, suavecito y me hizo una paja, yo coloque mi mano en su pene también e hice lo mismo, seguimos besándonos y acariciándonos, hasta que se corrió, después siguió haciéndome la mía y también me corrí.

Por otra parte, algunos compañeros parecieron notar que tenía una relación especial con alguien influyente, así que  empezaron a pedirme cosas, como permisos para ir a la piscina, o ir a jugar al futbol, malditos, debí negarme, pero me sentía importante haciendo lo que nadie podría solo con una llamada, además pensaba que pedir cosas para los demás era mejor que para uno mismo.

De momento es todo, gracias por leerme y tener paciencia, tengo más historias gay reales y inventadas en parte ya irée subiendo mas