UN LUNAR INDISCRETO 2

Tenía 23 años, eran los 80’s y todavía en los cines-porno existían las funciones de trasnoche, función que empezaba a medianoche hasta que el toque de queda, en la época del terrorismo, acabó con esas “actividades” nocturnas.

El cine Colón, era uno de los habituales cines que trasmitían funciones de trasnoche. Los que conocieron el cine Colón, recordarán que en la puerta principal estaban las boleterías para platea y mezzanine, pero, al lado, en el pasaje Quilca, había una entrada al “gallinero’, una sala q estaba en el tercer piso del cine. Donde se veía la pantalla debajo de la sala. Las butacas estaban un poco empinadas, y en las noches, ese lugar era un bacanal completo. Las gente tiraba a discreción delante de ti, prácticamente, a ese lugar la gente “sabía a lo que iba”. Y si por ejemplo, tú estabas chupándole la verga a un tipo y venía alguien a “sondearte”, te tocaba el culo o te rozaba a propósito, si no lo parabas en una, podrías terminar ensartado x ambos lados, y te tiraban delante de todos y a tu lado se hacía una ronda para contemplarte, y por ahí hasta te tiraban en mancha. Se salía uno e inmediatamente alguien ocupaba su lugar. Una vez me paso eso. Pero en esta ocasión voy a contar otra aventura que me paso ahí.

Una noche de verano, me metí a una función de trasnoche. Estaba con zapatillas, short y polo amplio. Me senté un poco alejado delos lugares habituales, un poco alejado de la gente. A mitad de película me quedé dormido. Sentado con las piernas en el respaldar del asiento delantero y los brazos al lado de mí respaldar. En esas estaba cuando siento algo caliente en mi mano derecha. Abro los ojos y me encuentro con que un tío que estaba con la verga afuera me la había puesto en la mano. Era una verga larga, no muy gruesa pero larga y venuda. Se veía deliciosa, así que, había que aprovechar y comencé a sobarla primero y besarla después. Comencé a chupar este rico instrumento y el tío disfrutaba de la mamada que le estaba haciendo. Al rato, se pasa por encima del asiento y se sienta al lado mío. Se baja el pantalón hasta los tobillos y me pide que le siga chupando la verga. No me hago de rogar, así que me agaché a disfrutar del sabor delicioso de esta verga, en eso el tío me dice, “Te puedo pedir un favor?, mi amigo, ese que ves ahí (miré y era un chico muy guapo, con cara de tranquilo), está ahí abandonado, lo puedo llamar para que nos la chupes a los 2 a la vez?”. Como dije, se veía un chico tranquilo, además de guapo, y bueno, le dije que lo llame nomás. El chico no esperó que se lo pidan de nuevo, rápidamente se sentó al otro lado de mi asiento y también se bajó el pantalón hasta los tobillos y me mostró una verga tan hermosa como la del amigo, no tan grande como la de él, pero si con una cabeza de champiñón. Me agaché para chupar esta hermosa verga, mientras el amigo comenzó a sobarme el culo, y bajarme el short. Comenzó de dedearme calentándome un montón. Al rato, ambos me levantan el polo hasta el cuello y se dedican a chuparme las tetillas, mientras que hábilmente, me sacan el short y al levantar mis piernas, uno me comenzó a meter los dedos en el culo para dilatarme, mientras el otro sobaba y me masturbaba la verga de forma suave y deliciosa.

Yo, estaba que hervía de la calentura, sentirme trabajado unos dedos en el culo, una mano en la verga y dos lenguas traviesas en mis tetillas me tenían a mil. Al rato, el que me dilataba el culo decidió que ya estaba listo para su verga, así que así como estaba, con las piernas arriba del respaldar del frente, se metió entre mi piernas y me ensartó la verga hasta el fondo de mi culo, mientras su amigo me puso la verga en la boca. Me estuvieron dando caña de esa forma por unos 10 minutos, y luego deciden cambiar de posición, así que el que tenía en la boca se sentó en su asiento con la verga apuntando al cielo y yo me senté, dándole la espalada sobre su hermosa verga y comencé a cabalgarlo mientras el otro me puso la vega en la boca y así estuvimos hasta que se vinieron al final ambos en mi boca. Al terminar, tuvieron la decencia de esperar que me ponga la ropa, porque si se iban corría el riesgo del asedio de los fisgones de costumbres que daban vuelta como carroñeros buscando una presa. Terminé de cambiarme y me despedí de los chicos, y salí rápidamente del cine.

Pasaron los años, y cuando tenía 30 me hablaron de un video club que pasaban películas de ambiente en el centro de Lima, así que fui a conocerlo. El lugar tenía una sala para el público, pero también había cabinas privadas, dobles, etc., donde podías disfrutar solo o acompañado de una buena película pornográfica. Elegí la sala común y me senté a un lado de la salita y al fondo había un señor casi echado en el asiento, con la cabeza mirando al cielo, y al ver bien, descubrí que había un tipo que se la estaba chupando. Me sonreí, me paré y fui al baño, estuve dando vueltas x ahí un rato y decidí volver a la sala y la encontré con unas 5 personas más que recién habían llegado. Me paré a un lado de la sala mirando la película, cuando al rato un chico de para a mi lado y comienza a tocarme la verga. Como no le dije nada, pegó su culo a mi verga y comenzó a sobarse sobre el pantalón. Yo me calenté un poco y comencé a meterle mano al chico. Él se dio la vuelta, me sacó la verga del pantalón y poniéndose en 90 grados comenzó a chuparme la verga. Después de un rato lo volteé, me puse un condón y, poniéndolo en 90 grados se la metí hasta el fondo y comencé a culearlo. El pantalón se me había caídos hasta los tobillos pero no me importaba, algunos nos miraban y sonreían, otros estaban en lo suyo, ya sea magreándose o chupándoselas, mientras que yo seguía culeando al chico hasta que me corrí.

Me saqué el condón, me subí el pantalón y me dirigí al baño. Cuando entré, encontré a un par de loquitas conversando que al verme se salieron del baño a seguir conversando entre ellas. Tras mío había entrado un tío de unos 40 años, que entró callado a orinar pero cuando se fueron las loquitas se me acercó y me preguntó –“Hola, tu eres Richard, verdad?” Yo me sorprendí que sepa mi nombre y el rápidamente me dijo: “No te acuerdas de mí?, con mi primo te culeamos una vez en el gallinero del cine Colón, recuerdas?”. Y claro que me acordé, como me iba a olvidar de eso, pero me llamo la atención que me haya reconocido, y me dice: “Pasa que cuando te estabas culeando al muchacho ese, se te cayeron los pantalones y vi que tenías un rico culito, así que comencé a disfrutar viendo tu culito redondito cuando vi tu marca personal, ese lunarcito mono que tienes bajo la nalga, como me iba a olvidar de un culito así?’.

Puta madre, pensé para mí, como los chistes de Quevedo “hasta por el culo me conocen”. Este lunar es… Lo bueno es que al final, él se acordó de mi delicioso culo y yo de la cogida que me dieron él y su primo, así que terminamos en una cabina doble donde me metió 2 polvazos inolvidables. Me fui contentó a mi casa con un culo que me comí y una buena verga que me hizo disfrutar 2 veces.