junio 1, 2014

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Me ha dicho al oído que soy una puta…

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Me ha dicho al oído que soy una puta�

-Que fiesta tan aburrida.- Dijo uno de mis amigos. En realidad la fiesta estaba más que aburrida, nos habían presumido esa fiesta como la fiesta más grande y no era ni la tercera parte de lo que nos dijeron. Solo estábamos los amigos de la festejada, (3 hombres y 3 mujeres, para ser exactos, y un profesor de la universidad).

-¡Candy, mira quien vino!.- Dijo �la festejada�, haciendo pasar a un muchacho de nuestra edad (19 años) que solo había visto una vez en mi vida.

-Hare como que eres mi amiga de toda la vida.- Dijo el tipo con cara de pocos amigos, y fue corriendo a abrazarme (más que nada para verse muy payaso) y yo le respondí igual.

Pasaron los minutos, las horas, y los pocos invitados que llegaron a la fiesta salieron poco a poco, quedándonos en el salón los mismos que estuvimos siempre. No era tan tarde, aun que tampoco era temprano, pero las 3 amigas que fuimos nos quedaríamos a dormir en un hospedaje, así que el tiempo no era mi enemigo esa noche.

-Amigos, yo traigo yerba, y la verdad� Hoy quiero fumar como una maldita enferma.- Les dije, ellos saben que fumo Marihuana desde hace casi un año, y ellos también fuman aun que un poco mas moderado.

-Yo también quiero fumar, pero espera� Iré a un oxxo a comprar alcohol.- Me dijo uno de mis amigos, se fueron los hombres y la festejada, y yo me quede con Alex [el amigo de la cumpleañera], Liz [una amiga] & Jorge [el profesor].

-Bueno en lo que vienen forjare el porro.- Les dije & me levanté, me fui a un rincón del salón, ese día fui muy casual, unos jeans muy pegaditos, zapatillas altas en color negro, y una blusa pegadita en color negro que dejaba ver gran parte de mis senos. Así que opte por sentarme en el piso, & comenzar a limpiar la mota, Alex llegó a hablarme y a presumirme de sus �loqueras� cuando yo en menos de un año e vivido loqueras increíbles, y visto que las drogas ocultan a la mejor gente.

Comenze a fumar el porro, & el me quedaba viendo, le role el porro y el acaricio mis dedos de una manera electrizante, después de fumar algunos tanques, aguanto la respiración y dejo que saliera todo el humo, mandándolo a mi rostro y sonriendo, yo le sonreí de manera incomoda, con los ojos rojos, la boca ceca y la mirada muy perdida, le acepte el porro y comencé a fumar como si fuese una maldita vaga.

-Me excita verte fumar�- me dijo acariciando mi pierna, yo le respondí sacando el humo y viéndolo fijamente.

Mis amigos llegaron con 3 botellas de ron, y aproximadamente 48 cervezas, se pusieron con nosotros [Liz y el profesor estaban muy juntitos, era incomodo volver a las mesas), y nos pusimos a tomar y yo comencé a forjar otro toque.

-Ya estás muy loca.- Me dijo un amigo, tratando de burlarse.

-No lo estoy� para eso es esta noche� ¡PARA PONERME LOCA!.- Le dije, y todos comenzamos a reir, excepto Alex, que me quedaba viendo con un cigarro entre los dedos, sonriendo y lamiendo su labio inferior.

Después de una serie de miradas incontrolables, roces de los dedos, uno de sus dedos pasando sobre mi pierna, acariciando mi nalga, mis sentidos expuestos a sentir el tacto de una manera increíble, a mi amigo se le ocurrió la genial idea de poner una canción llamada �ilegal� de un grupo llamado �cultura profética�, y bueno� Alex se colocó detrás de mi, soltando el humo de su cigarro en mi cuello, respirando sobre mi piel, y acariciando mi cintura, tomo una de mis manos y la paso por detrás, tocando su pene, ya bastante erecto.

-Así me pones con solo verte�- Me dijo con sus labios pegados en mi mejilla. Yo solo suspire, sonriendo de una manera psicópata.- Quiero manejar, ¿me acompañas?.- Me dijo sonriendo, acariciando mis piernas. Yo me negué, no quería dejar a mi amiga Liz sola, era la primera vez que tomaba y ya estaba muy pegadita con el profesor. Por cierto, el hijo de puta del profesor se enojo por el olor a marihuana, y la bolsita de coca que tenía un amigo. Yo le quería dar un pason, tengo que aceptarlo que no le hago a los químicos, pero ya me sentía mareada.

Todos salimos a fumar más y yo a meterme un poco de químicos por la nariz, arme una muy pequeña línea en una tarjeta, sobre una mesa, me agache para darle y sentí un pene muy duro en mi nalga izquierda, y me di cuenta que era Alex, agarrando mi cabello, yo sonreí y me acomode bien, la imagen se veía hermosa, como si el me estuviera dando por detrás, jalándome del cabello.

En ese momento yo ya tenía la mirada muy perdida, con las pupilas grandes y los ojos rojos y dilatados, adoloridos, la boca ceca y sin movimiento casi, las puntas de los dedos fríos, con olor a marihuana, cerveza y chanel. Me puse a caminar, conociendo el jardín del lugar, y Alex fue detrás de mi, me volteó de un solo golpe y comenzamos a besarnos como locos, metiendo la lengua hasta la garganta, yo pasaba mis dedos entre su cabello rizado y suave, acariciaba su espalda y sus hombros, él por su parte, acariciaba mis pechos, metiendo sus manos dentro de mi blusa y tirando de mi sujetador, de una manera desesperada, comencé a besarle el cuello y a atraerlo más hacia mí.

Me puso contra la pared, con una de sus piernas entre las mías, sus manos dentro de mi sujetador aplastando mis pezones, bajó mi brassier debajo de mis pechos y comenzó a morder mis pezones sobre mi blusa.

-¿TIENES PERFORADOS LOS PEZONES?.- Me dijo con una cara de bobo, una sonrisa malvada y el cabello alborotado, yo solo sonreí y acaricie mis pechos, aplastando mis pezones, viéndolo a los ojos.- ¡NO MAMES!, ¡ESTAS LOCA!.- Me dijo de una manera enferma, agarrándome de las nalgas y alzándome, haciendo como si me estuviera penetrando, su pene estaba completamente erecto dentro de su pantalón y yo no pude evitar gemir una y otra vez.

-¡Ya vámonos!.- Le dije entre gemidos, el se alegro al parecer al escucharlo, y yo me compuse el brassier, me llevo hasta su coche caminando delante de el, el abrazándome por la cintura y besando mi cuello.

Subimos a su auto, puso música, Kid Kudi para ser mas exacta, y arranco muy rápido, haciendo que me fuera para atrás y el cabello se me alborotara, comenzamos a reír como locos, yo alzaba las manos y el me veía sorprendido, el se pudo dar cuenta que me gusta cuando alguien conduce rápido, pasamos por un parque, eran tal vez las 3 o 4 am y el se metió en el parque a dar vueltas como loco, tenía un cigarro en la mano, le sugerí ir al hospedaje un rato y después regresar a la fiesta y así lo hizo. Durante el camino el me pasaba el cigarro, y ponía su mano en mi pierna, apretándomela y yo solo fumaba muy concentrada.

Entramos al hospedaje, yo ya tenía reservada la habitación, el recepcionista me veía con duda, nos llevo hasta la habitación, nada del otro mundo, dos camas matrimoniales, una pantalla enorme, un closet y el baño.

En cuanto el recepcionista cerró la puerta, Alex me puso contra ella y comenzó a besarme como loco, bajando a mi cuello, lo lamia, suspiraba en el mientras sostenía mis manos, era una tortura no poder tocarlo, no poder acariciarlo, pero eso lo hacia mas excitante, al menos para mi.

Me dejo dar dos pasos hacia adelante, soltándome por un momento y fue el momento en el que yo aproveche, para empujarlo en la cama, quedó sentado en los pies de la cama, y yo me colé entre sus piernas, rozando mis labios con los de el, y bajando mi mano por su barbilla, por su cuello, su pecho, hasta llegar a su pene, sintiéndolo duro sobre su pantalón, le desabroche el botón del pantalón y baje su cremallera, me alejé y comencé a mover mi cintura despacito, acercándome a él como ninfómana terca, sin dejar de moverme metí mis manos dentro de mi blusa, y desabroche mi sujetador, quitándomelo por completo, le sonreí y él solo me veía con una cara de deseo, me di la vuelta y me desabroche el pantalón, agachándome y bajándomelo despacito, dejando que Alex viera mis nalgas, con un �cachetero� de encajes en color negro.

-Estás bien buena.- Me dijo, sonriendo, agarrándome de las nalgas, dejándome caer sobre su pene, dándome una nalgada y apretando mi nalga después.

-No tienes creatividad para describirme.- Le dije, haciéndole una mueca de tristeza.

-Pero tengo creatividad para cogerte.- Me dijo, parándose detrás de mi, besando mi cuello, enredándose con mi largo cabello, paso una de sus manos a mi entre pierna, agarrándome fuerte, apretando mi clítoris con tres de sus dedos, yo solo gemía y abría la boca soltando suspiros, con una sonrisa de satisfacción, el por su parte enredo su otra mano en mi cabello, haciendo para atrás mi cabeza.-¿Te gusta?.- Me dijo cuando metió su mano dentro de mi bóxer, abriendo mis labios vaginales con sus dedos.

-No le hallo mucha creatividad a esto.- Le dije, mientras el sonreía y me volteaba hacia el, se agacho para quitarme las zapatillas y el pantalón, acarició mis piernas, y puso su cara sobre mi vientre, suspirando sobre el y sus dedos hacían maravillas en mi, su dedo medio hacia círculos dentro de mi, y el pulgar acariciaba mi clítoris mientras besaba mi vientre.

Sacó sus dedos de mi, y con esa mano me dio una nalgada, bajando su mano por mis piernas, puso mi pierna sobre su hombro y dirigió toda su cara hacia mi conchita, lamiéndola, pasaba la punta de su lengua sobre mi pequeño clítoris, y sus manos se encontraban en mis nalgas, apretándolas, haciéndolas suyas, yo solo soltaba suspiros, y me acariciaba los pezones.

Ya en el momento de tenerme bien mojada, con ambas manos y sus traviesos dedos separaba mis labios vaginales, cuando estaba bien abierta pego sus labios y comenzó a succionar por completo el líquido que salía de mi, apretando su boca contra mis labios, justo cuando yo estaba por tener un orgasmo el se detuvo, y me besó, caminando hasta la cama.

-Jamás había probado una panochita tan rica.- Me dijo, sonriendo, sin pena, me tiro a la cama y en seguida subió mi blusa. �Tus pechos son la perfección hecha realidad.- Me dijo, lamiéndose el labio inferior, observándolos detenidamente, mientras que mis pezones crecían, pasó rápidamente las puntas de sus dedos sobre mis pezones, acaricio las piezas que tengo en ellos, llevó uno de sus dedos hasta mi boca y lo lamí como loca, pasando mi lengua y ese dedo sirvió para acariciar y mojar uno de mis pezones.

Me sonrió y después se lanzó a mis pechos, comiéndolos, mordiendolos, saboreándolos como jamás lo habían hecho, succionando mis pezones, mordía las piezas y con sus dientes la jalaba, me producía dolor, placer, excitación.

Para sorpresa de ambos, su celular comenzó a sonar, le dije que contestará, tal vez era algo importante.

-Hola, qué paso?… Si� Está conmigo� En un rato volvemos�-

Pude entender que eran nuestros amigos, así que no hice caso y comencé a besarle los hombros, y quitarle la camisa, besaba su cuerpo después de quitar un botón, el seguía hablando por teléfono, mientras yo bajaba mi cara hasta su pene, y mis manos bajaban por completo su pantalón y su bóxer, pude encontrarme con un pene tal vez de 17 cm de largo, y bastante grueso, con un color hermoso, la cabeza grande y rosadita, completamente erecto, lo veía y sentía que me pedía a gritos una lamida, así lo hice, le pasé mi lengua por la cabeza de su pene�

-No te preocu� mmmmmm� al� al� rato� llega�mos.- Decía entre suspiros, viéndome a los ojos, con cara de morboso, bajo una de sus manos a mis pechos y comenzó a pegarles, despacito, de una manera placentera, los exprimía y aplastaba.

Yo estaba muy entretenida pasando la punta de su pene por mis labios, la besaba y mojaba todo el tronco de su pene con mi lengua, solo basto meterlo una vez a la boca para que el finalizara la llamada, tirando su teléfono.

-Agggh, ¡YA VENTE PARA ACÁ!.- Me dijo, agarrándome de la cintura y tirándome a la cama, volvió a lamer mi conchita, solo una vez y sin decirme nada metió su pene de un solo golpe, haciendo que mi espalda se arqueara, comenzó a envestirme rápidamente, con mis pies sobre sus hombros.

-Que rica estas, que rica.- Me decía mientras me nalgueaba y penetraba rápidamente.

Baje mis pies de sus hombros, y el se detuvo, sacando su pene, me vio algo intrigado, yo le sonreí y me pare de la cama, lo tomé por los hombros e hice que se sentara, subiéndome sobre el, apoye mis rodillas en la cama y me deje caer directamente en su pene, el hizo su cabeza para atrás soltando un gemido, me acariciaba la espalda, y besaba mi cuello, mientras yo me movía arriba y abajo, una y otra vez de una manera lenta.

Se acostó completamente en la cama, y yo seguía moviéndome, movía mi cintura en círculos y a el le gustaba, a mi también, pues así podía sentir su pene descubriendo cada parte de mi vagina.

Me tomó por los pechos, mientras yo subía y bajaba, paso sus manos de mis pechos a mi espalda, de mi espalda a mi cadera y de mi cadera a mis nalgas, lugar perfecto para agarrarme y alzarme, para que el moviera su cadera arriba y abajo de una manera incontrolable, yo ya no aguantaba y sentí un orgasmo increíble, el se dio cuenta y comenzó a mover su cadera más y más rápido, sus testículos chocaban con mis nalgas y mis gemidos eran incontrolables, me dio una nalgada más que fuerte, dejando mis blancas nalgas con un color rojo.

Cambiamos de posición, me puso en cuatro y así me penetraba, diciéndome cosas bruscas como �quiero cogerte más rápido�, �quiero darte la cogida de tu vida�, �te enseñare como se coge a una hembra en brama como tú�. Besaba mi espalda, y paso su brazo a mis pechos y con el los aplastaba, produciéndome dolor y placer, a la vez escozor por mis perforaciones.

Aplasto mi espalda, acostándome por completo boca abajo en la cama, abrió mis piernas y sacó su pene, lo pasaba entre mis labios vaginales una y otra vez, me gustaba, sentía que mi clítoris explotaría y que mis pezones mi picaban.

Volvió a meter su pene y comenzó a penetrarme como nunca.

-Voy a correrme.- Me dijo entre jadeos, aplastaba mis nalgas y luego las separaba, a la hora de soltarlas me daba nalgadas y las apretaba.

Sin decirme anda me agarro mas fuerte, me cogía a lo bestia, sentía mis labios vaginales adoloridos, escuchaba sus gemidos, sus insultos, sentía sus nalgadas, su pene abriéndose paso en mi una y otra vez, hasta que lo saco y sin darle tiempo de nada, se masturbo poquito, corriéndose en mi espalda baja y en mis nalgas.

Había sido una rica cogida, eran aproximadamente las 5 am, llamamos para ver si mis amigos estaban, y aún seguían en el salón, así que nos limpiamos, y nos dirigimos al salón.

A la hora de entrar, el me tomó por las nalgas, aplasto una y me dijo al oído �Eres una puta� una puta muy rica con olor a marihuana�.

¡PERO AHÍ NO TERMINÓ TODO!, seguimos cotorreando y fajando en la fiesta.

(Si alguien quisiera tener una charla interesante, puedo ofrecerles uno de mis correos: age–of–rko@hotmail.com me agradan las personas con mentes rotas, con las que pueda platicar libremente mis más raros traumas y fantasías. PERO, me gusta ser muy discreta ;), soy la reina de la sensualidad, del deseo… Soy muy rara, muy guapa, y muy insegura… No me ofende si me mandan mensajes calientes, siempre es bueno masturbarse, me explico?)


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2 respuestas

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