Un día en la escuela, se acercó un compañero a invitarme a mi y a un buen amigo a su casa después de clase, su mamá había salido de viaje y tenía el coche disponible, iríamos al centro comercial a dar una vuelta. Salimos y fuimos a su casa, nos dio unas cervezas del refrigerador y nos pasó al cuarto de su madre a ver una película en lo que el se bañaba y se arreglaba para salir, ahí nos dejó, a mi y a mi amigo especial, como ya lo describí en un relato anterior éste era bien parecido y habíamos tenido ya un encuentro íntimo previo, lo pellizqué buscando una reacción y la encontré, me golpeó en el estómago, le regresé el golpe y empezamos a luchar, como era de esperarse yo estaba ya bastante excitado y tomé su pene sobre le pantalón azul marino y le dije -te la voy a morder- instintivamente se desabrochó el cierre y me dijo -te reto- así empezamos una sesión de oralidad sexual tal y como lo había observado en las películas para adultos, nervioso me dijo – bajemos al estudio, acá el amigo nos puede escuchar- así ocupamos pues el sofá que estaba cerca de la computadora del estudio y se bajó los pantalones hasta los tobillos, yo sentado el sillón comencé de nuevo a darle lo que juzgaba el mejor sexo oral que había alguna vez hecho, metí sus testículos rosa en mi boca y jadeó fuertemente, me puse de pié y nos besamos por largo rato, hasta que empujó mi cabeza hacia su pelvis y comprendí que debería volver a meter su miembro en mi boca, seguí hasta que me dijo que no aguantaba más y que se vendría dentro de mi boca, respondí de forma contraría y terminó salpicándome la cara y mi playera, se molestó bastante y me dijo quiero que te tragues mi semen, en ese momento nuestro amigo nos llamó y tuvo que vestirse yo entré al baño para limpiarme la cara y salí nervioso, el otro se dio cuenta debido a las gotas de semen de mi playera y se echó a reír disimuladamente. Trasncurrió la tarde y nos despedimos, esa fue la segunda vez que tuve algo que ver con mi amigo especial.