
Por
Anónimo
Vero "trabajando"
Vero siempre ha sido un poco promiscua, asique sabía dónde me metía cuando empecé a salir con ella. Antes de mi, tuvo varios novios distintos, la duraban pocos meses, todos la dejaban por infiel.
Bueno voy a presentarnos, yo soy David, tengo 27 años, soy el típico chico que a primera vista no llama la atención, 170 de altura, 78 kilos, moreno y de pelo corto, bastante normalito. Vero tiene mi misma edad y aunque bajita, es un cañón, 155 de estatura,50 kilos una melena lisa de un color negro azabache, sus ojazos, que a mí siempre me enamoraron, son de un verde claro precioso, usa una 90 de sujetador y tiene el culo redondo y respingón. Sinceramente no sé cómo se fijo en mí siquiera para follar alguna vez, pero míranos, llevamos 3 años saliendo.
Reconozco que cuando me enteré de que a mí también me había puesto los cuernos estuve a punto de dejarla, pero decidí darla otra oportunidad, de poco me sirvió, me los volvió a poner, esta vez lo vi con mis propios ojos.
Fui a buscarla a la tienda un poco antes de la hora del cierre (ella trabaja en una tienda de ropa interior y pijamas para mujeres), ese día había salido antes del trabajo y quería darla una sorpresa invitándola a cenar fuera, entré y así la ayudaba a recoger y nos íbamos antes, pero la encontré con un cliente, ella no me vio porque estaba absorta en lo suyo. Me quedé en una esquina, apartado de donde estaban para no molestar y me sorprendí espiándola mientras �trabajaba�. Vero estaba genial, llevaba un vaquero ajustado y una camiseta con gran escote y unos zapatos negros con un pequeño tacón, el cliente era un chico de unos 20 años, alto con el pelo rubio y medio largo, vestía con un sencillo vaquero, un polo de color rojo y unos deportivos blancos, parecía modelo el cabrón.
– Gracias por atenderme, ya estabas recogiendo
– No te preocupes, en teoría me quedan 15 minutos para cerrar
– Gracias aun así, lo malo es que no se que comprar, es un regalito que quiero hacer a mi novia, se que esta tienda le gusta mucho y se me ha ocurrido que podría llevarla algo, ya que hacemos un mes juntos
– Si la gusta esta tienda, vas a quedar genial ¿un mes? Que romántico eres, yo te ayudare y no pienses en el tiempo, con mucho gusto estaré contigo lo que sea necesario.
– Gracias de nuevo-dijo el chico muy sonrojado- pero me sabe mal que te vayas más tarde por mi culpa y si pasa alguien y lo ve abierto pues entrará y ya sí que no terminas
– Tranquilo que no pasa nada, si te sientes más cómodo, cierro la tienda para que no entre nadie más-dijo vero acercándose a la puerta, cerrándola- a estas horas no suele venir nadie y mi novio llega más tarde a casa que yo, asique tenemos tiempo. Cuéntame cómo es tu novia, que puede gustarle o que te gusta a ti para ella
– Bueno, mi idea es comprarle un pijama
– ¿de qué talla lo buscamos?
– Ahí me pillas, no tengo ni idea.
– Vaya, seguro que si te pregunto por la talla de sujetador si la sabes, es lo primero que os gusta saber cuándo os acostáis con una chica.
– Emm� es que� aun no me he acostado con ella
– Ammm y quieres llevarla algo a ver si así lo consigues, jejeje no te pongas rojo hombre, vamos a buscar algo con lo que ella este sexy y tú puedas ganarte tu primer polvo con ella, descríbemela a ver si acertamos
El chico cada vez se ponía mas colorado, mi novia cada vez cogía más confianza con él y yo cada vez estaba un poco más nervioso.
– Tiene un físico muy parecido al tuyo, aun que quizás tiene menos pecho, pero es igual de alta y así, delgada- dijo el chico
– Buen gusto el tuyo, entonces talla del pijama la misma que yo y por si te interesa saberlo, tu novia debe tener una 85, porque yo tengo una 90-el chico se puso más colorado si cabe-¿algún color especial? ¿pijama ceñido o más suelto? ¿un culotte o un pantalón?
– Cuantas preguntas, el negro siempre me ha gustado, pero creo que es un color muy triste para un pijama, lo demás pues no sé, aconséjame
– Poca ayuda entonces, vamos a buscar varias cosas y de ahí ya elegirás lo que más te guste
Cogieron varios pijamas distintos, mi novia le iba diciendo que esos eran los que más se ceñían al cuerpo, los puso extendidos en el mostrador para que eligiera uno, pero el chico no se decidía, aunque hubo 2 que si le gustaron, uno que era conjunto de pantaloncito morado y top blanco con un dibujo de la bella durmiente y el otro un culotte negro con rayas verticales rosas y el top al contrario. Mi novia al ver que no se decidía le propuso algo que me heló el corazón
– ¿Qué te parece si los ves puestos y así te ayudas a decidir?
– ¿perdona? ¿puestos? Mi novia no está aquí
– Jejeje, de eso me he dado cuenta, has dicho que es como yo, y yo soy como yo, así que yo me los probare.
– Si viene alguien ¿qué pensará?-dijo el bastante apurado por la propuesta
– Tranquilo, he cerrado la puerta, nadie puede entrar si no le abrimos
– Vale, gracias, me ayudara bastante verlos puestos-que cabrón, verlos puestos y ya de paso ver a Vero ligerita de ropa
– Vamos al probador, piensa que soy tu novia y me tienes que ayudar- a mí eso me sonaba demasiado sugerente, ese tío iba a ver a mi novia en pijama ceñido y quién sabe si algo mas.
– Bueno, como quieras aunque yo tengo el gusto en el culo para estas cosas
– Me pongo el del pantalón primero a ver qué tal, aunque si tienes el gusto en el culo�
Apareció con el pijama ya puesto y descalza, la sentaba genial, estaba para comérsela.
– ¿Qué te parece? Este es ceñidito y resalta la figura, le gustara a ella y te gustara a ti-dijo vero acercándose al chico andando como una modelo, girando y girando al lado suyo.
– Te queda genial�. Quiero decir� la quedará genial- dijo el chico muy impresionado ante el espectáculo que tenía delante
– Vamos a ver el otro, seguro que te gusta más como me queda-lo dijo con un tono pícaro y para mi sorpresa y más aun la del chico, esta vez no entró al probador, se empezó a quitar el pijama ahí delante de él.
El rubio se quedo con la boca abierta mientras contemplaba como se quitaba el pijama Vero, sabedora de que la miraba con deseo y asombro, se lo quito muy lentamente para descubrir un conjunto de tanga sujetador color morado. Al chico se le empezó a notar un bulto considerable en el pantalón, no era para menos, muy a mi pesar a mí también me estaba creciendo el bulto. Se empezó a poner el otro pijama, este al ser un culotte era casi como si llevara unas bragas y un top ajustado. Tenía a 2 tíos calientes casi sin proponérselo
– Me gusta mucho mas este- dijo el rubio con un evidente nerviosismo
– Me lo imaginaba� te lo pondré en una bolsita para que se lo regales a tu novia, pero ayúdame a quitármelo, que es demasiado pegado y necesito unas manos fuertes
Se acercó a ella como un autómata, sin pensar casi, solo a hacer lo que ella le había dicho, acerco sus manos a la cintura de Vero, tiro del culotte hacia abajo y se lo quitó, ella extendió los brazos hacia arriba y el tiro del top hacia arriba quedándose muy fijo en las tetas de vero, se lo termino de quitar y de nuevo Vero estaba en ropa interior.
– Me vas a desgastar de tanto mirarme- dijo Vero
– Perdona, no era mi intención- dijo el mirando al suelo
– No mientas, se que te gustaría verme bien, adelante, no te cortes
– No, tengo novia y la quiero y tu también tienes novio
– Jejee, nos ha salido fiel, yo también quiero a mi novio, pero yo solo quiero sexo contigo, desnúdame!!
Increíble, vero actuaba como una puta, le estaba diciendo que la desnudara, el se debatía entre probar lo que tan fácil le estaban dando y ser fiel de verdad, pero vero le ayudo a decidirse
– Ese bulto que tienes en el pantalón me dice que tienes tantas ganas como yo de sexo, ya que no te decides, lo haré yo
Vero se desabrochó su sujetador tirándolo muy lejos, dejando unas perfectas tetas redondas con pezón grande y oscuro al descubierto. El paquete del chico crecía por momentos, casi a la misma velocidad que el mío. Vero se lo follaba con la mirada, se acercó a él y con movimientos rápidos pero precisos le desabrochó los botones de la bragueta, tirando de los pantalones hacia abajo, para descubrir un paquete enorme dentro del bóxer
– Estás deseándolo, tócame las tetas, son más grandes que las de tu novia-dijo ella empezando a acariciar su gran falo por encima del bóxer- tu poya también parece más grande que la de mi novio, los dos salimos ganando
El rubio obedeció ya sin un atisbo de duda, agarro cada teta con sus manos, estrujándolas y pellizcando los pezones cada vez más duros de vero, ella acerco su cara a la de él y le dio un beso increíble, el abrió la boca para dejar entrar la lengua de vero. Yo lejos de enfadarme o salir y estropear ese momento, seguía escondido viendo aquella escena tocándome la poya por encima de los pantalones.
– Besas bien-dijo vero empujándole para separarle de ella
– Si beso bien ¿porque me apartas de ti? Dijo el chico extrañado
– Desnúdate , yo no quiero besos, quiero esa poya enorme dentro de mi
– Eres muy puta, ¿lo sabías?
– Claro que lo sé, pero me gusta más cuando me lo llama un niño cachondo
Confirmado, vero era una puta y de las grandes. El rubio se quito la camiseta, los deportivos y se termino de quitar el pantalón, quedándose tan solo con el bóxer
– Si quieres el resto, ven tu y quítamelo- dijo él con mucha más confianza que al principio
– Para ser tan fiel te gusta mucho jugar- dijo vero acercándose a el
– Soy un hombre, me gusta el sexo y si una puta me lo pone tan fácil, porque desperdiciarlo
– Muy bien cabrón, dejemos de jugar y dame esa poya que vamos a poner unas buenas astas.
– Ven zorra, quítame esto ya para que veas lo que es una buena poya
Qué razón tenía el cabrón, era una poya enorme, pero mi niña lejos de asustarse la agarro con las manos y acerco sus labios al capullo dándole pequeños besos mientras le pajeaba, el no se conformaba con eso y la agarraba la cabeza para que se la comiera y ella se la metió poco a poco entera en la boca, increíble con qué facilidad se había metido aquella poya entera en la boca, salía y volvía a entrar entera hasta que sus huevos tocaban la barbilla, así varias veces, cada vez la tenia mas llena de saliva, y Vero seguía engulléndola.
– Cómeme el coño, que tragarme ese poyón me lo ha puesto muy húmedo- dijo Vero con evidente calentura
– Es la primera vez que alguien se la traga entera, eres una buena comepoyas, trae aquí ese coñito húmedo que te voy a hacer correrte- dijo el rubio quitándole el tanga con prisa y furia, casi rompiéndolo
– Vamos cabrón méteme la lengua y hazme disfrutar
Yo tenía la poya a reventar, que puta estaba siendo mi niña, se estaba dejando comer el coño y joder el rubio que bien se lo comía, he de decir que sabía más que yo, Vero gemía de placer, la metía la lengua, la mordía el clítoris jugueteando la iba metiendo dedos masturbándola, llego a meterla tres dedos a la vez, y ella seguía gimiendo, estaba ya casi apunto del orgasmo, se lo notaba en la cara, empezó a contorsionarse y tuvo un orgasmo largo, muy largo. Le empezó otra vez a comer la poya para ponérsela ya bien dura, estaba deseando metérsela, quería su leche, el estaba muy caliente, la empujo al suelo, la puso de espaldas la cogió de la cintura mientras iba introduciendo su poya en el coño empapado de vero, la fue penetrando a un ritmo lento, que fue aumentando poco a poco, le fue aumentando mas hasta que la daba unas embestidas furiosas que vero recibía con gritos de placer, como era normal con ese ritmo, el estaba a punto de correrse, dejo de follarla, vero se volvió y él se la metió en la boca, ella termino de pajearle, el cuerpo se le empezó a contorsionar y empezó a soltar leche que Vero no dejaba escapar de su boca, daba muchas sacudidas, pero Vero no perdía nada, dejo de dar esas sacudidas y saco su poya de la boca de Vero y ella le mostro su propia leche en la boca, la tenia blanca entera, la paladeó y se la trago toda. Mi poya seguía a mil, menudo espectáculo me habían dado los dos y a mi� me había encantado.
– Cuanta leche me tenias guardada- dijo Vero
– Siempre tengo mucha, cuando quieras comprobarlo me llamas, encantado estaré de visitarte a última hora- dijo el chico con la poya flácida ya
– Descuida, esta no será la única vez que probare tu leche
– Que puta eres, tu novio es un buen cornudo, pero tiene mucha suerte, putas como tú ya no quedan
– Dile a tu novia que te folle bien, que si no lo hace, lo hare yo. Vístete, que ya es hora de cerrar, la tendrás preocupada, jejeje
El se vistió, cogió el pijama que había comprado, lo pagó y cuando Vero le abrió la puerta se fue, contento, sucio y bien follado, yo seguía bien escondido, o eso creía.
– Sal de ahí que nos vamos a casa, tendrás que descargar tu poya- dijo Vero según pasaba a mi lado
– ¿Sabías que estaba aquí?- Mi cara era puro asombro
– Desde que he ido a cerrar la puerta la primera vez, pensaba que saldrías escandalizado en cualquier momento
– Varias veces he estado a punto, pero no sé, algo me ha retenido
– Jejeje, ese algo se llama morbo y vicio
– No sabía que pudieras llegar a ser tan puta
– Pues ahora ya lo sabes y lo mejor de todo es que te ha gustado
– Lo reconozco, ha sido un gran espectáculo
– Lo podrás repetir siempre que quieras
– Que puta eres Vero
– Pero te encanta
Terminó de recoger y cerrar y nos fuimos a casa, ese dia follamos como nunca, comencé a ser cornudo consentido desde ese dia, con el rubio quedó varias veces mas y no solo con el,con muchos más, todos jovencitos, muchos se los ha follado en la tienda y a otros tantos en casa conmigo delante e incluso participando activamente, hemos llegado a probar con 3 chicos a la vez y esto parece que nunca parará, cada vez quiere mas y yo�. Yo también.
2 respuestas
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