
Por
Anónimo
Mi esposo perfecto
Verán, es alto, blanquito, ojo claro, tiene pancita de Winnie Pooh y unos brazotes y piernas gruesas, va al gimnasio, pero está en volumen sucio según el hahahaha.
Tiene un miembro que me llena en todos sentidos, de ancho y largo, con cabecita rosita sabor fresa
Maneja una pickup y es alta, lo cual es perfecta para que no nos vean hacer nuestras cosas cuando vamos camino a casa después de nuestras salidas.
Mi hombre resuelve y yo lo recompenso por ello, me atrae tanto su inteligencia que no me queda más que ofrecerle mi cuerpo a su disposición 24/7.
Estoy escribiendo esto y ya estoy mojada, no puedo con las ganas de que ya llegué y darle su buena y merecida mamadita y rusa que a diario le hago.
Más tarde les escribo sobre cómo cambió nuestra intimidad con el DIU.
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