
Por
Anónimo
Prueba de fuego
En aquellas vacaciones con playa bucólica ella supo apreciar la amabilidad de los nativos con los manjares de los blancos a través de sus esposas.
Tras el encuentro no furtivo ella se sintió satisfecha por la prueba aprobada y consumada.
Se mantuvo en silencio unos días pero lamentó al oído no haber tenido otra oportunidad.
Ahora lo recuerda con agrado .
Debo reconocer que ella apareció en mi vida , cata y bien catada , vamos , muy recatada .
Al menos la cataron tres mozos del pueblo y uno de la ciudad.
Me sorprendió su sabiduría y su arte de amar.
Me llevó al huerto y caí en su tela de araña .
Tuvimos dos hijas y ella lucía y la exhibía , estaba muy buena .
Sospeché más de una vez de ella por sus compañeros de trabajo que a veces la asediaban.
Pero subsistió y mereció un premio y en aquella ocasión , el negro se lo dió .
El clamor fue grandioso y genial , a veces me reprochaba no tener lo mismo a mano conmigo.
Tras ello y visto que la edad pasa factura tuvo que replegar velas y ceñirse al mundo concreto y diario.
Se exhibía pero ya no era lo mismo , los 55 cumplidos no son los 35.
Ahora su mente despejada y sus hábiles manos y juguetes le satisfacen con succionadores de clítoris
que le encantan.
Los usa bastante y a mi me desdeña pero a ellos no .
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.