Cuando nos separamos en la noche – tuve que volver a la casa donde mis companeros para no entrar en problemas – nos prometimos volvernos a ver en la capital. 

– Quiero verte.

– Yo también.

– Cada día. Cada noche.

– Yo también.

– Quiero vivir contigo.

– Yo tambiién.

– Pero te vas a EEUU …

– No me voy. No podría soportar una separación de tal por tanto tiempo.

– Y tus padres – qué van a decir?

– Les voy a explicar que voy casarme.

– Realmente lo quieres? Tengo 18 anos más que tú.

– Y? Qué tiene que ver la edad con nuestro amor? O tú no lo quieres?

– Ay mi M. Qué dices.

Cambiamos un beso lleno de pasión.

– Ahora realmente tengo que irme. Espérame en capital. Te amo.

– Yo también te amo. 

Fue una separación dificil.

Volvi – como ella – a la capital. Hablé con mis padres.

– No voy a EEUU.

– Mas por qué?

– No quiero salir del país. Tengo novia.

– Por eso no quieres irte? Y tus estudios? Con exámenes de EEUU vas a encontrar mejores empleos aquí.

– Tienen razón. Pero la quiero mucho a ella. No quiero vivir separado de ella por tanto tiempo.

– Quién es?

– La conocen.

– Verdad?

– Sí, es la profesora de mi colegio.

– Pero hijo – ella es 15 o 20 anos mayor que tú.

– No nos importa. Nos amamos. Nos conocimos hace un buen ano. Y nos reencontramos. Y ahora sabemos que nos amamos.

– La recuerdo bien. Una persona muy bella. Pero no te olvides de la diferencia de edad… Mira, tu madre y yo…

– Es diferente. Cuando Vds casaron eran otros tiempos.

– Ella sabe arreglar tus cosas? Cocinar? Limpiar la casa?

– Mamá, no hables de ella así. Es una mujer adulta que hasta hoy vivió sola. Arregla siempre su casa. Además me gusta hacerlo con ella. Hacer todito con ella.

– Es tu vida, hijo. 

A partir del prójimo día me quedé en casa de mi amor. Y lo disfrutamos a lo máximo. Ella trabajaba, yo estaba diariamente en la U. Cualquier momento sin compromiso pasamos juntos. Damos paseos, fuimos al cine. Hicimos las compras, conocimos uno a las amigas de otro. Un día fuimos a casa de mis padres. La recibieron bien. La aceptaron finalmente como mi esposa aunque no casamos. 

Muchas veces cuando volvemos del trabajo o de la U nos saludamos con abrazos, besos y caricias bastante eróticos. Como si estuvieramos esperando todo el día solamente ese momento. 

Nos amamos cuando posible. Durante la noche a veces me masturba sin que yo lo noto. Solamente el momento cuando me corro despierto. Distribuimos mi semen en sus senos y en mi pene y mis huevos. Después nos limpiamos lamiendo el semen. Una sensación increíble.

En la cocina a veces trabaja puestos zapatos de alto tacón. Espectacular. Ella lo sabe como me hace loco su trasero. Le encanta observar mi creciente nervosidad erótica. Y yo espero, vengo a la cocina, salgo, dos o tres veces para aumentar esa rica tensión. Entonces me acerca de atrás a ella, levanto su falda y penetro su anito hasta que mis huevos golpean sus nalgas. Sentir sus nalgas apretando encontra de mis ingles es el cielo. La acaricio entre sus piernas, la penetro con un dedo. Como siempre antes de terminar esperamos para disfrutar más. A veces llegamos al orgasmo al mismo momento. Otras veces no. No hace mal. Pero siempre llegamos.

En general trabajamos cada uno en su escritorio en casa. Sucede que entro su habitación, me acerco de ella de atrás y mis manos entran la blusa de ella buscando sus senos. Los acaricio mientras beso los labios que esperan los mios. 

– Me encantan tus senos, amor.

– Son tuyos. Les gustan tus caricias y tus besos.

– Tanto ya me gustaron cuando en el colegio.. 

– Yo sé, amor.

En los restaurantes siempre estamos sentados de lado del otro, pues muy carquita. Así podemos meter manos debajo de la mesa. A veces ella saca mi pene y lo masturba. Es difícil suprimir mis gemidos. Un olor afrodisíaco sube a nuestras narices. Me limpio con la servilleta. Otra vez yo la penetro con mi dedo, la acaricio hasta el orgasmo. Lamo me dedo lleno de liquidos de mi amor. 

Así estamos viviendo ya hace tiempo mi profesora y yo. Siempre buscando nuevas maneras de amarnos sin cansarnos. 

Fin de la parte IV