Me estoy llenando de ganas de sentir como se pone tu piel al sentirme tan adentro, tengo muchas ganas de que me mires y me pidas no parar, mientras tus labios entreabiertos me lo susurran con voz entrecortada.

Quiero que me arañes las caderas y espalda mientras entro en ti. Deseoso estoy de que se tatúen en tus sentidos cada caricia, cada aroma y sensación de placer…

Te llevaré a un lugar donde puedas apreciar en primera fila lo que te haré con lujo de detalle. Te parare frente al espejo, para que mires como, cual animal, te empiezo a olfatear y a recorrer.

Te hare sentir como mis manos se llenan de recorrer cada centímetro de tus exquisitos lugares de lujuria, obligándote a no perder detalle, a que te descubras llena de placer y tu rostro sometido por el mismo. Tanto que no puedas detenerme…

Te quitaré poco a poco la blusa y no dejarás de escucharme jadear, como un perro que desea devorarte. 

Me verás desnudar tus senos y ya firmes tus pezones, no podrás evitar escuchar a tu boca exclamar placer, mientras me los llevo a la boca y miras como frenético saboreo, como se llenan mis manos con tan vasta cantidad de belleza…

Me haces sentir como un hambriento que salio del desierto. 

Te parare de lado, para que veas el perfil de tu imagen y como de un solo golpe levanto tu falda, mientras hincado detrás de ti ¡descubro tu delicioso culo!

Sentirás como mi boca se hunde mientras todo lo ves en el espejo. Tu mirada se llena de lujuria al igual que tu sonrisa de satisfacción y te quedas perdida en tan atrevida imagen.

Te quedarás mirando como te devoró con mi lengua, como adoro ese delicioso manjar que se humedece cada vez más, mientras que de pie, arqueas más tu espalda levantando ese culo para mí. 

Será inevitable que sientas como te tiemblan las piernas como primeriza, sin embargo, me llevaré ese hermoso manjar a la boca y sentirás como mi lengua recorre y abre poco a poco tu delicioso culo y tú ya hinchada vulva…

No sabrás si es el placer, que te hará desvariar o el deseo de ser tomada, pero cada que mi lengua irrumpa en la entrada de tu culo, morirás de ganas de que sea mi miembro el que rompa tan delicada entrada.

Te volverá loca la sensación, tanto que me empezarás a pedir que te penetre, que te tome y solo me escucharás gemir y jadear hambriento dentro de tus nalgas, al mismo tiempo que mis manos jalan tus caderas hacia mi cara y me tomas del cabello para hundirla aún más.

El placer te nublara la vista y te volverá temblorosa la voz, solo querrás que te monte y te haga sentir que eres mi perra.

Pero me detendré y te hincare frente a mi bragueta…

Te dejaré que saques mi verga ya endurecida y enrojecida frente a tu cara, la mirarás y no podrás dejar de saborearte las ganas al tenerla frente a ti, palpitante y ya escurriendo de deseo.

Quiero ver cómo sin dudarlo, te la llevas a la boca hasta el fondo y sientes como te ahoga pero no dejas de sumergirla cada vez más!

Seguirás disfrutando y al estar de rodillas con tus piernas abiertas sentirás tú miel escurrir en tus muslos. 

Te llevarás mis huevos a la boca sintiendo mi verga ya dura muy dura, palpitar en tu cara.

Te pondré de pie, para colocarme detrás de ti y de un jalón te arrancaré tu diminuta tanga, que ya empapada introduciré en tu boca, para sofocar el grito de placer y dolor que generará mi verga tiesa entrando en tu hinchada vulva.

Te tomaré del cabello y pegaré tu cara al espejo para obligarte a que veas como te cojo con brutalidad, notando como se empaña el espejo con tus gritos y gemidos.

Cada que se aclaré el espejo, verás mis ojos llenos de placer furibundo.

Te pondré a gatas y me sentirás montarte, mientras mi verga llega hasta el fondo y te golpea una y otra vez internamente, tus gritos te harán voltear una vez más al espejo y te descubrirás poseída por mí, que más que hombre me he convertido en un animal que te coje tan delicioso que no sabes si el placer ha creado un nudo en tu garganta.

No sabrás si reír a carcajadas o solo seguir gimiendo, pero la simple imagen te hará estallar mojando el piso de manera estrepitosa, inundando la habitación con tus gritos.

En ese momento, te volveré y te dejaré frente a mi empapada verga mientras te sostengo del cabello, para después y sin preguntar hundirla hasta el fondo de tu boca.

¿¿Te gusta verdad?? 

Ahora te lo describiré para que pienses que está pasando en este momento…

Te levanto del piso solo tomándote del cabello, aprieto tu cara con mi mano y te obligo a que me pidas más verga, a qué me pidas cogerte, a darte más. 

No sabes que hacer mientras una de mis manos somete a tu clítoris y te hace escurrir nuevamente, te levantó y coloco contra la pared te penetro, rozando cada punto tan sensible de tu interior.

Nuevamente sientes mis brazos apretar hacia mi cuerpo tu cintura, sientes que la voy a romper, pero no te puedes soltar, solo sientes más y más ganas de que la meta tan adentro, que tus manos terminan arañando mis hombros y tus dientes enterrándose en mi pecho.

No sabes cómo, pero te depósito en el tocador y ya libres mis manos me llevo tus pezones a la boca, esa sensación te hace volar nuevamente…

Me paro un segundo y te dejo sentir como palpitan nuestros sexos y te beso tan rico que sientes como las contracciones salen de tu vulva, como impiden el libre acceso a mi endurecida verga.

Te acaricio la espalda y dejó que te relajes mientras poco a poco bajo hasta tu sexo, ya enrojecido e hinchado…

Mojado.

Lo castigo una vez más con mi lengua, tanto que revientas en mi cara, empapándola.

¡Eso hace que pierda la razón, solo me vez furioso y endiablado ponerme de pie y voltearte contra el tocador, sientes como te someto, para de un sólo golpe y sin aviso te dejo ir toda mi verga hasta el fondo de tu culo! El cual mojado permite la entrada tan dolorosa pero pronta.

Te cojo con violencia, pero tan rico que tus ojos se ponen en blanco, miras mi cara perdida en deseo y placer a través del espejo. Y ves como de mi boca escurre tú miel y mi saliva mientras jadeo.

Mis manos dejan marcas ya visibles en tus blancas nalgas, las cuales azotó con furia como si quisiera deshacerlas.

Gritas, gimes, te retuerces llena de placer, me insultas y pides que no pare, pero ya no puedo más…

Sientes como se hincha más mi verga en un ir y venir frenético, ¡haciendo que se presente el momento inevitable, cuando explota mi endurecida fuerza dentro de tu delicioso y apretado culo!

Sientes como los chorros llenan tu interior, con tan caliente y espesa cantidad, que es anunciada por cada palpitar, que evita no pares de hacerte hacia atrás. 

Yo aprieto uno de tus senos con una mano firmemente y con la otra jalo tu cabello para que me mires desencajado entre gruñidos y un bufar incesante.

Salgo de tu interior haciéndote sentir como sale mi leche y comienza a escurrir y mojar tu vulva, mientras mi verga juega y se mete una y otra vez de manera suave en ella.

El sonido de nuestro placer se ha colado por los rincones de la habitación dejando solo un silencio.