Para mis estimados lectores debo advertirles que a pesar que subí el relato en esta categoría lo pude haber incluido en cualquier otra. Está sería voyeur, hetero, infidelidad, gay, filial y porque no, hasta en travesti. Porque así son las historias reales nunca sabes en donde colocarla. Lo subí en esta categoría porque pensé que sería la más acta para sensibles y entenderían mi posición en todo este asunto. Ya que el relato es 100% real. Los nombres no son los reales, después de todo se trata de un relato no de una confesión.

Me recuerdo a mí mismo de 12 años. sentado en esos muebles de madera acojinados de estilo rattan. Provocando sexualmente a mi primo y aún chico casi de la misma edad. Estábamos viendo series de cómics en la televisión. Esos muebles tienen las coderas pegada a la espalda en una sola pieza de madera. Al no poderme cambiar de postura, subía las piernas a una codera dejando mis muslos expuestos y mi trasero. Mis piernas lampiñas salían por el agujero de un short bien apretado, y éste a su vez se metía por mi rajita, marcando más mis nalgas. Les aseguro que a mís doce tenía fama de nalgón, y yo era completamente blanco de un solo color porque no llevaba sol. Irremediablemente siempre se me metí por mi rajita debido a que tenía unas nalgas gordas. El problema era que a veces no quería sacarmelo quería dejar que se marcara mis nalgas y así saber que sentían las mujeres cuando lo hacía. Lo primero fue incomodidad, entendía que las mujeres se sentían incómodas en ropas de hilo y lycra, lo otro era un deseo puramente sexual, esa sensación de calor en todo tu cuerpo cuando te están mirando y sabes que exitas a otro. Yo no lo sabía, sólo suponía que lo hacía. Me imaginaba a mí mismo con mis nalgas expuesta, haciendo que la verga de muchos hombres se volvieran locas cuando me vieran pasar por el camino. Me imaginaba a hombres blancos con la mejilla colorada, arrojandome uno que otro piropo. Y por eso estaba ahí sentado, sin comportarme un poco.

-ese cielo si está clarito.

Decía mi primo a nuestro amigo. supuse que después me echó un vistazo no quería despegar los ojos de la televisión para simular que no sabía de qué hablaban.

-verdad que sí.

Dijo el amigo. De reojo veía como se ponían colorados viéndome. Aún en mi postura de desentendido para que sigan apreciando mi carne.

-ese cielo está verde.

Se animó a decir el amigo también. Entendia la referencia porque mis shores apretaditos eran verde. Quizás para mi piel blanca era imposible disimular los sonrojada que estarían mis mejillas en ese momento. Estaba experimentando lo que antes sólo me imaginaba. Verdadera excitación por qué un hombre me viera. Excitación que se podría comparar a un chiste muy malo el cual no te da risa, pero escuchas las cargadas del que tiene la risa graciosa y te contagia. Ellos me estaban contagiando su excitación por ver mis nalgas. Y naturalmente lo que era placentero para ellos se estaba volviendo placentero para mí también. Fue entonces cuando entendí a las mujeres, y de esta forma un poco más experimental. No es que a las mujeres les encante el nudismo o vestirse depravadamente, simplemente eran víctimas de sentirse excitada por contagio. Si en vez de piropo recibierán abucheos seguramente no lo harían. Poco después mi primo me llama para que reaccionara y me acomodara el short y me sentara apropiadamente. Pero después de esa experiencia no podía dejar de ver mis nalgas desnuda frente al espejo con cierta fascinación.

Pensaba todo esto porque Karina me había preguntado si estaría bien llegar a mi casa con una minifalda. Quería saber qué tan conservadora era mi madre. Ya que a ella le gustaba verse puta antes de coger. Yo que para entonces sólo cogía un resfriado cuando era tiempo de frío, le explicaba que podría vestirse más apropiadamente al menos las primeras veces. No es que me animara mucho la idea para entonces sólo yo era el que trabajaba y ella estudiaba, para poder llegar a su casa tenía que salir de mi sector en un transporte, luego tomar un expreso de estado, y después tomar otro transporte local para llegar al sector donde ella vivía. Era mucho pasaje. Pero pensé que no sería problema. Lo importante es que ella no me mentiría ni engañaría. me contaría todo lo que pase en su vida y así darme entender que soy el único para ella. Si no por qué razón tendría algo conmigo estando tan lejos?

A simple vista parecíamos el uno para el otro ella un poco más baja que yo pero de mí mismo color también tenía el cabello negro y lo tenía liso y largo. pensaba en la cantidad de peinados y coletas que podría hacerse con un cabello así. Ella no sabía que en mi anterior relación había hecho un pacto para no decir mentiras, el mismo que quería propiciar con ella. Con mi ex deje las cosas bien claras desde el principio. La exitación de un hombre surge a través de retos, el reto de que una mujer le diga que sí. Mientras que el de la mujer era ser deseada y estar a la vista de todos. genéticamente el hombre estaba diseñado para ser restringido por una mujer y está estaba diseñada para tener múltiples orgasmos y estar con varios a la vez. Eso fue lo que le expliqué a mi ex para que entendiera que la iba a dejar que saliera con otros hombres, siempre y cuando me contara lo que pasará. Que porque me excitaba esto? De la misma manera que a mis 12 años. Era exitación por contagio. Sabía bien lo mucho que le excitaría estar expuesta a muchos hombres. Y a mí me excita pensar en ello como en una pornografía gangbang. Sólo que más fuerte porque no se trataba de una actriz porno sino de algo mío, de mi propiedad. Pensar de esta manera me ayudaba a superar las líneas del dolor que sentía por celos de qué otro la conquistara. Si lo ponemos en perspectiva, para una mujer debería ser más conveniente tener un novio permisivo que un galante conquistador que la quiere para él y nada más. Sí es verdad que a una mujer le gusta que la deseen para sí nada más, dado a la masculinidad que esto representa, también habría que reconocer qué les gusta sentirse deseada más de una vez, cosa que no pasaría con un solo hombre dado que este ya habría superado el reto que lo condujo a desearla  en primer lugar. Debía contarle esto a Karina?  No lo sé. No le podía confiar el secreto todavía. Llevábamos conociéndonos un año por redes sociales pero sólo habíamos hablado de noviazgo hace unos días. Temía que pudiera alejarla y ella era realmente bonita, su boca su sonrisa, sus enormes ojos redondeados color cafés, sus carnosas mejillas la hacia sensual. Y ella era muy lanzada. De sólo conocerme por las redes me modelaba en la webcam, mostrándome partes de sus atributos. Sabía que le gustaba sentirse deseada, pero no sabía cómo entrarle para que aceptará contarme las cosas. Porque vamos a dejar algo claro, le des permiso o no, una mujer siempre va a buscar ser deseada por más de un hombre y si no eres tú quien se lo permite, es ella quién lo va a buscar, y si realmente crees que es perfecta te vas a llevar una gran decepción, y lo que realmente duele de una infidelidad, es la traición. Saber que esta persona te hizo promesas y no las cumplió. Te pintó un mundo de fantasías y te golpeó la realidad. Si no le decía por lo pronto qué le daba permiso para estar con otro, tarde o temprano me llevaría la sorpresa de que ya lo hacía sin mi consentimiento, Pelearíamos y tendríamos que terminar. Pero no podía decírselo, no confiaba completamente en mi mismo para saber que no me despreciaría después de planteárselo, debía esperar.

Hasta que pasada una semana ella me comentó, que tenía un amigo que estaba casado. Desde hace mucho le había propuesto tener algo con ella. Algo sincero, algo de verdad. algo que quizás yo no quería tener con ella porque tengo muy poco tiempo conociéndola. Yo apenas asimilaba tener un noviazgo con ella, el cual no sabía si iba a ser duradero, no podía ser egoísta y pensar solo en mi. Este amigo le había prometido qué haría lo posible para terminar con su esposa para que ella pudiera presentarlo a sus padres, pero la promesa nunca se hacía realidad. Dado que siempre había problemas de abogado, ella estaba lidiando dos años con eso.

– tienes que verlo?
– si
– bueno él tiene más tiempo conociéndote que yo, ya estuvo primero que yo, no te puedo impedir que lo veas, porque no siento tener ese poder. Gracias por decirlo.

Las cartas ya estaban echadas. indirectamente le estaba dando permiso con otra persona fuera de la relación. En realidad Karina no tenía nada formal con ninguno. Ni con él ni conmigo. Aunque si me preocupaba la idea de que ella no se decidiera e intentara quedarse con los dos. No me gustaría que me pase como le pasó a mi compañero de club de voleibol, que la novia le había terminado confesandole que nunca estuvo ligada y que la razón porque salió embarazada no fue por él sino por un compañero de guardia, ya que ella montaba guardia en una academia militar. No me puedo imaginar el grado de decepción que sería eso, pero realmente no quería que me pasará. Pensar que karina podría montarme un muchacho que no es mío era algo que realmente me rompia la cabeza. Yo trabajaba, por lo que a veces le transfería para cosas que necesitaba. Y me daba mala espina que solamente me usará para eso. Si bien mi padre me ayudó a entrar en la empresa de seguridad donde él trabajaba, estoy seguro que sería más bien para ayudar en la casa y no para despilfarrar el salario en problemas de estudiante.

Mi padre era reconocido por su buen servicio, por lo que fue una buena referencia para el jefe, Franklin, quién fue el que me entrevistó personalmente.

-Maritza él viene de estudiar en la universidad al igual que tú Quizás lo puedas enseñar en la supervisión también.

Apenas me di cuenta que iba entrando, alta trigueña y delgada con el cabello teñido de dorado. Me miraba despectivamente. Pensé que le agradaría el comentario del jefe Franklin. Pero pareció disgustarle el pensar que podría ser reemplazada. Parecía ser una mala persona que no se reía, ni entendía chistes, la veía como la jefa malvada.

Pero fue una gran sorpresa tenerla de instructora, cuando me paseó por las instalaciones y me enseñó cada área donde se colocaban los precintos. Era una empresa de animes. Paseábamos por las instalaciones de distribución cuando veo que pasa un moreno alto con su cara bien seria, iba en un montacarga y también me miraba de forma despectiva.

-no le hagas caso
-parece que no le gustó que pasará por aquí
-no está pensando en el trabajo, sólo le molesta que estés cerca de mí.

Estaba tomando conciencia que ese hombre me veía como la competencia. Maritza era una mujer qué atraía a los hombres, y el montacarguista en particular, había perdido la oportunidad de piropearla porque ahora andaba acompañada conmigo.

-será mejor que no le des confianza, o no te dejará tranquilo.
-supongo que es uno de esos de los que le gusta bromear.
-por esa mismo te lo digo, es muy intenso.

Era todo lo contrario a lo que me imaginaba. Maritza era de fácil trato. Por casualidad me enteré que Maritza tomaba casi las mismas rutas que yo para trasladarse hasta dónde vivía. Por lo que coincidíamos para hablar. Ahora que recuerdo, el mismo día de la entrevista también entró conmigo un amigo de la secundaria. Hedrik, quién me llevaba bastante edad y siempre se la pasaba bromeando conmigo. Él era la razón por la que entendía lo que me decía Maritza del montacarguista. Era intenso y siempre me estaba haciendo bromas para que me molestara.

-me imagino a Esteban dando el trasero para poder pagar para que lo lleven a su casa…

Decía él. Yo soy Esteban.

-y el gandolero te dice qué tienes que bajarte los pantaloncitos. Y se ponen en una estación de gasolina. Y tú ahì, en 4, dejándose coger. los que están haciendo cola para llenar la gasolina se quedan mirando y empiezan a hacer cola detrás del gandolero.

Cómo lo contaba se oía bastante gracioso.

-… Entonces el gandolero grita «por aquí muchachos mientras se le llena el tanque de gasolina» y Esteban sonriendo «vengan muchachos se vale repetir»

No sé si me daba más gracias de lo que me excitaba realmente. Me recordé a mí mismo de 12 años escuchando a mi mamá advertirme que los muchachos de la calle son malas juntas, y no sólo porque robaran, sino porque entre varios se ponen de acuerdo para violar niñas y niños que pasen por allí. No sé si me lo decía para intimidarme pero como ya lo había escuchado de un vecino, entonces lo creí. El vecino me contó, que vio claramente como a un niño le dejaron el culo como un triángulo, suponía que tenía razón. Por lo que para entonces me la pasaba imaginando como entre varios me agarraban, me desnudaban y me cogian uno por uno. No sé si yo propiciaba que me contarán esas cosas, pero no podía simular lo mucho que me gustaba que me lo contarán y siempre me hacían divagar en mis pensamientos así como lo hacía hedrik entonces.

Se adicionaba a la semana otro domingo el cual no podía ir a visitar a Karina. en esos fines de semana aprovechaba llamarla para que sepa que aún estoy pendiente de ella y contarle cómo me fue en la semana. Aproveché que estaba en un lugar con señal y le escribí pero no recibí respuestas. Decidí llamarla pero por más que repicaba no agarrar el teléfono. Si hay algo que para mí ha resultado muy importante es la comunicación. Con mi ex cuando estaba en la universidad siempre le dejaba bien claro que tenía que coger el teléfono para que no hubiera malos entendidos. Karina nunca cogió el teléfono. Me puse a navegar todo el día en casa por las redes sociales, esperando a que se conectara y no lo hizo. Estas situaciones me ponían furioso. Ya a las 9 de la noche decidí llamarla al local de su casa para que me diera unas explicaciones. Pensaba darle instrucciones de lo que debía hacer antes que sucediera algo así. Pero para mi sorpresa respondió fue su madre.

-no ha llegado, si le quieres dejar algún recado.
-sólo que me llame cuando tenga la oportunidad.
-tú eres Esteban?

Su madre no sabía que íbamos a entablar un noviazgo, le dije explícitamente a Karina que no se lo dijera todavía. Así que colgué y espera un poco más. No dejaba de pensar en que no me había dicho nada y que sabía poco de ella. Ya estaba preparando lo que le diría cuando me llamara. En definitiva esto no podía volver a pasar. Karina se pierde toda una noche un fin de semana. Estaría gozando con otro chico en alguna fiesta?  me imaginaba a ella propiciando alguna relación íntima. Una de esas fogosas y pornográficas que tanto me excitaba. Y de la cual no podría disfrutar plenamente, porque no lo sabía. No podía pensar claramente con este calentón de cabeza. La volví a llamar y otra vez respondió su madre.

-dime una cosa, tú y Karina son algo?
-Por qué piensa eso?
-de la forma en que te diriges a ella lo pareciera
-Bueno todavía no somos, pero si pensaba salir con ella.
-no puede ser, yo le dije claramente que sí tenía algo contigo, que no hiciera eso.

Yo era el favorito de su madre, aunque en realidad no fue la primera vez que me pasaba. También era el favorito de la madre de mi ex. Quizás mi forma de ser inspira confianza. Pero ahora me quedaba la intriga así que no me aguanté.

-no hacer qué?
-de irse para una fiesta con un muchacho.
-como era?
-alto, moreno, se veía mayor.
-y anda vestida como para una fiesta?
-sí, bastante descubierta, yo le dije que sí iba a tener algo serio contigo que no lo hiciera.

Realmente me angustiaba, me ponía muy molesto hasta me temblaba la voz para despedirme. Un hombre alto moreno que se ve mayor y ella descotada. Para cuando recordé mi conversación con Karina era demasiado tarde. Había destapado todo delante de su madre. Por lo que ya no podía ocultar la relación como lo había hecho con mi ex. No solamente iba a ser el papel de cornudo, sino que ahora sus padres me podrían reconocer como su novio y esto significaba más compromiso para con ella y con sus estudios. Me di cuenta que la había cagado. Había arruinado todo el plan.

-que paso?
-apagaste el teléfono y no supe dónde estabas?
-no habías dicho tú que lo mejor era que pasará y después te contara?

No había pensado claramente. ella estaba con su amigo de antigüedad el que tenía más derecho que yo de propiciar algo con ella y él que le iba a dar explicaciones de terminar con su esposa.

-al menos me vas a contar?
-fuimos para una fiesta, luego hablamos en una plaza.
-y el hotel?
-que hotel? No fuimos a ningún hotel. Todo el tiempo la pasamos hablando en la fiesta, luego en la plaza.
-me estás queriendo decir que saliste desde las 2 de la tarde de tu casa con un hombre y solamente estuviste en una fiesta y en una plaza hasta las 12 de la noche? Será que yo me chupo el dedo?
-te pareces al loco de mi ex? Tú sabías que iba a salir con ese hombre, no sé porqué te pones así ahora.

Me tranquilisé un poco, ella tenía razón. la cagada es que ya había hablado con su madre y ella sabía que me molestaba ese tipo de cosas. Había cagado todo.

-te dijo que terminaría con su esposa?
-eso fue lo que no quedó claro.

La verdad estaba molesto porque siento que me estaba viendo la cara de idiota. Pero también estaba excitado pensando que ella sí era la correcta para este tipo de relaciones. Era bonita apetecible ante los ojos de cualquier hombre y bastante zarpada. lo que no me gustaba era que no teníamos la suficiente confianza como para que ella me contara de sus aventuras. Así que fantaseando lo que pasó durante todo ese tiempo y cómo se la cogía, le hice una pregunta trampa.

-si no quedó claro supongo que tendrás que verlo otra vez?
-si no te molesta, ni te van a dar esos ataques.
-está bien, ya te dije que no tengo poder sobre alguien que estuvo primero que yo, no te puedo privar de eso.

Seguramente ese fin de semana había tenido su encuentro más porno de toda su vida y querría repetirlo. Si no no encuentro la manera de relacionar el hecho de que ella tenga que ver a una persona nada más para dejar las cosas inconclusas. Me despedí de ella. Pero no pude dejar de fantasear en mi cama como lo hacía con él y como quedaban para verse en otra oportunidad, cogiendo con otro a espaldas de ahora su novio oficial y no pude aguantar terminar en el suelo eyaculando cantidades descomunales de esperma. Karina era una puta y eso me encantaba. Sin embargo, entre ese sentimiento amargo que queda después de que eyaculas, entendí que tenía que planear terminar con ella. Ya que mis límites de excitación y dolor estaban bien definidos. Yo quería que cogiera con otros, no que me metiera un hijo de otro como si fuera el mío obligándome a casarme con ella y ser infeliz para toda mi vida. Al menos todavía no llegaba a eso.

Cobardemente me refugie en Maritza en lugar de pasar por un tiempo de soledad. Y antes de terminar con Karina, me le declaré. Maritza no me dio una respuesta clara, me dijo que no la presionara, pero se veía sonriente por lo que le había dicho. Era lógico que quería una respuesta inmediata para terminar de una vez por todas con Karina. Pero no me permití a mí mismo estar solo. Era un cobarde, me sentía imbécil y me veía como un imbécil, no cabe duda que lo soy. un método de supervivencia de mis sentimientos a cambio de herir a los demás. Pero esa reacción que vi en Maritza fue suficiente, para recobrar el valor e intentar terminar con Karina. Sería uno de esos fines de semana que iría para su casa. Íbamos a ver una película así que salimos al centro a comprar una. Fui para un cajero a sacar efectivo. En la cola para el cajero nos encontramos con un amigo de Karina, contaba chistosamente cómo se ponía de ebria cuando bebia en la secundaria. Karina dudó en acompañarlo, lo dejaría con la excusa de que iría conmigo a otro cajero, porque en el que estábamos se había acabado el efectivo. Fue entonces cuando frene sus intenciones y le dije que estaba bien que podríamos acompañarlo. Ellos iban delante hablando mucho porque se conocía mucho. Y yo iba detrás un poco cortado. Como si estuvieran encerrados en una burbuja, en su propio mundo.  Pensaba que eso era lo que me esperaba con ella porque tenía muchos amigos. Estaban tan concentrados en su mundo que llegaron a una calle que no era la de la casa del chico. A la final lo dejamos en su casa y regresamos a ver una película. A pesar que me había presentado como su novio me sentía muy cabizbajo. cualquiera de sus amigos tendría la oportunidad de pasar más tiempo con ella siendo del mismo sector. Yo en cambio tenía que gastar mucho dinero para siquiera llegar a su casa. Esa vez no le dije. Pero al conectarse a las redes sociales terminamos.
 

-porque si yo haría lo que tú quieras, es por lo que pasó el otro día?
-no fue por eso en realidad tú y yo estamos claro con lo de ese día
-es por otra mujer?
-si, es por otra mujer
-me siento como una tonta porque yo no te cele para nada y dejaba que tuvieras amigas.
-sólo fueron dos semanas, como amigos estaremos mejor.

Ahora me tocaba empezar de nuevo con Maritza. Esta vez con un aprendizaje que me dejaría este noviazgo. Y es que Maritza trabajaba conmigo, y la vería más seguido. Y de esta forma la comunicación ayudaría a mantener la relación sea cual sea el problema que fuere. quería que me comunicación con Maritza fuera al 100% así que le dije que teníamos que sincerarnos contarnos cosas que pensábamos que podrían desagradarnos el uno del otro. Maritza lo pensó por unos días pero cada vez que nos veíamos intentaramos hablar tanto como fuera posible. Por lo pronto yo tenía que guardarme mis secretos hasta que tuviera suficiente confianza. Aunque a ella sí le tendría que contar esa vez que me miré al espejo completamente desnudo a mis 12 años de edad. Cuando mirandome de espaldas al espejo me separé las nalgas dejando al descubierto un líquido viscoso cristalino que se adhería en ambas nalgas, y una vez el hoyo al descubierto, miraba como más líquido viscoso salia del agujero y con un color blanquecino y diluido. Cómo le contaría a Maritza de esa vez?

Relato editado el 10/02/2020

Relato editado el 18/02/2020