Por: ByL

Un par de días más tarde, como a media tarde recibí un wasap de él preguntándome como estaba y si me apetecía vernos un rato, y le dije que si, que me llamase cuando quisiera, que estaba en casa.

Me preguntó si estaba vestida de zorrita y le dije que sí, que como siempre, que ya sabía cómo me gustaba estar.

Cinco minutos más tarde, recibí su llamada por Skype y tras saludarnos, como estaba sentada enfrente del ordenador, me dijo que le gustaría ver cómo iba vestida, así que me levanté y pudo verme entera, con una minifalda plisada, blusa blanca y tacones negros. Se podían intuir perfectamente que llevaba liguero y el sujetador negro. Por supuesto llevaba puesta una peluca, morena larga en esta ocasión.

Entonces dijo, “joder nena, que guapa” y yo le dije “te gusta?” y el me respondió “si, me encanta, ya tengo ganas de que te vistas así para mí en vacaciones”, y le respondí “no te preocupes, que me vas a ver así todos los días” y le lancé un beso y me volví a sentar.

Entonces le pregunté si como habíamos hablado al principio de conocernos, él pensaba hacer nudismo también en la habitación, y me dijo “si, voy a estar en pelotas todo el día” y con sonrisa pícara le dije “uff, pues me va a encantar verte.”

Y me dijo “ya ves que llevo un bóxer… quieres que me lo quite?” y le dije “el bóxer y la camiseta. Si vas a hacer nudismo en el hotel, quiero verte desnudo aquí también”. Se levantó y se quitó la camiseta y el bóxer. Me encantó volver a ver su cuerpo desnudo y su polla depilada.

Entonces me dijo que esperaba con ansia los días que quedaban para volver a follarme en las vacaciones, y le dije “bueno, que sepas que aunque soy muy sumisa cómo pudiste comprobar el otro día, también quiero follarte yo a ti alguna vez”, y me dijo “cuando quieras. Me quede con ganas el otro día”.

En ese momento me acordé y le dije “Por cierto, te hice un montón de mamadas, pero tú no me la chupaste ni una sola vez” y me dijo “si, tienes razón, la próxima vez que follemos, te la como” y le dije “vale, te tomo la palabra”.

Entonces empezó a preguntarme por lo sumisa que era y por mis límites en la cama y lo que me gustaba y lo que no, y yo le pregunté por lo mismo, por lo que le gustaba a él y lo que no, y me dijo que a él no le gustaban los azotes ni que le chupasen los pezones, como a mí, pero que por lo demás casi todo, y le dije que muy bien, que estaba bien saberlo.

Después me preguntó si nunca había salido vestida de mujer o si alguien más me había visto así vestida y le dije que no, que nunca había salido, pero que como si me había exhibido en la terraza del hotel, que estaba segura de que alguien me habría visto, y me dijo que le gustaría que una noche saliese con el vestida de mujer, y le dije “ya veremos. Me lo pensaré, pero de momento no me hace mucha gracia la idea.”, y me dijo, “vale, lo entiendo”.

Entonces me preguntó si pensaba llevarme algún bikini de los que tenía y le dije que si, que por supuesto y que me los pondría para ir a la playa aunque luego fuésemos a estar desnudos, y entonces me preguntó si se los enseñaría en ese momento, y le dije “si, espera, voy a por ellos”.

Entonces me levanté y me fui al cuarto donde tenía toda la ropa de mujer y saque 4 bikinis, todos ellos tangas pero con distinta forma de sujetador y me dirigí al salón, donde estaba el ordenador de sobremesa, ya que el portátil lo tenía en el otro cuarto.

Cuando llegué, me estaba esperando y me dijo “me encanta como mueves el culo cuando andas…” y empecé a reírme. Entonces me senté y comencé a enseñarle los modelitos y cuando los vio todos, me dijo, “te pondrías el rojo ahora para mí?”, y le dije, “ahora?” y me dijo, “si, yo estoy desnudo como en la playa y me gustaría ver cómo vas a ir tu”, y le dije “bueno, pues espera un momento”.

Me levanté y me fui al cuarto con el bikini en la mano, y un par de minutos después volví con el bikini puesto. Me presenté delante de él de frente primero y luego de espaldas y me dijo “joder que pasada, te queda perfecto, y me gusta cómo te hace las tetas”, y tocándome por encima del sujetador los pezones le dije “si, es muy bonito, pero me marca mucho los pezones”, y me dijo “no importa, tienes unas tetas muy bonitas, así que a lucirlas” y me partí de risa…. Y me desabroché el sujetador, dejándolas al aire y acercándolas a la cámara para que las viese mejor, sin dejar de reírme. Entonces él dijo, “que si nena, que tienes unas buenas tetas… ponte de perfil para verlas mejor”, y lo hice, y él dijo “joder, que pasada de tetas, me encantan, no me extraña que uses sujetador” y entonces yo el dije “bueno, son pequeñas, pero cuando no llevo sujetador, lo noto, pero también me gusta”.

Después me preguntó que como me las apañaba en la piscina, y le dije que nunca bajaba a la piscina, que me aburría muchísimo y que prefería ir a la playa y añadí “y hacer topless” y me reí.

Y entonces me preguntó “oye, y siempre estás vestida de putilla?” y le dije “no, solo en casa y cuando quedo contigo” y me reí y el también. Y me preguntó “pero al trabajo no llevarás sujetador, no? O si”. Y le dije “no, claro, cuando salgo de casa no llevo sujetador ni nada de mujer, aunque tanga todo el tiempo, de hecho no tengo calzoncillos de tío, solo tangas de mujer” y me dijo “en serio?” y le dije “absolutamente”, y el contexto “ah,  qué bueno”.

Después me preguntó si alguien del trabajo sabía lo zorra que era o si alguien más sabía que me vestía de puta, y le dije que no, que nunca había hablado de ello con nadie ni pensaba hacerlo, que era una parcela de mi vida muy cerrada y acotada.

Le conté que en otro trabajo que había tenido hacía tiempo, había una chica que un día me comentó que ella y su pareja eran liberales, que habían intercambios y todo eso, pero que era un secreto y yo le comenté que me encantaba vestirme de mujer y ponerme lencería de puta, y entonces me preguntó que ella que dijo, y le dije “acabamos follando en su casa y siendo amigos, de hecho, aun lo somos y ella es la única persona fuera de mi entorno que lo sabe”. Me preguntó si seguía follando con ella, y le respondí que ´si, que de vez en cuando echábamos un polvo, y me preguntó por su pareja y si también follaba con él, y le dije que no, que solo con ella y que “era nuestro secreto lésbico” y se rio diciendo “así que ahora también eres lesbiana, menuda puta estas hecha”, y le dije “oye, que por que sea una guarra, no van a dejar de gustarme las tías”, y se rió y yo también.

Así estuvimos hablando un montón de tiempo más de mil y una cosa más, siempre relacionadas con el sexo y ya nos despedimos quedando en hablar el próximo día. Estaba claro que iban a ser unas vacaciones de lo más calentitas…