Eramos un grupo de casi veinticinco personas celebrabdo, escuchando musica y platicando acompañados con muchas cervezas y licor. Las mujeres por lo costumbre siempre tartan de escuchar las platicas de los hombres para ganar informacion si son engañadas con una aventura fuera de la casa. Todos eramos muy conocidos entre nosotros mismos. Celebramos a lo grande y cuando eran las sesi de la tarde algunos invitados comenzaron a marcharse. Humberto el cumpleañero tenia libre el dia lunes y se iba con sus padres para ir a dejarlos a donde ellos Vivian. Yo ayudaba a su esposs y luego le decia que me tenia que ir y ella me hacia esperar para

decirme algo. Espere y me decia ella que regresara cuando todos los invitados se hayan. Le pregunto por Humberto y ella me decia que él se quedari durmiendo en la casa de sus padres y recalcaba que no preocupara por eso y que hiciera lo que ella me habia pedido…que regresara mas tarde cuando ella estuviera a solas.

Regrese a las nueve de la noche y ella estaba sola, pero me extraño a como ella estaba vestida, un boxer y una camiseta. Me decia ella que nos fueramos al sotano al cual lo tenian bien preparado y tenian una mesa de billar en el. Ahi ella la esposa de Humberto me confesaba que venian teniendo problemas entre ellos dos y que Humberto no la tocaba. «Me equivoque el haberme casado con él. Un hombre muy parecido, pero hasta ahi porque e la cama no sirve para nada nada. Una vez hablo de ti y se preguntaba que haces tu para enchular a las mujeres y hubo algunas que decian que tu mamas bien la panocha». Yo escuche lo inesperado y me ponia nervioso al escuchar lo que Valeria me decia. Le conteste a Valeria que Humberto hablaba puros cuentos de mi y ella aprovecho en preguntarme «¿Y por qué no me lo compruebas tu?». Valeria se acerco a mi y senti su aliento calido y y a licor tambien. Estabamos tan cerca que los labios de nuestras bocas estaban a solo una pulgada de los dos. y Senti sus dos manos que me abrazaban la nuca y encendia la llama de la passion en mi. Nos besamos y abria mi mano para agarrarle su panocha y me daba cuenta que no llevaba bragas puestas. ¡Uyyy hombre!. Valeria se encendia y me besaba para decirme «Quiero sentirla, quiero sentirla». Le decia que todavia no y con su mano me agarraba la pija que aun la tenia dentro de mi pantalon y me decia «La tienes parada. Sacala que quiero verla». Le dije que no y le quitaba su boxer y era primero yo quien le conocia su intimidad con una panocha de poco pelos. Me arrodille y con mi boca le busque a chuparle su panocha. Sentia como le metia mi lengua y con sus dos manos me apretaba la cabeza «Vamonos para el sofa, vamonos para el sofa» Me pidio ela y yo seguia mamandole su panocha que por cierto estaba bien jugoza. Me sque la pija y me levantaba para caer al sofa sentado y ella fue cuando me miraba la pija por primera vez. Se me acercaba abrinedo sus piernas y la detenia para decirle que me la mamara. Me dijo que no podia y que su marido no se lo exigia y le conteste que yo no era su marido y que me chupara la pija. Valeria lo penso yse ponia de rodillas y comenzo hacerlo y me daba de cuenta que no podia mamar muy bien y me rayaba la pija con sus dientes. Por un momento tome su cabeza y hacia que se tragara toda la pija y la mantuve asi por unos segundos que no podia respirar. Sentia sus amigdolas y solte su cabeza y ella se la sacaba de su boca para respirar comodamente. Entonces le decia que se podia montar para clavarse en mi pija. Lo hacia y ahi comenzamos a culear y le levanter su camiseta y le chupaba sus tetas. Estando asi logramos una corrida de las mejores y me habia cogido a Valeria. Me habia gustado el cuerpo de Valeria y me quedaba cogiendo mas acompañandoa hasta la cinco de la mañana. Ese lunes fue fatal para mi en mi dia de trabajo y pensaba mucho en como fue posible que me habia cogido a Valeria. Un año mas tarde Valeria y Humberto se divorciaban. Volvimos estar en un

hotel y volvimos a coger y ella me decian «Si me hubieras rechasado por etica de moral por el hecho de ser amigo de mi esposo no te hubieras comido este cuerpo, pero hay algo que me gusto de ti y sigue asi que a las mujeres les gusta del hombre atrevido. Jamas olvidare el sotano de la casa donde me la metiste por primera vez». Jamas he vuelto a ver a Valeria desde esa vez que estuvimos en el hotel.