Mi esposo y yo llegamos al sexto mes sin echar un polvo de calidad debido a su impotencia viril que poco a poco se perdia cada vez mas. Yo lo habia notado y tambien él , pero no lo queria enfrentar y se quedaba callado. El pene de él se sentia todo aguado, flojo. Yo sabia como hacer para resolver el problema para yo conseguir el orgasmo. Cierta vez yo pasaba por un parque del barrio cuando un muchacho me miro y se ponia a reir de manera burlesca. Yo me puse a reir, pero no entendia de su broma y poco a poco me alejaba de él. Desde esa vez ese mismo muchacho continuo hacienda lo mismo y hubo una vez que me arme de valor y le preguntaba cual era su problema «¿Monica Verdad?» Pregunto él y le conteste que si. El tipo me miraba de arriba hacia abajo y me miraba el trasero con ojos de quererlo comer. Me invito a un café y yo le acepte. Mientras saboreamos el café el tipo soltaba la bomba «A tu esposo no se le para la berga verdad». Me senti que me cai en pedazos cuando escuche lo que me decia y me levantaba de mi asiento, pero él me detenia y me sentaba y le preguntaba en que se basaba él para decir tal mentiras. «¡Mentiras!. Entonces mi Hermana es otra mentiroso porque tu esposo se tiraba a mi Hermana hasta que tu marido dejo de funcionarle a ella como hombre en la cama. Mi Hermana dice que tu esposo tiene problema con su ereccion, pero no te preocupes que si tu quieres yo te resuelvo el problema». Fue chocante lo que escuche del tipo y me marchaba sin terminar mi café. Toda esa noche pense en lo que el tipo me habia contado y no sabia si reclamarle a mi esposo o que. Decidi esperar y volvia a pasar por el parquet y de Nuevo el muchacho me sorprendia, pero lo raro fue que no hablabamos del tema y hasta me hacía jugar un poco de baloncesto. Nos sentamos en una de las bancas del parque y ahi note que el tipo tenia parade su berga. Me sentia desubicada solo con verla erecta bajo su pantalon y me mire en mi imaginacion sentada en ella. Le pregunte a él si tenia novia y me decia que si. Me imagine del gusto que goza su novia. Fuimos al café y nos pasabamos un buen rato. Una vez en la casa pense en él muchacho del parque y decidia salir sin calzon y una falda que no fuese muy larga ni muy corta y me lo encontraba en el parque. No queria que lo supiera y comenzamos a caminar por el parque hasta encontrar un lugar estrategico para echar un polvo si acaso se presentara la oportunidad. Localizamos una banca metida en medio de unos arboles y para ahi nos dirigimos y nos sentabamos. Entramos en calor y él noto que yo le miraba su cremallera de manera constant y como un vago vulgar me preguntaba si yo le queria ver su berga. Me quede callada y me hacia la enojada, pero por dentro me moria en verle su berga y le decia que si prometia algo que lo cumpliera. «¡Oh si!» me respondio él y mire como su mano abria su cremallera y sacaba su berga al cual estaba bien parade. Hacia mi vista para otro lado pretendiendo que tenia moral, pero no. Me moria de verla y tambien tocarla y se me hacia tocarla y me ponia loca todas las hormonas de mi ser. Todo estaba claro entre los dos y me sentaba en él quedando clavada hasta donde ya no. Senti que la vida me volvia al volver sentir una berga bien dura en mi y nos echabamos un tremendo polvo que nos enamorabamos los dos. Me mando bien llena de su lecha y me iba contenta a casa. No le di presion a mi marido por su problema, pero me gustaba ir al parque casi todos los dias pues ahi me esperaba lo que me solucionaba el problema. Espero le guste la historia de este servidor.