Agarré el consolador, y empecé a meterlo en mi boca, parada debajo de la ducha en dirección a la puerta (de frente). Mientras con la otra mano me tocaba la concha.

Vi a mi yerno pajearse más fuerte, tenía su anaconda durísima y creo que eso me excitó, ya estaba más desinhibida.

Empecé a hacer garganta profunda con el consolador, metiéndolo lo máximo posible en mi chiquita boca, logrando atorarme en más de una oportunidad. Lo miraba casualmente a mi yerno y se notaba que no aguantaba las ganas de cambiar el consolador por su vergón.

Miré para el lado de abajo de la puerta y la sombra se movía un poco, imaginé que se estaba pajeando lo máximo posible mi sobrino. Encima para ponerle «suspenso» y darle un poquito de miedo, miré para el agujero de la cerradura (por más que obviamente desde esa distancia no podía ver su cara, pero quería darle un mínimo susto). Y aparentemente funcionó porque por unos segundos la sombra desapareció. Y luego volvió.

Llevé el consolador a mi concha y en un abrir y cerrar de ojo lo metí bien hasta el fondo, mientras con mi otra mano agarré mi teta y empecé a chuparme y morderme el pezón, explotaba de excitación, estaba dándole un show a 2 y ninguno de los 2 podía tocarme. Me sentía el alma de la fiesta, o mejor dicho, la puta de la fiesta.

Se me ocurrió una idea espectacular. Saqué el consolador de mi concha, me di vuelta y me agaché, dejándoles el orto bien de frente a los 2, lo pegué en el piso, encendí el vibrador, y quedó bien de punta. Me di vuelta nuevamente, lo miré a mi yerno y hacia con su cabeza «no no» (como diciendo, «jodeme que vas a hacer eso puta de mierda» ), y sí, iba a hacer eso.

Hice un baile yendo hacia abajo, y por unas 3 veces llegué a tocar el consolador con mi concha, y me levanté nuevamente. Hasta que a la 4ta vez prácticamente me senté, sintiendo esos 20cm de consolador bien dentro de mi concha mientras con mis 2 manos levanté mis tetas y chupé mis pezones con todas las ganas, estaba en mi mayor estado de putez. Movía mis tetas rápido mientras daba unos sentones sobre el consolador.

Luego empecé a tocar mi clítoris mientras seguía saltando, sabía que en breve se venía algo que quizás el pendejo iba a ver por primera vez, lo miré a mi yerno y me miró tipo ‘no vas a hacer lo que creo que vas a hacer’, mm y sí señor, se equivocó nuevamente. Seguí tocando mi clítoris hasta que sentí todo en la punta de mi concha, no terminé de levantarme del consolador y empezaron a salir chorros en abundancia, creo que hace mucho no me salía tanta cantidad de chorros, del mismo impulso llegaron prácticamente hasta la puerta del baño, salió una gran cantidad y con bastante potencia.

Empecé a temblar y como pude saqué todo el consolador de mi concha, me desplomé sobre el piso (no me desmayé obviamente, pero me quedó recalculando el cuerpo, la concha, fue mucha cantidad).

Pero no podía terminar el show ahí. Faltaba la frutilla del postre. Hay artistas que en pleno show falleció su padre o algún familiar, y no se fueron hasta completarlo, y yo iba a finalizarlo por haber quedado completamente acabada? Mm no.

Me levanté como pude hasta quedar arrodillada, y me puse en 4, de espalda a los 2 espectadores. Apoyé mi cabecita contra el piso, el orto bien parado, y con mi mano empecé a rozarme los dedos por el agujero del orto. Me arrodillé normal (para poder cargar mis dedos de acondicionador), me los pasé por el ano, y una vez que quedó completamente lubricado, me puse nuevamente en 4. Metí 2 dedos como si nada, luego 3.

Estaba que explotaba, me sentía demasiada puta. Con la mano saqué el consolador del piso, seguía encendido el vibrador, y así empecé a rozarlo en mi orto, por mi ano y por mi concha, lo metí 2 veces en mi concha y me hacía temblar todo el cuerpo, luego seguí rozándolo por mi ano hasta que el momento llegó.

Lo mandé para adentro, solté un muy mínimo gemido, no quería gritar mucho (supuestamente no sabía que mi sobrino me espiaba, así que tenía que ser buena actriz) y empecé a romperme fuerte el culo. Metiendo cada vez más adentro el consolador, empecé a cogerme a mí misma, sentía el orto bien dilatado, parecía una segunda concha. Tenía el ano realmente abierto, entraba como si estuviese entrando un dedo meñique y la realidad es que estaban entrando 20x4cm.

Y empecé a sentir algo recorrerme todo el cuerpo hasta que chorros y chorros empezaron a salir de mí, me desplomé temblando sobre el piso todavía con el consolador vibrando metido casi hasta el final en el orto. Quedé temblando en el piso por varios minutos, como pude lo miré a mi yerno y me hizo señas tipo «voy?» (pensó que me estaba muriendo o algo por el estilo) y como pude con la cabeza le dije que no.

En realidad sentía un placer que me invadía el cuerpo, seguía temblando, empecé a sonreír.
Después de varios minutos tirada ahí, cuando pude por fin empezar a levantarme, lavé el consolador en la ducha y lavé bien todo mi orto, tanto ano como concha. Y grité «*** (nombre de él) hacele un favor a la tía y alcanzale un corpiño, ahí en la pieza hay», la sombra desapareció y se escuchó desde la pieza «bueno tía» (el boludo fue directamente a la pieza desde el baño).

Cerré la ducha, me asomé en la puerta (no se veían mis tetas ni nada) y pude ver en el piso litros de acabada. El muy pelotudo aparentemente quedó tan volado de la cabeza que se olvidó. Literalmente litros de leche. Apareció y me dijo que no encontraba, al decirme esto miró hacia el piso y con sus zapatillas intentó desparrarmarlo (tarde nene, ya vi todo, pensé). Le indiqué en qué cajón estaba mi ropa interior y hacia allá fue. Tardó más de lo esperado.

Yo en eso soy bastante «obsesiva», doblo bien mi ropa interior, incluso por color, y tengo contadas tanto mis tangas como mis corpiños.

Me puse el corpiño dejando la parte de atrás desprendida, me puse la tanga (prácticamente hilo), y salí con una toalla sobre mi parte de abajo. «Yo lo hago entrar al pendejo a la pieza, cierro 2 segundos la puerta y vos aprovechas para irte» le dije a mi yerno.

«Y cómo sé que no te lo vas a coger? putita de mierda» dijo. Por cierto, en el baño también quedaron litros de leche de él, olvidé contar ese detalle.

Se quedó mirándome hasta que se dió cuenta de que llevarlo unos segundos a la pieza, era la única forma que había para que pueda salir del baño sin que el pendejo descubra que mi yerno estaba ahí adentro conmigo.

Fui directo a la pieza, «*** vení a ayudar con algo a la tía», vino y cerré la puerta. «Necesito que me prendas esto, siempre me cuesta». Usó sus 2 manos para intentar prenderme el corpiño, y no se imaginan cómo temblaban sus manos. «Podés?» pregunté, y claramente no podía contestar, temblaba cada vez más. Para colmo, la mierda que tiene de tía aprovechó su concentración en prenderme el corpiño para mover apenitas la cintura, ¿objetivo? intentar que el toallón se caiga, fallando al primer intento pero lográndolo al segundo. «ay, se me cayó el toallón.»