Desde que tengo memoria he Sido muy cercano a mi primo: compraríamos juguetes y siempre buscábamos la manera de quedarnos en casa (mía o suya) justos en la noche para poder jugar vídeojuegos o con juguetes. Con el paso del tiempo comenzamos a explorar nuestros cuerpos mientras nos bañabamos (lo hacíamos juntos): comparabamos la forma de nuestros penes, jugábamos con ellos, etc.

Todo comenzó un día normal en el que estábamos en una reunión familiar en casa de nuestra abuela. Cómo de costumbre pedimos permiso de quedarnos en casa de la abuela para hacer una pijamada entre nosotros. Entre plática y plática tocamos el tema de la sexualidad, pornografía, masturbación, etc. Ambos nos mostramos curiosos por este nuevo mundo en el que nos estábamos adentrando y comenzamos a «calentarnos». Decidimos ver porno juntos para matar rato y no dejar que la conversación cambiará de tema. Poco a poco fuimos notando la erección del otro y cada uno se empezó a tocar «disimuladamente». Posteriormente mi primo me pregunta si quiero tocar su pene y yo respondo afirmativamente. Ahí comenzó un «juego» en el que uno hacia algo al otro y del mismo modo se tenía que «pagar» haciéndole lo mismo al otro. Llegamos al punto que nos dimos sexo oral el uno al otro, intentar sin éxito la posición del 69 (gracias a nuestra niña experiencia). Cada uno de nosotros comenzó a llenarse de placer y eso se notaba con la intensidad con la que uno tocaba al otro. Llegamos al punto de venirnos casi al mismo tiempo.

Después de terminar el acto no se habló ni una sola palabra más que para decir «buenas noches»

Ninguno de nosotros es gay, me atrevo a decir que somos bisexuales ya que ambos disfrutamos también de los placeres que una mujer nos puede otorgar. Continuamos teniendo nuestros «encuentros» nocturnos hasta la fecha de hoy por lo que si hay apoyo en este post subiré más anécdotas y veces en las que casi nos atrapan en nuestras aventuras nocturnas.