
Por
Anónimo
EL MEJOR TRIO DE MI MUJER
Helena,mi pareja pues no estoy casado con ella, no es una mujer bonita (tampoco fea) y no tiene un cuerpo escultural pero es de esas mujeres que al mirarlas despiertan con fuerza tus instintos sexuales y eso me pasó cuando la conocí. Bastó con mirarle a los ojos para intuir que era una verdadera hembra en la cama.
Cuando la conocí aun estaba casada con Luis y era una verdadera ama de casa: una señora muy seria, muy recatada en su vestir y en su trato y dedicada a su familia y ya cuando logré convertirla en mi amante, pude comprobar que era tambien muy conservadora y tradicional en el sexo y la manera de como fuí logrando que despertara la hembra ardiente que llevaba por dentro, la dejaré para otros relatos. Para ésta historia bastará con mencionar que no hay fantasia sexual que no esté dispuesta a realizar y sus preferidas son la doble penetración, el sexo anal, sexo oral y sobre todo, disfrutar de un pene de buen tamaño.En lo referente a mi, mi mayor goce es verla disfrutar y también cuando otros hombres admiran su pequeño pero redondo y bien paradito trasero y para ello, Helena contribuye muy gustosa al utilizar ropa adecuada al motivo y con una actitud coqueta.
Sería muy largo y algo tedioso explicar las razones del como y porqué pudimos continuar en una relación casi de amistad con Luis su ex esposo y baste con decir que vivia bastante cerca de nosotros y que algunas veces llegaba hasta nuestra casa por variados motivos. También, y para que se comprenda mejor ésta historia, les diré que se divorciaron por que Luis la descuidaba mucho y no la satisfacia totalmente en la cama pues solo le interesaba satisfacerse el sin importarle si Helena terminaba o no.
Otro antecedente que vale mencionar es que tuvimos que emigrar a otro país y tuvimos que llevar a Luis con nosotros, aunque él vivia en otro lugar como ya lo mencioné.
El hecho de estar radicados en un sitio diferente hizo que todos nuestros conocidos y amigos se pierdan y por lo mismo teníamos que explorar otras nuevas opciones y mientras eso pasara, nuestros intercambios y trios quedaron en cero, así que en ese plano solo nos limitabamos a fantasear para cuando llegara la ocasión….. y vaya si llegó y de una manera totalmente inesperada e inpensada.
Una tarde, mientras trabajaba en la oficina, recibí una llamada de Helena quien de manera muy exitada y alegre me dijo que ya había encontrado el acompañante ideal para uno de nuestros enncuentros. Me contó que había salido para hacer unas compras pero había resbalado y caido en la acera y que había terminado literalmente con los pies hacia el cielo. Un joven muy agradable corrió a ayudarla y que después de levantarle, muy comedidamente también le había ayudado a bajar su faldita que se le había subido hasta casi la cintura y que «accidentalmente» le había rosado sus nalgas. El asunto es que terminaron conversando y dándose sus números telefónicos para seguir en contacto. Ante ésta posibilidad, los dos estabamos muy animados y puesto que siempre antes de cada encuentro nos gustaba fantasear sobre las cosas que haríamos, le dije que me esperara muy diispuesta y que me estuviera vestida con algún conjunto sensual ( es decir, casi desnuda) porque hoy disfrutariamos de una rica cogida. Yo siempre dejo que sea Helena quien escooja su vestuario porque ella sabe muy bien que utilizar según lo amerite la situacion. Ella es una verdadera experta en el arte del exibionismo sin caer nunca en la vulgaridad y lo que falta en utilizar prendas muy atrevidas lo compensa con creces con coqueteria.
Pues bien, ya al estar por entrar en la casa y más que dispuesto a pasar una follada muy placentera, resulta que me alcansa Luis y con una gran sonrisa me dice que por fin había conseguido trabajo. Eso era una gran noticia pues implicaba que ya podia prescindir de nuestra ayuda económica, así que, aunque con reparos por el asunto de mi revolcada con mi mujer, decidí invitarlo a pasar para festejar. Al entrar y llegar a la sala nos topamos con el cuadro de Elena acostada en el sofa, con sus piernas abiertas y vestida con un conjunto de una pieza totalmente transparente y terminado en un triángulo de encaje que dificilmente ocultaba su abultada conchita. Al ver que venía acompañado y con quien lo hacía, pegó un gritito y de un salto salio corriendo hacia el dormitorio y diciendo «cualquiera avisa que ibas a venir con visitas» mientras me dedicaba una furibunda mirada al pasar frente a nosotros. La verdad es que ver el tamaño susto que se llevó y su loca carrera a mi me causó mucha gracia y empece a reir y ya me disponia a presentar a Luis la respectiva disculpa cuando observé su cara y la mirada lasciva que tenia…… entre eso y el despertar en mi una tremenda sed de nuevas emociones transcurrió una milésima de segundo y otra milésima en decidirme en llevarlas a efecto.
Comprendí que no tenía tiempo para elaborar un plan detallado asi que decidí inventar sobre la marcha y esperar que resulte y me lancé al ruedo! Primeramente decidí tomar una iniciativa fuerte asi que le dije a Luis: Cuidado se te salen los ojos, tal parece que nunca hubieras visto a Helena desnuda. Se llevó tremenda sorpresa por mi franqueza y mas si consideramos que nuestra relación era ante todo formal sin llegar a ser considerada una verdadera amistad. Se ruborizó pero contestó que aunque si la había visto desnuda, jamás la había visto vestida de manera tan provocativa. Esa rerspuesta para mi fue suficiente para saber que algo iba a suceder.
Helena regresó ya vestida mas formalmente y por supuesto a pedir disculpas a Luis y a reclamarme por mi error. Para bajar lo tenso de la situación yo empecé a reir nuevamente y decirle que fue muy gracioso verla tan asustada. Ellos decidieron seguir el ejemplo e igual rieron. Le dije a Helena que lo sentía mucho y a la vez de que le informaba porque había entrado de esa manera, le conté que había invitado a Luis a celebrar porque ya había conseguido trabajo. Helena se alegró mucho y se acerco a darle un abrazo de felicitación, acto que Luis no desaprovechó para pegarla a su cuerpo y acariciarle muy brevemente las nalgas. Helena al sentir ésto se separó rapidamente a la vez que le clavaba una de sus furibundas miradas. Rapidamente yo intervine y dije que había que empezar a celebrar y para tal efecto destapé una botella de Ron y serví una generosa ración en sus respectivos vasos. Hice que Luis se sentará frente a nosotros y empezamos a beber y hablar sobre el futuro y otros temas. Como yo era el encargado de servir el licor, me preocupé de que ellos bebieran en mayor cantidad y rapidamente y eso empezó a causar efecto.
Cuando consideré que ya era el momento adecuado, empecé con mis maniobras. Hice sentar a Luis junto a nosotros dejando a Helena en el medio pero de tal manera que estabamos bastante pegados los tres. Puse una mano sobre el muslo de Helena (tenía puesto un short bastante pequeño) y empecé a sobarle lentamente su pierna y empece a reirme y decir que me había acordado del susto inicial y que tambíen me había divertido bastante la declaración de Luis de que aunque ya la había visto desnuda, verla vestida asi le había impresionado mucho. Luis se sintió un poco incomodo por el comentario y Helena regresó a verme con asombro pero cuando nuestras miradas se cruzaron, ella entendió al instante mis intenciones ,e igual que yo, se demoró una milésima de segundo en estar conforme. Me dedicó una sensual sonrisa complice y también se puso en acción y dijo: Pues sí, es verdad que los dos ya me han visto desnuda así que mejor no me preocupo y voy a aprovechar a ponerme algo más cómodo porque hace calor y se dirigió al dormitorio. Con Helena ya dentro del juego ya solo me tocaba poner a Luis dentro de la ecuación y a ello me dediqué. Serví una muy generosa ración de licor a Luis y le dijé: La verdad COMPADRE (entablando con ésto una especie de camaraderia) y me vas a disculpar la franqueza pero jamás entendí la razón por la que cuando estabas casado, nunca tuviste sexo anal con Helena y más si tenemos en cuenta que tiene de verdad un trasero sabroso. Luis abrió los ojos y vació su vaso de un solo trago y me lo enseño para que se lo vuelva a llenar. Yo continué con mi ataque y le dije: Disculpa hermano la sinceridad, pero estamos entre adultos y entre hombres y hasta cierto punto somos camaradas, así que dejemos las formalidades a un lado. Luis solo atino a preguntarme: Pero de verdad Helena te contó esas intimidades sobre nosotros? Era un momento muy delicado porque podía abrir viejas heridas así que tomé el toro por los cuernos y le respondi: Entre Helena y yo existe mucha confianza y no nos ocultamos jamás nada y por eso es que sé que ella siempre tuvo ganas de que le metieras tu enorme pene (me había contado que lo tenía de unos 22 cms) por atrás pero que nunca tuvo el valor de pedírtelo e igual conque se lo metieras en su boca y acabarás ahi. Supongo que Luis tambén decidió meterse al ruedo y me confesó que el nunca se había atrevido tampoco a pedir esos actos porque Helena era muy conservadora y tenia miedo de ofenderla y añadió que fue sumamente dificil convencerla que además de la posicion tradicional se diera la vuelta para poseérla asi y que jamás se dejó acariciar el ano. También preguntó si yo si había logrado hacer todas esas cosas. Le respondï: Compadre, Todo eso y mucho más. Helena es una mujer muy caliente y cuando yo le di toda la confianza, ella supo aprovecharla.
Felizmente en ese momento regresó elena y venía vestida con un sencillo y holgado vestidito de algodón que noormalmente utilizaba cuando estaba en casa y se notaba a leguas que no se habia puesto ni brasier ni panty. Nos preguntó que era lo que estabamos conversando porque teniámos cara de sinverguenzas. Como consideré que aun no era el momento propicio le pedí que mejor nos sirviera más licor y le guiñe el ojo para que supiera como era que debía servirnos. Para tal efecto se agachó mucho sobre la mesita de la sala y dándonos la espalda y con ello poniendo una pequeña parte de su delicioso trasero al alcance de nuestras miradas y eso causó el efecto esperado: la inmediata ereccion de Luis (ya hace rato que yo ya lo tenía como mástil de barco). Helena al entregarnos el licor, disimuladamente se fijo en la ereccion de su ex esposo y me lanzó una pequeña sonrisa. Yo le dije que como yo ya había atendido a nuestro invitado, era el turno de ella y que porqué no se ponían a bailar un poco pues siempre me sacaba en cara que Luis era un gran bailarin a diferencia mia. Ni corta ni peresosa se dirigió hacia donde estaba el equipo de sonido y puso una selección de bachatas, que como es sabido, son muy sensuales para bailar. Al acercarse a Luis empezó a mover sus caderas muy sensualmente al ritmo de la música y para evitar cualquier duda o resquemor yo exclamé: Adelante compadre y disfrute que ésta es u noche y no se preocupe por mi porque yo no tengo ningún problema con que la pasen bien (y me aseguré de recalcar un poco esta última parte). Luis no lo pensó dos veces y empezaron a bailar. Luego de algunas canciones. Luis ya había tomado confianza y bailaba pegando mucho su cuerpo al de se ex esposa y sus manos recorrian con cierta libertad por la cintura,espalda y «ocacionalmente» las nalgas así que me levanté y dije que iría a preparar algun bocadillo, dejándolos solos.
Desde la cocina y disimuladamente me dispuse a observarlos mientra me sacaba el pene y me empezaba a acarciar disfrutando el morbo de ver a mi mujer cachondeando con su ex marido. En un momento Luis empezó a besar el cuello y mejillas de Helena y a decirle cosas al oido. Ella se dejaba hacer y respondía en parte a esas caricias. Helena y yo nos conocemos perfectamente y yo ya sabía que estaria muy mojada y que el momento había llegado, asi que regresé a la sala y les dije que ya estaba bueno de baile y nos sentaramos todos juntos. Asi lo hicieron pero regresaron agarrados de la mano. Les serví su buena ración de licor y le di un gran beso a Helena metiendo mi lengua muy profundo en su boca y mientras mi mano empezó a acariciar su pierna dejándola cerca de su entrepierna. Al terminar el beso Helena me miró y supimos que ya era hora de empezar el juego así que le dije: Mija hace un rato que estabamos conversando yo le conté a Luis que tu siempre tuviste ganas de que el te penetrara por atrás, aun tienes ganas de ello? Ella mirando a Luis y poniendo carita de travieza dijo que sí, que la verdad siempre soño con meterse todo ese instrumento en su culito y que se lo llenara de leche. Luis me miró como sin saber que actitud tomar así que le dije: Mire compadre, ya le había dicho que Helena es una mujer muy caliente y que yo disfruto mucho de ello y añadí que el verla disfrutar era uno de mis mayores placeres, asi que adelante, hagan lo que tengan que hacer. No esperaron mas y los dos se fundieron en un lujurioso y prolongado beso mientras sus manos recorrian el cuerpo del otro con avidez. Se despojaron de la ropa casi arancándosela y cuanndo estuvieron desnudos Helena agarró el pene de su ex esposo y admirándolo con lujuria le dijo: Hoy voy a cumplir otro de mis sueños, voy a comerme esta rica verga y sin más se lo metió a la boca lentamente, besando y saboreando su gran cabeza rosada mientras con su mano empezo a juguetear con sus testículos. Luis tenía los ojos en blanco y empezó a moverse en un va y ven acelerando de a poco. Yo ya había sacado mi pene y me lo masturbaba furiosamente mas que nada por ver lo increiblemente exitada que estaba mi mujer, nunca la había visto disfrutar de tal manera, su mirada era de total lujuria y su conchita estaba tan mojada como si se la hubiera lavado.
Luis cada vez se movia más rapido con la mitad de su pene dentro de la boca de nuestra mujer y parecía que acabaría de un momento a otro. En eso Helena se detuvo, sacó el pene de su boca y acercando su cara a la de Luis le dijo con una firmeza inusitada: Escúchame bien cabrón, esta noche soy yo la que voy a disfrutar plenamente de esa rica verga en mi boca, en mi concha y sobre todo en mi culo que y la voy a gozar bastante tiempo, así que no vas a terminar y dejarme a medias como siempre lo hacias y solo terminarás cuando yo te lo permita. Estamos de acuerdo? Luis se sorprendió por las palabras sucias y lo que significaban pero sobre todo de la firmeza con que se le daba la orden. Tras pensarlo levemente le respondió que estaba de acuerdo y que le haría gozar todo lo que ella quisiera. Una vez ya puestas las reglas sobre la mesa Helena acostó a Luis en el diván, se acostó invertida y empezó un desenfrenado 69. Al poco rato regresó a verme y me dijo: Y tu que? Pendejo, ponte a lamerme el culo que no te la vas a pasar de mirón sin hacer nada toda la noche. Yo, entre divertido y asombrado por la orden, me puse a cumplir mi parte con mucho esmero y corri a meter mi lengua y dedos por ese apretado huequito y que sabía a gloria. En determinado momento, Helena empujo mi cuerpo y lo puso de tal manera que podia mamar también mi huevo y lo alternaba con el de Luis y en algunos instantes trataba de meterse los dos a la boca o nos los besaba al mismo tiempo y era en esos instantes en que resultaba que los tres teníamos nuestras bocas ocupadas con un objetivo suculento. Fueron incontables las veces que Helena llegó al orgasmo y sentir en mi boca esos temblores de su culito cada vez que lo hacía, era lo más demencial que había experimentado. Como yo no tenía impedimento de terminar me pare y me masturbé hasta terminar como un volcan sobre sus nalgas. Helena ya saciada con esa posición, se levanto y nos besó por turno a los dos poniendo el alma en su lengua y en su entrega. Hizo sentar a Luis y empezó a cabalgarlo y meterse todo ese instrumento de a poco y temblando y vibrando mientras sus paredes vaginales se estiraban para acomodarse al coloso invasor y antes de tragárselo por completo ya había terminado dos veces. Empezó luego a moverse de a poco hasta ir acelerando casi sin control. Era de verdad hipnótico ver su satisfacción y yo empecé a recuperarme y me dediqué a besar y mamar sus tetas mientras con mis dedos abría su culito. Al sentir todo esto al mismo tiempo empezó a gritar y gemir sin control alguno y los gritos cuando legaba al climax debe haber asustado a todo el barrio. Luis también estaba perdido en su lujuria y,como era de esperarse frente a todo esto que estaba gozando empezo a gemir cerca de acabar y mirando a Luisa le dijo: Deja que acabe, yo te prometo que me voy a recuperar para seguirte cogiendo, es más, te juro que por nada del mundo voy a perder la oportunidad de comerme ese riico culo que cargas. Helena lo besó y le dijo que esperara hasta que pudieran terminar juntos y así fué y los gemidos de placer de los dos fué similar al mujir de una manada de bufalos.
Mientras Luis quedaba casi desvanecido por el imppetu de su orgasmo, Helena se voltió hacia mi y al ver que ya estaba dispuesto, se acostó sobre la alfombra y abriendo sus piernas me dijo: Ahora es tu turno papi, hazme tuya y reclámame como tu mujer. La penetré como cuchillo caliente en mantequilla, asi de abierta y mojada estaba y cuando ya estuve con mi pene metido hasta el tope, me tomó la cara entre sus manos y con una expresion de total amor y una mirada intensa y profunda me dijo: Soy tuya y lo sabes! Ahora hazme gozar sabiendo que estas batiendo la leche de mi ex esposo y que mezclaras con la tuya. Empezamos a acompasar nuestros movimientos pero siempre mirándonos a los ojos y sintiendo un amor el uno por el otro como nunca lo habíamos sentido. Tardamos algún tiempo en acercarnos al orgasmo pues los dos habíamos remplazado la lujuria por una comunión de cuerpo y alma y cuando terminamos al unísono fué una verdadera voragine de sentimientos. Nos dimos un beso lleno de calidez y nos levantamos.
Luis nos había estado observando y ya tenia una media erección asi que Helena se encargó de mamarlo nuevamente y al poco tiempo ya estaba en toda su capacidad, listo para un nuevo encuentro, asi que se pusieron nuevamente a la tarea de satisfacer sus cuerpos. lo hicieron de muchas maneras y en cada una Helena volvía a ser la Perra en celo y hambtienta de sexo. Por último acostó a su macho de turno sobre la alfombra y se lo montó sin mayor dificultad y y luego de gozar de unas buenas estocadas, se dirigio a mi diciendo: Papi, ya es hora que me vayas preparando asi que métemelo por el culo para que lo vayas abriendo y poniéndolo listo. Asi lo hice y luego del tramite respectivo de meter mi lengua y mis dedos para prepararlo, la penetré con fuerza y el entender que la estabamos llenando sus dos agujeros y que estabamos compartiendo al mismo tiempo a esa mujer muy especial en nuestras vidas, fue motivo para darle un morbo adicional muy satisfactorio. Pudimos sincronizar nuestros movimientos y lo disfrutamos un prolongado tiempo. Helena nos advirtió que no terminaramos y que lo dejaramos para el asalto final y nos aguantamos mientras ella si podía terminar las veces que le dio la gana. Para no exponernos a terminar deciidimos parar y separarnos, Estabamos todo sudados, mojados y cansados, asi que tendidos sobre la alfombra decidimos descansar un rato y refrescarnos pero nunca dejamos de acariciar a elena y ella de besarnos.
Una vez que notó que ya estabamos descansados y recuperados Helena se abrazo de Luis y le dió un gran beso que llevaba algo mas que lujuria y luego empezó a darle pequeños besos por toda su cara mientras le abrazaba demostrando mucho afecto y poniendo sus manos en la cara y mirándolo a los ojos le dijo: Fuiste el primer amor de mi vida y mi primer hombre y siempre tendrás un lugar especial en mi corazón. Luego se volvio a mi y de igual manera me besó, acarició y abrazó y también mirándome a los ojos me dijo: A ti no tengo que decierte mayor cosa porque somos uno y los dos sabemos lo que piensa y siente el otro. Si alguna vez pensé que no podría llegar a marte más, hoy descubrí que no es así. Solo quiero agradecerte por el dia más feliz de mi vida. me dió un beso como nunca lo había sentido y se parö de un salto en medio de los dos y con una sonrisa travieza en su cara nos gritó: Bueno cabrones, que esperan? ya es hora que los dos me hagan su puta y me hagan gozar como nunca lo he hecho. A culearme mis cabrones!!!! Y a ello nos dedicamos con esmero, besando y acariciando su cuerpo hasta ponernos todos listos para el asalto final. Helena me hizo tender en el suelo y se montó en mi y cuando tuvo mi pene dentro suyo comenso a moverse de una forma deliciosa. Luego de venirse dos veces dijo a su otro macho: Llegó el momento que tanto he esperado, méteme esa enorme y rica verga y párteme el culo! Luis se tomó su tiempo y empezó a cuplir con su tarea y aunque le estaba costando algún trabajo, poco a poco iba abriéndose camino por ese tunel de placer. cuando ya estaba con más de la mitad adentro Helena le pidio que se detuviera diciéndole que se lo terminara de meter de golpe cuando ella se lo indicara. Yo había parado mis movimientos y sacado un poco mi pene para facilitar la entrada, entonces me dijo: Tu también me lo terminarás de meter cuando te lo indique y en el instante en que tenga los dos penes adentro,seré la mujer más feliz de esta tierra porque tendré dentro de mi a los dos hombres más importanes de mi vida y a los que mas he amado asi que listos y cuanto diga ya, me penetran hasta el fondo. Y cuando dió la orden y nosotros empujamos con fuerza nuestros penes, Helena dió un grito de agonía y su quijada empezó a temblar mientras ponia los ojos totalmente en blanco. En ese instante Helena experimentó lo que era el Extásis y conocio el cielo y yo estuve muy cerca de hacerlo también. Otro momento similar fué cuando los 3 alcanzamos el orgasmo pero esta vez, yo tambíen pude conocer lo que es la total Felicidad.
Este fué nuestro único encuentro con Luis porque Helena y yo entendimos que estabamos demasiado cerca de los límites y era demasiado peligroso intentarlo otra vez……. O quien sabe, Por ahi anda rondando una nueva moda llamada Poliamor y quien dice que no nos pique la curiosidad!!!!
Una respuesta
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